CUPIDO 💘 SEDUCTOR (borrador)

Cupido 💘 Seductor 4

Alex se encuentra en un lujoso restaurante por invitación de Damián a su cita pautada.

El lugar cuenta con música relajante, un ambiente muy tranquilo, la comida es deliciosa y ni hablar de la sabrosa pasta italiana.

Alex le encanta la comida italiana.

Otros platos a destacar son la carne a la parrilla, hamburguesas, ensaladas entre otras cosas.

 Alex piensa que esta cena es casi perfecta, porque mientras él saborea su comida italiana, Damián que es vegetariano está comiendo un lomo a la parrilla.

— Esto es absurdo Damián, eres vegetariano — comenta un Alex indignado por observar a su ex comiendo algo que no le gusta.

Damián ni siquiera le importa o tal vez si, pero por Alex lo que sea.

— Hoy es una noche especial Alex, hoy no soy vegetariano — el chico sonríe mientras lleva a su boca un pedazo de carne.

— Me siento culpable. Yo estoy comiendo comida que tú no comes — le dice mientras lleva a su boca un pedazo de carne con algo de pasta italiana que ordenó.

Damián lo mira como si fuera el tesoro más grande del mundo.

— Alex, me encanta verte comer, te ves hermoso — suelta el cubierto para centrarse en su cita.

— Y a mí que tú pagues — ambos sonríen aunque Alex no lo haya dicho por bromear.

— En serio, me encanta verte trabajar, como comes, todo — Alex comienza a sentirse incómodo y se da cuenta de lo que pretende su acompañante. — Te adoro, te quiero y quiero que regreses conmigo, vamos a intentarlo — se crea un momento fastidioso.

Alex mastica lo que tiene en la boca y toma un poco de vino.

— Joder — murmuró Damián

— Damián te he dicho que no vamos a volver, que esto ya no funcionara. Ahora somos amigos y compañeros de trabajo.

— Eso se supone que lo debería decir yo ¿verdad?, soy el más rudo aquí y este tipo no puede lograr que tú cambies de opinión — dice — te quiero Alex, a muerte.

Se nota lo incómodo que esta Alex, pero Damián no se da cuenta de eso.

— Lo siento, sé que dijiste que no, pero es inevitable — sonríe nervioso.

Alex no sabe como arreglar el momento inesperado para él por culpa de su cita, todo esto no lo esperaba, tenía pensado comer con él en plan de amigos, pero lo que si le quedo claro en este preciso instante es que no siente nada romántico por Damián.

— Damián eres un hombre espectacular, perfecto y encantador, pero no para mí; me celas mucho, me llamas a cada rato, me preguntas con quién estoy ¡Ni siquiera hemos tenido sexo! — eso lo dijo tan alto que los clientes del restaurante se dieron cuenta y los miran con asombro.

 "Que vergüenza" piensa Alex

— Por eso estamos aquí Alex, estoy preparado para dar ese primer paso — dice y su cita niega ya esto se volvió muy incómodo.

— Llévame casa Damián.

— Pero si estábamos bien.

— Lo sé, pero ya no quiero estar aquí, mañana hay madrugar y necesito dormir — Damián solo asiente.

Damián es un chico muy lindo y encantador, cuando Alex lo conoció sintió una atracción hacia él, más no enamoramiento.

Salió con él muchas veces a restaurantes, al parque, al cine, todo era muy bonito, pero cuando decidieron ser novios, los problemas llegaron, sus celos e inseguridades hicieron que esa relación no funcionara.

Él se merece a alguien que de verdad lo quiera y que haga cambiarlo un poco y ese no es Alex.

**********

Tomás se encuentra sentado en el sofá de su apartamento viendo una película romántica, en donde una chica trata de darle el último beso a su novio que esta a punto de morir. Ella llora con mucho sentimiento y Tomás también lo hace.

"Es tan hermoso y a la vez triste" pensó.

La chica le da el beso a su enamorado y Tomás hace él amague como si él fuera a recibir ese pico.

— ¡Ah! Soy marica.

La puerta del apartamento se abre y Tomás trata de secar rápidamente las lágrimas, no quiere que Damián lo mire así.

Su mejor amigo entra y hace contacto visual con él.

 Tomás disimula un poco.

— Han quitado el canal xxx — le dice mientras toma un vaso de jugo que tiene a su lado.

— Cuesta 50 dólares al mes — le dice mientras se dirige a la cocina.

Tomás se da cuenta de que algo anda mal. Apaga el televisor y camina hacia donde él está.

— ¿Qué te paso, tan mal te fue? — le pregunta y él suspira.

— Soy perfecto, encantador y muy lindo, pero no quiere regresar conmigo, le dije que lo amo y que lo quiero — dijo y Tomás niega tapándose la cara con sus manos — ¿Qué? ¿Ocurre algo malo? — su amigo se burla de él.

— ¿Me precipité? — vuelve a hablar — de acuerdo, no debía decirlo, pero es que estoy desesperado. Lo quiero junto a mí — Tomás sigue sonriendo — está bien gracias por tu apoyo — el chico ofendido sale de la cocina se encierra en su habitación.

— ¡Damián! — busco la caja mágica que contiene películas eróticas cuando ambos están en la sala.

— Damián abre la puerta, necesitas consuelo y aquí lo traigo. Él abre la puerta, mira la caja y después a amigo— De acuerdo está bien, ¿Qué puedes realizar? — tomas piensa con una mano e su rostro — acosarlo, pero no lograrás que lo tengas como quieres o que lo ames de forma platónica.

— O ¿Te puedo contratar a ti? — Tomás se sorprende mucho por lo que acaba de escuchar.

— ¿Qué? — dice incrédulo.

— Sí, me ayudarás, necesito tus servicios — Damián sonríe.

— ¡Claro que no! No lo haré. Aparte no soy gay y no hago trabajo para mi familia — Tomás esta nervioso.

— Primero no soy familiar tuyo, y segundo no te ofendas.

— No me ofendí amigo, no soy homofóbico por si es lo que piensas y no quiero realizar esto, sería algo incómodo para mí.

— Aparte de que podría ser mi primer experimento con un chico homosexual, sería algo extraordinario para mi reputación, pero ¡no! Me niego.

— Además, tampoco quiero que ese chico quede traumado con mi actuación, él llorará, se le partirá el corazón en dos y luego ¿Qué sucederá? — le dice.— no, me niego, no lo haré Damián.

— De acuerdo — menciona Damián — en realidad tampoco quiero que quede como dejas a esas mujeres, así que mejor olvídalo — Tomás asiente algo más tranquilo.

Él se va a su cuarto Y tomas se sienta en el sofá.

— ¡Gracias Tom y disculpa por eso, es una mala idea! — escucha a su amigo gritar desde su habitación.

Pero vuelve a salir para agarrar la caja de películas eróticas.

Suspiró un poco, esa idea es una locura y de solo pensarlo se me eriza la piel.

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