IV.

2.4K 226 51
                                    

Narra Tobirama

Algo me hace desear los labios del Uchiha por eso lo bese, y el me correspondió.
Me fui sentía que mis mejillas las adornaba un color carmesí, me fui a casa quería olvidarme de eso, no quiero pensar que puedo llegar a enamorarme del Uchiha.
Ni si quiera pude ir a casa, porque me habló mi hermano ahora que querrá.

—Ya llegué que es lo qué quieres

—No me hables así Tobirama

Un aura deprimente le había rodeado.

—No te pongas así, solo dime para que me ocupas.

—Veras hermanito, el señor feudal quiere que vallas personalmente a visitarlo, quiere hacer te una propuesta pero no estás obligado.

—Y porque no viene el

—Porque tiene trabajo tienes que ir tú y por cierto te acompañara Izuna

—¿Por qué él?

—Porque ahora mismo no tengo otro ninja disponible y además quiero que se lleven bien

—Tks... Bueno ya que, ¿él está enterado?

—Sí, tienen que irse ahora mismo

—Bueno, adiós.

—Hasta luego

Y entonces me fui ahora si a mi casa, pero no a descansar si no a alistar mis cosas.
Una vez que termine de guardar mis cosas, me dirigí al baño para lavarme la cara, ya lavada levante la mirada y mire la marca que hace un rato me hizo el Uchiha, eso provoco un leve sonrojo en mis mejillas.
Sin más me fui y llegué a la entrada de la aldea, esperando al Uchiha.

Narra Izuna

Otra vez haría misión con el Senju peor aún tenemos que ir con el señor feudal y con las perras de sus hijas, y sí, tengo muchos celos, de tan solo verlas junto a MI SENJU estaba que explotaba de rabia, ya que.
Al llegar a la entrada de la aldea lo vi esperando y emprendimos viaje, no podía dirigirle ni una solo palabra seguía avergonzado del beso que nos dimos, al recordar eso se me coloraron los cachetes.
Voltee a mirar al Senju y este estaba con su mirada seria, fría, como siempre tiene que ser un hielo.

Todas las noches las pasamos acampando en el bosque porque tomamos una ruta más corta y en esa ruta no había aldeas pequeñas. Y muy pocas veces me dirigía la palabra, pero solo para hablarme de la misión, quería decirle de la razón del beso, pero siempre tengo que ser tan tímido y nunca me atrevo a preguntárselo.
Pero ya no sería a así.

—Oye Senju, te quiero pre-preguntar sobre el be-beso, ¿qué paso?

Estoy tartamudeando, no puede ser me va a delatar.

—No lo sé, no sé qué pasó-

—Eh, bueno

Qué respuesta más idiota me dio, ya no quería decir más mis mejillas otra vez se pusieron rojas de la vergüenza.
Me pregunto qué es lo que pensara.
Que siente el por mí.
Todas esas preguntas inundan mi cabeza.

IdiotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora