Epílogo

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Un albino iba abriendo sus ojos ya que el calor abundaba ahí, se percató que un azabache lo estaba abrazando y recordó lo de anoche, sonrió de lado recordando el miedo que sentía el Uchiha hacia los truenos de la tormenta.

Tobirama volteó a ver a su lado derecho y vio a su hermano abrazando al otro Uchiha y se dijo así mismo *parece ser que les tienen miedo a los truenos jajaja*.

Se disponía a levantarse, pero alguien lo jalo de la manga de la camisa, era Izuna.

—Tobi, no te vayas

—¿Por qué?

—Porque quiero que estés conmigo

Levantó al Uchiha y lo cargo estilo princesa y se lo llevó a la otra casa de campaña, sin hacer ruido para que los otros no se despertaran.

Lo dejó delicadamente en la cama de aquella carpa, se posicionó encima de él y se acercó a su oído para susurrarle.

—Ahora ya tenemos más privacidad

Y un sonrojo por parte de Izuna y el albino le dio un beso que poco a poco se convirtió en uno apasionado, el Uchiha lo abrazó del cuello para que sus cuerpos estuvieran más juntos y empezaron un baile con sus lenguas.

Advertencia lemon















El calor de sus cuerpos fue aumentando y sus ropas ya eran un estorbo, Tobirama le fue quitando la parte superior de las prendas del contrario, dando paso a su cuello que empezó a lamer y besar, dejando uno que otro chupetón, fue bajando hasta quedar en los pezones del azabache que los lamio mientras que su otra mano pellizcaba el otro.

Izuna jadeaba y daba pequeños gemidos que excitaba al albino, una erección por parte del Uchiha se hizo presente.

—Estas duro Uchiha— decía el Senju tocando el miembro del otro sobre la ropa.

—Ahh mm— Izuna sentía un inmenso placer que ya no soportaba estar así.

—Tobi ya métemela

—Tus deseos son órdenes-

El albino le quito los pantalones junto los bóxers y después él se des vistió, quedando los dos completamente desnudos.
Tobirama agarro su miembro y lo introdujo lentamente en la entrada del azabache.
El Uchiha lloraba del dolor y la vez del placer que sentía, estaba tan desesperado que olvido por completo el dolor y movió sus caderas como señal al Senju para que se moviera.

Y así fue el Senju lo empezó a embestir lento....

—¡Tobirama! ¡Más rápido!

—Está bien, pensé que querías acostumbrar te

—Tu solo hazlo más rápido

Tobirama lo embistió con más fuerza y rapidez, Izuna gemía del placer, pero trataba de no gritar porque había gente durmiendo al otro lado.
Pero esos gemidos eran suficientes para el Senju que lo incitaba a darle más rápido.

—Me corro— dijo el Uchiha jadeando.

—Yo también, ágamos lo juntos.

El albino se corrió en el interior de Izuna, y el contrario en su abdomen y en el de Tobirama.
Salió de su interior y se acostó al lado de su amor.

—Te.... Amo... Izu

—Yo también... Te amo

De lo agitados que estaban no podía hablar claro.
Descansaron un rato y después se vistieron y salieron de ahí, para que sus hermanos no sospecharan.

Fueron al río, Tobirama a mojarse la cara e Izuna lo acompaño, mientras se mojaba la cara aprovechó para echarle gotas de agua a su novio y que fue respondido con más gotas.

Estuvieron jugando a mojarse como si fueran niños.
Y dos personas los observaban detrás de un árbol.

—Se ven lindos jugando, ¿verdad Maddy?

—No, es feo

—No seas así

El castaño lo abrazó y lo beso en los labios.

—Hazte para allá

Recibió un empuje del azabache, pero también tenía un sonrojo por la acción del Senju.
Los mayores regresaron a recoger las cosas, después llamaron a los menores para partir a su aldea.

1 día después....

Ya estaban a las puertas de Konoha, al entrar todos los aldeanos saludaron a los recién llegados y ellos devolvieron el saludo.
Caminaron a la torre del Hokage para dejar los informes, ese día no tendrían mucho trabajo, no había casi papeles que revisar y a Hashirama se le dio la idea de pasar su día libre con su Madara.

Y los menores se fueron a la casa de Izuna, porque en casa de Tobirama estarían sus hermanos.

El albino junto su amado, se la pasaron viendo películas, platicando y dándose cariños.
Ya que todo el tiempo que estuvieron separados les pareció un infierno porque se necesitan el uno al otro como si sus vidas dependieran de ello.

Pero ellos se aman, siempre será así, el destino los juntos, empezando por la rivalidad de sus clanes, siempre peleaban entre ellos y una vez conseguida la paz pudieron descubrir sus propios sentimientos.
El amor que se sienten el uno al otro no cambiará, aunque se opongan ellos lucharán por estar juntos hasta la eternidad....

—Izuna le tienes miedo a los truenos jaja— decía con burla el albino y el azabache le hizo un puchero.

—No me cambies de tema Idiota....

Fin.

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