X.

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Completamente llenó de emoción, nervios y amor.

¿Amor?

Si amor, amor la palabra que sentía el Senju menor hacia un Uchiha en particular, Izuna.

Hoy era el día esperado por Tobirama, era todo o nada, hoy se le declararía a su amado Uchiha.
De una forma romántica, con una cena por supuesto, lo haría con amor porque es una persona especial para Tobirama.

Apenas se sitúa la mañana, hizo su rutina normal, desayuno, pero esta vez le ayudó muy temprano a su hermano con papeleo y de más.
Estaba muy tranquilo en la oficina del Hokage ordenando papeles, papeles y más papeles, Hashirama le entró curiosidad del por qué el comportamiento tan extraño de su hermano, nunca lo había visto tan centrado en ayudarle.
Le preguntó qué era lo que le pico, el Senju menor solo contestó "es un día especial"

¿Especial en qué? se preguntaba el castaño, pero ya no le diría más, porque tenía mucho trabajo por delante.
Ya era medio día y solo faltaba tres papeles más por revisar, Hashirama tenía prisa porque deseaba ver a Madara, le encargó a Tobirama que se quedará un rato en la oficina en lo que iba a un "mandadito".
El albino no se quejó lo único que le dijo que no se pasará de las 4:00 pm.
A esa hora empezaría con los preparativos para su cena romántica con Izuna, mientras tanto estando en la oficina tenía que planear con que palabras se le declararía, pero nada, su mente estaba en vacío, en blanco en pocas palabras.

Estresado por no saber con qué palabra se expresaría, decidió escribir en una hoja el diálogo que entablaría con el Uchiha, pero nada, más frustrado no podía estar, solo queda una opción, improvisar.

No tenía de otra tenía que improvisar, si es que no se le ocurre nada, porque quería que Izuna lo tomará en serio, que viera que de verdad lo ama y que daría todo por él.

Después de media hora regresó Hashirama, eran las 3:30 pm, el albino al ver que llegaba su hermano corrió como relámpago, ni siquiera le importó que Madara llegará con él, porque entre más temprano prepare las cosas mejor.

Llegó a casa a preparar la comida, preparó bolas de arroz, udon y después fue a comprar dangos los preferidos de Izuna.

Ya lista la comida salió al bosque a colocar una mesa al lado del río, también puso un mantel sobre la mesa, color rojo pasión, adorno los alrededores de la mesa con velas.
Al camino hacia la mesa lo adorno con pétalos de rosas rojas, dando su toqué romántico.

Fue a su casa nuevamente, ahora para arreglarse únicamente para el Uchiha, se metió a la regadera y sintió como las gotas de agua caían sobre su cuerpo, volvió a pensar de qué manera se expresaría ante Izuna, pero no podía pensar claramente porque aún tenía cosas por hacer.

Cuando salió del baño se dirigió a su cama donde ahí tenía la ropa que usaría, era un traje formal negro, se peinó como siempre, con las puntas del pelo paradas.

Después acarreó toda la comida hacía el bosque, no se veía ni notaba ningún rastro de persona o animal que haya encontrado el lugar, eso le alivió un poco.

Como acto final prendió todas las velas que había alrededor de la mesa, eran 6:50 todavía faltaba para que dieran las siete.

Así que espero, pasaron 5 minutos y pudo visualizar a una persona acercarse esa persona era, Izuna.
Vio como se sentaba en una de las sillas.

El corazón de Tobirama latía muy rápido empezaba a sentir nervios en todo el cuerpo, la emoción de querer demostrarle lo mucho que lo ama, no se tranquilizaba.
Era el momento de declararse, pero primero cenar, y platicar cosa triviales, pensó el Senju tampoco se va a declarar rápido, porque así ya no hay emoción.

Ahora el albino miró detenidamente al Uchiha, realmente es hermoso, pensó el Senju admirando a la belleza que se encontraba en frente.
Se acercó a Izuna para estar frente a el, donde solo dos palabras salieron de su boca.

—Hola Uchiha....

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