Idiota

XIII.

Se encontraban Tobirama e Izuna en el bosque frente el río, platicando sobre ellos, se les veía muy felices y pues claro que lo eran.

Se aman y mucho hasta tal punto de dar su vida por el otro.
Se daban besos que demostraban sus sentimientos sinceros y caricias amables.

Pero lo que ellos no sabían era que estaban siendo observados por tales ninjas de una aldea no conocida.
Estas personas desconocidas tenían la tarea de vigilar los para poder así planear el ataque.

Oficina del señor feudal.

—Los hemos estado vigilando señor, se les ve muy felices, yo digo que está mal que hagamos eso.

—Cállate tu harás lo que te diga o si no ya sabes las consecuencias.

—Sí, perdón señor

—Bueno dentro de dos días se ejecutará el plan, no digo más

—Está bien, señor

—Gracias papi por ayudarnos a estar juntas con Tobirama

—Claro hijas es por el bien del país de fuego.

¿Qué es lo que traman?

Con Tobirama e Izuna

—Te amo Izu

—Y yo a ti Tobi

—Qué te parece si nos metemos al río para refrescar nos

—Bien

Y así se quitaron la ropa quedándose solamente en ropa interior.

Se la pasaron toda la tarde en aquel bosque ya de noche regresaron a casa del Uchiha en donde Tobirama se quedó a dormir con el.
Porque cada uno disfruta la compañía del otro y durmieron abrazados.

Al día siguiente...

—Buenos días amor

—Buenos días Tobi

El Senju le dio un beso en la frente para después levantarse y cambiarse de ropa y los dos bajaron a desayunar, este día no se encontraba Madara en la casa por cuestión de trabajo con Hashirama.

—¿Qué quieres desayunar Izuna?

—Quiero un café con unas galletas

—¿Seguro?

—Si

Entonces el Senju sirvió la mesa y se sentaron los dos a desayunar.
Durante el desayuno Tobirama veía a los ojos a Izuna y a este le provocaba constantes sonrojos que hacía que el albino se derritiera de ternura con tan solo verlo.

La mayor parte del día se la pasaron en casa del Uchiha porque Madara no volvía por estar con Hashirama haciendo quien sabe quién, supuestamente trabajo.

Esta tarde era lluviosa con el cielo nublado, el Senju y el Uchiha habían estado viendo películas, pero después se aburrieron y quedaron plácidamente dormidos en el sofá.

El primero en despertarse fue Izuna quien se levantó para ir al baño y cuando regreso vio cómo su novio ya estaba despierto así que se acercó a él y se sentó en sus piernas quedando cara a cara y lo que hizo el pelinegro fue besarlo apasionadamente que el otro correspondió gustosamente.

Se convirtió en un beso largo que por falta de aire se vieron obligados a separarse, con una sonrisa cada uno se volvieron a besar, pero ahora con lujuria y desesperación, que terminaron en jadeos y gemidos por el acto de amor que acababan de hacer.

Después de eso Tobirama cargo a su amado hasta su habitación para ahí acostarse y quedarse dormidos del cansancio.

—Buenas noches Izuna, te amo

—Buenas noches

Y terminaron dándose un beso casto para luego quedarse profundamente dormidos.

En otro lugar. . . .

—Si será perfecto, vamos a enseñarle a esa zorra del Uchiha que nadie se mete con lo nuestro, jajajaja.

Se encontraban dos mujeres riéndose malévola mente, mientras planeaban algo para nada bueno.