Idiota

VIV.

Era un nuevo día, exactamente en la mañana, Izuna iba abriendo sus ojos poco a poco, recordó que en la noche sentía besos en su cuello, pero no estaba seguro si fue un sueño o paso de verdad.

Se sentía confuso, se levantó de su cama y se sentó en ella, para después dirigir su vista a la mesa que se encontraba a un lado de su cama, al verla se dio cuenta de que había una nota y la leyó.

"Hoy a las 7:00 de la tarde te citó al bosque cercano de Konoha, al lado del río, arréglate y vente hermoso"
Para: Izuna Uchiha
De:... . "

En la nota no venía quien la había escrito, pero claramente decía que era para él, se preguntó quién lo había citado y un leve sonrojo se le escapó al momento de leer "vente hermoso"

¿Quién le habrá escrito eso?

Fue lo que se preguntó Izuna.

¿Peor aún quien lo había citado?

Sería una cita a ciegas, Izuna no quería dejar plantado a esa persona, por lo que decidió por ir.

Pero primero se quitó el pijama y se puso ropa para el diario, bajo a desayunar en donde encontró a Madara preparando el desayuno.

Fue tranquilo, disfrutó de comer con su hermano, pero no le mencionó sobre su cita, con lo sobre protector que es, de seguro lo espía.
Izuna salió a dar un paseo por las calles de Konoha, daba vueltas y vueltas porque estaba aburrido, no lo dejaba en paz la idea de que tendrá una cita anónima, lo comía la curiosidad de saber de quien se trataba.

Siguió caminando, cuando se encontró a su hermano junto con Hashirama, se les veía unidos, Hashirama rozaba sus dedos con la mano de Madara, tratando de agarrarla.
Eso provocó una risita en Izuna, el Uchiha menor se acercó a ellos para saludarlos lo cual correspondieron gustosamente.

—Ni-san, ¿no tenías cosas que hacer?

—Eh, bueno la verdad es que no, jeje

Se notaba un nervioso Madara.
Puesto que el aún no le decía nada sobre la relación entre él y Hashirama.

—Por cierto, Izuna esta tarde no estaré en casa tengo asuntos pendientes que arreglar.

—Está bien, que les vaya bien adiós.

Perfecto era totalmente perfecto, Madara no estaría en casa y eso le facilitaba las cosas a Izuna, ya no tendría que poner un pretexto a su hermano sobre su salida.
Aunque ¿Cuáles asuntos tendrá Madara?
Quien sabe, solo él.

Izuna ya llevaba casi una hora caminando y se le provocó un poco de cansancio y hambre, se dirigió a una tienda de dangos.
Compró unos cuantos, y salió de ahí para irse a su casa a comer de la forma más cómoda, iba de caminó a esta, realmente todo era tranquilo, solo veías personas pasar y escuchabas el canto de los pájaros, un escenario tranquilo y llenó de paz.

Cuando llegó Izuna a su casa se fue a la cocina dejar los dangos y agarró una cajita en la que contenía unos cuantos, se sirvió té y fue a sentarse en el comedor, para comenzar a comer, sinceramente se sentía relajado, sin preocupaciones solo se dedicaba a dar mordiscos a una bolita de los dangos.

Se fijó en la hora y marcaba las 5:30 de la tarde, se apresuró a ir al baño puesto que se había acordado de la cita.
Se bañó para estar limpio, se puso de ropa un kimono negro con el logo Uchiha de lado derecho de su pecho, eso kimono lo había guardado esperando el día en el que lo iba a usar, este era su día.

Se cepillo el pelo y lo ató en una cola baja, dejando su fleco rebelde de siempre, se puso un perfume olor a lavanda, quería ir presentable y "hermoso" Como se lo pidió la carta anónima.
Se sonrojo al recordar esa parte.
Ya eran las 6:45 de la tarde y se dispuso a emprender camino a su destino.

Trato lo más que pudo de que nadie se diera cuenta de sus pasos, no quería ser el centro de atención.

Al llegar al lugar citado estaba echo por un camino de pétalos de rosas rojas, camino sobre los pétalos, que al término del camino se encontraba una mesa y alrededor de esta, era acompañada con velas, en la mesa se sitúan solamente dos sillas con comida encima de esta.
Simplemente un escenario romántico.
Izuna se sentó en una de las sillas a esperar a su "pretendiente".
Cuando de las sombras de los árboles sale un albino con un traje formal de color negro.
Izuna estaba totalmente sorprendido nunca imagino que el Senju lo había citado, pero en su interior su corazón estaba que se salía, su cuerpo desprendía un sudor frío y su emoción no se calmaba, y su corazón se aceleró aún más recordando la palabra "hermoso" Que había dejado en la nota.

No cabía duda de que Tobirama se le va declarar al Uchiha.
Pero Izuna en ese momento estaba paralizado de la emoción.

—Hola Uchiha....