XVII.

1.1K 120 20
                                    

4 días después......

Izuna se despertó muy temprano ese día, era un lunes por la mañana exactamente a las 5 de la mañana.
Pues para el Uchiha era un día especial, era el día en el que recuperaría a su Senju, Tobirama.

Pero estaba algo preocupado por su hermano porque él está inseguro de que Tobirama estuviera en un genjutsu.

Pero en cambió Izuna estaba totalmente seguro, por verlo con sus propios ojos.

Narra Izuna.

Estoy muy impaciente quisiera dormir más, pero los nervios de intervenir en esa boda, pero que importa, no será agradable esa boda.

Bajé a la cocina, ya tenía hambre y encontré a mi hermano ahí, haciendo de comer.

Ya eran las 7 a esa hora ya era costumbre que nii-san se levantará.

—Buenos días ni-san

—Buenos días, Izu

—¿Qué estas preparando?

—Es un omelet

—¡Que rico!

Mi hermano sonrió por mis palabras, tardo 5 minutos más y ya estaba hecho, le ayude a servir la mesa y nos sentamos a comer.

—¡Provecho! — dije oliendo la comida exquisita que preparó nii-san

—Provecho

Empezamos a comer y note algo tenso a mi hermano, ¿será por lo de Tobirama?

—Ni-san, que pasa te noto inseguro

—Izuna sabes que el Senju no me da buena espina—dijo refiriéndose al albino.

—No te preocupes, verás que tengo razón

—Está bien, confiare en ti

—¡Sí!, por cierto, ¿asistirás a la boda?

—¡Ni loco hago eso!

—Jaja, está bien, pero, ¿no vas a acompañar a Hashirama?

—¿¡Eh!? —reflejo un sonrojo en sus mejillas cosa que me provocó una risa.

—Jajaja, ¿por qué te sonrojas?

—Yo no hice eso, además no sé si iré acompañando a Hashi

—Vamos ni-san hazlo por él, se sentirá triste si va solo

—Mm no lo se

—Ni terminara esa boda porque yo llegare al rescate— hice pose triunfadora

—Está bien lo haré por Hashirama, pero no me culpes si vómito

—Jaja, bien

—Le diré que lo voy a acompañar, porque cuando le dije que no iría se deprimió.

—Ok

Fin narración de Izuna

Y Madara fue a decirle a Hashirama que asistiría a la boda, mientras Izuna su fue al bosque a relajarse.

Llegó a una parte del bosque especial para él, el sitio donde Tobirama se le declaró, su cabeza se inundó de aquellos recuerdos.

Recordando la parte donde hacían el amor provocando un rubor carmesí en toda su cara.

IdiotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora