999 trozos.[DISPONIBLE EN AMAZON]

CAPÍTULO 12.

Al escuchar la palabra "Joe" volteé de inmediato, y me acerqué lo más rápido que pude al doctor y le dije:

—¿Si? Somos nosotros. ¿Está todo bien? —Claramente parecía alterada, el doctor solo sonrió y dijo.

—Está todo bien, la operación se complicó un poco, pero Joe ha salido. En un par de horas más, les avisaremos para que puedan entrar a verlo.

Dicho esto, el doctor se fue y yo respiré. Pude estar tranquila, mis nervios se habían ido. Hoy había sido un día intenso, con mucha angustia, tristeza y preocupación. La operación se complicó y después de largo rato de incertidumbres y angustia, el doctor ha salido y con felicidad nos dijo que todo estaba bien, ya su corazón está recibiendo ayuda, el doctor nos ha dicho que fue difícil y era muy necesario, su corazón estaba muy deteriorado, lo cual era muy extraño ya que Joe era muy joven y tenía buena salud, pero lo que importaba ahora es que estaba bien, esas tres horas y media se me hicieron eternas.

Ya eran las 12:00 pm, ya todos tranquilos y seguros de que Joe estaba bien, el doctor regresó y nos dijo que ya podíamos pasar a verlo. Casi corrí hacia donde se encontraba, al entrar vi a mi Joe indefenso, pero tan tranquilo que me dio felicidad, su respiración era normal, suave y su cara estaba totalmente relajada, sus ojos cerrados hacían ver sus largas pestañas y su cabello rizado estaba totalmente despeinado, y aun así me pareció el chico más guapo que jamás había visto en mi vida.

Margareth, Lauren y Duncan entraron conmigo, sonreímos todos al verlo, Margareth le dio un beso en el frente y susurrando le dijo:

—Ya estamos aquí contigo, mi pequeño Joe. Ya todo estará bien.

En ese momento, Joe comenzó a reaccionar, volteó hacia dónde estábamos todos viéndolo, al parecer le dio tanto gusto que sonrió.

—Sobreviví. —dijo entre pequeñas risas.

—¿Te duele mucho? ¿Cómo te sientes? —cuestioné mientras me sentaba a un lado suyo.

—Estoy bien, me duele un poco. Gracias a todos por estar aquí.

—Te queremos Joe, ya queríamos saber de ti. Anie estaba que se moría de nervios. — Lauren comentó riendo y tomando su mano. — Me alegro que salgas de esta.

—Joe, nos queríamos asegurar de que estuvieras bien y de qué Anie no se metiera a media cirugía por qué es una desesperada he. — Dijo Duncan en medio de risas y sentándose a un lado mío. — Pero bueno, ahora que sabemos que estás bien, nos tenemos que ir. Cuídate mucho, en cuanto estés en casa nos avisas para ir, ¿ok?

—Okey, le dire a Anie que les avise. Gracias.

—Margareth, ¿no gusta que la lleve a su casa a descansar? —Le dijo Lauren mientras la abrazaba.

—Hmm, no estoy segura.

—Tranquila, yo me quedaré con Joe, usted vaya a descansar y mañana le diré a mi mamá que pase por usted para que traigan ropa para cuando Joe salga. —Dije dándole una pequeña sonrisa. — No se preocupe, todo estará bien.