CAPÍTULO 7.

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joe douglas 

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joe douglas 

Una semana pasó desde que por fin tuve el valor de besar a Anie, y aún no dejaba de pensar en ello, fue de las mejores decisiones que pude haber tomado, con Anie me sentí muy bien yo, cosa que nunca antes me había imaginado con alguien más, me dio la confianza de poder contarle toda mi vida sin sentirme juzgado, Anie era de las mejores personas que pude haber conocido jamás, me arrepiento de no haberme dado cuenta antes de la gran persona que tenía enfrente, pero siempre estaba tan asustado que nunca me entregó completamente y por esa misma razón nada me salía bien, pero ella llegó en el momento menos esperado y como un rayo de luz iluminó aquella parte de mí que no creía que pudiera existir. 

Estaba decidido en por fin pedirle a Anie que fuera mi novia, no sabía si para ella tener una relación formal fuera igual de importante como lo era para mí, no era el hecho de querer ser parte o tratar de poseer, si no el simple hecho de saber qué un día en especial podría ser solamente para ambos, pero para poder llevar a cabo mi plan necesitaba ayuda de alguien más, y no había nadie que la conociera mejor como sus amigas, Lauren y Ester. Mi mejor opción era Lauren, a ella la vio todos los días y sabía el tiempo en que ella estaba libre, así que opté solo por Lauren, a Ester la vería después y tal vez le preguntaría cosas mínimas sobre los gustos de Anie en caso de que a Lauren se le llega a pasar por alguna razon. 

Estando en la universidad tenía que llevar a cabo mi plan, justo cuando pensaba en eso, Lauren pasó por un lado mío 

—Oye... ¡Lauren! —dije en un pequeño grito para que nadie más se alertara. 

—Hey Joe, ¿qué pasa?, solo voy con Anie, ¿vamos? 

—No, espera, quiero hablar contigo —dije aún muy nervioso. 

 —Vale, pero en este momento voy con Duncan, ¿pasa algo? —mencionó con una expresión de confusión. 

—Sí, todo bien. ¿A qué hora nos podemos ver los tres? Sin que Anie se entere, claro. 

—¿Los tres?

—Sí, no hay problema con que se entere, con que sepa guardar el secreto me basta —sonreí. 

—Pues perfecto entonces. A la última hora me toca con Duncan ya Anie le toca filosofía, entonces puedo decirle a Duncan que nos saltamos clase unos minutos y vamos contigo, ¿te parece? 

—Perfecto, gracias Lauren, solo será un momento, lo juro. ¿Nos vemos en el estacionamiento? 

—Vale, nos vemos. 

La chica de cabello castaño se fue en dirección a su aula, solamente estaba ansioso por lo que estaba a punto de hacer, en mis clases no dejaba de pensar en ello, quería que todo saliera bien, quería que Anie se diera cuenta de lo especial que era ella para mi. 

Pasaron las horas y me fui lo más rápido que pude al estacionamiento, al llegar vi que Lauren y Duncan ya estaban esperándome. 

Me acerqué y les dije: 

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