CAPÍTULO 20. PRIMERA CARTA, LADO 1.

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12 de noviembre de 2001.

Hola, cariño.

Es extraño que esté haciendo esto si estoy realmente jodido, pero en mi momento de tristeza siento que es el mejor método para poder liberar mi dolor.

¿Quieres saber por qué estoy así? Obviamente es por ti, han pasado apenas tres días desde tu muerte y no he dejado de llorar ni un solo día, no sé si podré vivir así.

Hoy ha sido un día muy doloroso para mí, por eso he llegado y me he encerrado directamente en mi habitación, tomé esta hoja y esté lápiz para poder hablar, de una u otra forma te siento poquito más cerca de mí, me gusta pensar que es así, que estás sentada a mi lado y te estás riendo de cómo lloro como niño pequeño por qué te quiero cerca.

Pero bueno, te contaré algo. Hemos llegado a un acuerdo todas las personas cercanas a ti que te queríamos y te conocíamos realmente, hoy todas aquellas personas están de luto por ti, cuando desperté pude sentir aquel dolor en el pecho que me hacía recordar que ya no estabas aquí, y me cambié con aquella ropa oscura que resaltaba la tristeza.

Mamá también fue, ella ha estado aquí conmigo compartiendo dolor, pero durante el camino ninguno dijo nada, ella también siente irreal que ya no verá a la niña de bonita sonrisa.

Cuando llegamos a aquel jardín verdoso, lleno de recuerdos y dolor, mi estómago sintió una gran presión, pero no le tomé importancia.

Vi aquella cajita pequeña color café oscuro pero muy brillante, sabía que ahí estaba gran parte de tu cuerpo, pero tú no estabas ahí, lo más probable es que anduvieras rondando por ahí, viéndonos y dándole cálidos besos en la mejilla a tu mamá para que se sintiera menos sola, y lo entendía, ella lo necesitaba incluso un poco más que yo. Me negué a aceptar que estabas ahí, sabía que esa no eras tú, tampoco quería recordarte por última vez así, apagada y sin vida, prefería recordarte viva, con tu sonrisa enorme y tus ojos rasgados; así te llevaría siempre en mi corazón.

Todos tus familiares lloraban en silencio, otros tenían la mirada perdida, e incluso había unos que no tenían ningún gesto, solamente abrazaban a su familiar más cercano. De tu familia solamente conocí a tu mamá, es una lástima que haya conocido a todos los miembros de tu familia de esta forma. Lauren y Duncan estaban a mi lado, Lauren a mi derecha y Duncan a mi izquierda. Duncan tenía su cara cubierta con sus manos, su respiración era extraña, claramente estaba llorando, Lauren tenía su cabeza recargada en mi hombro y solamente noté su cara muy triste, con unas ojeras enormes. Ester también estaba ahí, parada del otro lado dando vista frente a mí, lloraba desconsoladamente con un pañuelo en mano, no sabía aún si la odiaba, claramente sabía que no tenía la culpa de tu muerte, pero si no me hubiera besado, todo hubiera sido diferente, ¿me entiendes ?, bueno, mejor no hablemos de ella ahora.

Tú mamá estaba sentada con la pequeña caja sobre sus piernas, la apretaba muy fuertemente y lloraba muy bajito, solamente te miraba y platicaba contigo, nadie quería interrumpirla, todos sabían que estaba destrozada, ya había perdido a las únicas dos personas más importantes de su vida.

¿Y yo? No lo sé, no lloré en ese instante, solamente miraba a mi alrededor, pensando y sintiendo mi alma desgarrarse cada vez más, dolía, quemaba como el jodido infierno y las lagrimabas pesaban cada día más intentando salir.

Estaba tranquilo hasta que Lauren se levantó de su asiento, llamó la atención de todos y habló sobre ti, ahí fue donde me inundé de lágrimas, ahí fue donde mis sentimientos se movieron y volvió el dolor.

Lauren dijo: "Conocí a Anie Vittelo en una fiesta, estaba sola y decidí acercarme, desde lejos pude ver cómo transmitía buena vibra, bailamos un buen rato hasta que tuvo que irse, cuando se fue solamente podía pensar "Joder, ojalá coincidamos otra vez". Y así fue, casualmente íbamos juntas en la misma universidad, Anie me acogió con tanto cariño y amor en su corazón, era una excelente amiga por qué siempre estuvo para cualquier cosa, así fuera bueno o malo ella estaba ahí. Se hizo presente, ella era brillante y tenía una buena vibra siempre, era inteligente, madura y tierna a la vez, cariñosa...—Su voz comenzó a quebrarse y sus lágrimas salían poco a poco, pero siguió, quería dejar en claro la excelente persona que eras—sorprendía con sus ideas y ocurrencias a cada momento, nos hizo felices a todos, sabía escuchar y aconsejar. Era buena amiga por el simple hecho de existir y de verdad siento que hice algo realmente bien para que llegara a mi vida, realmente ella era increíble. Jamás manchen su memoria, ella se fue por que no merecía estar en un mundo tan horrible...— Todos lloraban y miraban a Lauren, ella solamente se agachó y soltó el llanto, y entre medio de su llanto dijo — Joder, Anie, te voy a extrañar cada maldito día, será un infierno estar sin ti, pero estarás aquí— dijo señalando la parte izquierda de su pecho mientras miraba el cielo— siempre estarás aquí en mi corazón. Te amo como a nadie, siempre serás mi amiga. Gracias por haber existido y robarme el corazón. Descansa y cuida muy bien a tu mamá y a Joe, te necesitarán como no tienes idea."

Tú mamá abrazó a Lauren y le agradeció sus bellas palabras, llorando aún se volvió a sentar a mi lado, besó mi mejilla y en eso Duncan se levantó, y decidió hablar también, dijo: "Hola, mi nombre es Duncan Bramson. Anie era de mis mejores amigas, la conocí en el instituto y la confianza que teníamos era grandísima, la quería mucho...la admiraba como a nadie, era un ejemplo a seguir para mí, era muy inteligente y fuerte, valía mucho la pena y creo que todos están conscientes de eso. Tenía unos sentimientos hermosos, me ayudaba a cualquier cosa, cuando decidí abrirme y contar sobre mi orientación sexual tenía un miedo de que ya no quisiera volverme a hablar, pero en vez de eso me miró y me sonrió, fue un momento verdaderamente divertido entre Lauren, Anie y yo — Duncan río con la cabeza agachada como si estaba recordando aquel momento exacto.— después de eso, fuimos a ver otra película y supe que no me había equivocado de amistad, era excelente persona, linda y nunca me juzgó. Tuve su apoyo incondicionalmente...—comenzó a llorar y limpiándose las lágrimas dijo—era mi familia, Anie siempre fue mi hogar. Me hizo sentir seguro de mí mismo y ahora...no será lo mismo sin ella. Lauren y yo te extrañaremos, pequeña. —aventó un beso al aire y se sentó a mi lado nuevamente. 

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