CAPÍTULO 15.

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Joe Douglas

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Joe Douglas.

Anie era mi inspiración para todo, me ayudaba a ser mejor persona con el simple hecho de sonreírme. Tenía la sonrisa más bonita que había visto en mi vida, sus pecas en toda su cara eran como si fuera el camino para llegar a casa, donde te sientes en paz y quieres quedarte por siempre, sus manos tan pequeñas que cada que rozaban las mías me hacían sentir tan afortunado, era mi centro de inspiración y motivación, el hecho de que pasara por mi vida y ahí se quedará era simplemente único. Todas esas cosas son las que me hicieron saber que Anie era el amor de mi vida, pasaron por mi mente en milésimas de segundos cuando Ester me besó, no podía hacerle esto a Anie.

Cuando sentí los labios de Ester pegarse con los míos, no reaccioné. Me quede helado, y al parecer Ester se dio cuenta de ello

—Perdón. —dijo Ester alejándose y con sus mejillas rojas del nerviosismo.

—Ester...no.

—¿Pasa algo?

—Pasa que...Anie y yo somos novios, eso pasa. —Mi semblante era serio, acabábamos de cometer un error los dos, lastimaríamos a una persona que no merecía sufrir.

Ester se quedó helada, su mirada se conectaba con la mía sintiendo culpa.

—No...yo no lo sabía, Joe. Dios mío, ¿qué acabo de hacer? Mierda Joe. ¿Por qué no me quitaste?

—No lo sé, está claro que no quería, pero no reaccioné, estabas vulnerable y no creía que era el momento...

—No puede ser. —Caminaba por toda la habitación, desesperada y mordiéndose las uñas. — ¿le diremos?

—¿Crees que sea buena idea?

—Si. — dijo en seco. — Si se entera por alguna otra persona jamás nos perdonaría.

—No veo a alguien que pueda decírselo. Ester, estamos en mi habitación.

—Joe no, entiende. Jamás podrás estar igual con ella si sabes que le estás mintiendo, y Anie se dará cuenta, Anie se da cuenta de todo.

—Okey, si quieres se lo digo yo.

—¿¡Cómo puedes estar tan tranquilo!?

—No lo estoy, me preocupa mucho. Amo a Anie, pero si me altero como tú no solucionaré nada.

—Okey, tienes razón. ¿Sabes? Mejor me voy.

Aquella chica rubia salió de mi habitación, sin cerrar la puerta y sin decir ninguna palabra, y yo me había quedado solo en mi habitación, hundiéndome en mi preocupación de cómo se lo diría a Anie, no quería perderla, me sentí un completo estúpido, otro en mi lugar hubiera reaccionado en cuestión de segundos, pero yo no, me quede sin hacer nada y eso podría ocasionar perder al amor de mi vida.

Joe_8:00 p.m.

Cariño, ¿crees que puedas venir mañana? Si no estás ocupada, claro.

Solo quiero que sepas que te amo con toda el alma.

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