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"La segunda vez que me presente

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"La segunda vez que me presente."

"Foto tomada por Adamaris. Fue el primer beso que hubo entre Jany y Alicia en un partido de básquet al que se coló todo el grupo de amigos, pero para desgracia de Ali; de eso January ya se olvidó."

Día 1,911.

Viernes- 05-04-2015.

Alicia...

La brisa golpeaba mi rosto con delicadeza, el césped provocaban cosquillas en mis pies descalzos, veía a Rubí balancearse de un lado a otro ondeando en el aire su vestido verde.

-Pero esa vez fue tu culpa- les digo riendo- de no ser porque son unas tragonas no habríamos llegado tarde a clases y yo no hubiera rodado por toda la cera.

-Es una niña encantadora- dice Dafne a mi lado luego de unos segundos de risas- la haz cuidado bien, Ali.

-¡Esa es mi amiga!- dice la chica morena de cabello lacio abrazándome.

La rubia me miraba con sus ojos olivo fijamente, era mi amiga desde que éramos pequeñas, siempre fuimos Adi, Daf y yo, juntas contra el mundo, tiempo suficiente para conocerlas bastante bien y saber que en este momento la más alta de todas se mordía la lengua para no decir lo que pensaba.

-Suéltalo ya, ojos de moco- le digo a Dafne observando a mi pingüino que me gritaba para que viera que tan alto llegaba.

-¿Cuánto más va a durar?- la miro confundida a lo que prosigue- Lo de January, Rubí... ¡Todo! Creí que esa locura tuya era temporal pero... ¿te das cuenta que no podrás cuidarlas siempre? Jany está mal, Alicia. Deberías internarla y en cuanto a esa niña, no es nada tuyo, no tienes por qué hacerte cargo de ella. Mira yo he conseguido información sobre un hospital psiquiátrico y me han dicho de un orfan...

-¡Dafne!- la interrumpo- Cierra la boca antes de que te rompa la nariz de un puñetazo...

-Ya basta, Dafne- interfiere Adamaris tomando mi mano tratando de tranquilizarme- no creo que...

-¡No!- ahora es ella quien me calla- Escucha... sé que las amas pero solo estas retrasando lo que algún día va a pasar, January se está desvaneciendo y te está llevando con ella. ¡Piensa en ti un maldito segundo! Es lo único que te pido, vas a salir muy herida. En cuanto a ti, deja de decir que todo lo ella hace está bien.

-No entiendes...- le digo negando con la cabeza, llena de dolor- yo...

-Sé que te sientes culpable de que Mina haya fallecido y que estén solas, pero...

-¡No puedes pedirle que las deje! Ellas las quiere, deja tú de intentar que Sebastián te preste un poco de atención y supéralo si lo crees tan sencillo- dice la morena dándome su apoyo a lo que la rubia la ve molesta y dolida.

Hacía tiempo que las cosas estaban diferentes, sabíamos que algo ocurría con Adi, pero no sabíamos qué con exactitud y ese era el problema.

Hacía meses que nos había contado que había conocido a un chico, se había ido de casa para irse a vivir con él, lo único que sabía de él es que es un alcohólico con varias deudas y que mi amiga es capaz de hacer lo imposible por él, pero desde que apareció sus sonrisas ya no son las mismas, el brillo en sus ojos se ha estado apagando. Verla es como estar frente a un espejo, ella solo es una dulce chica que tomo malas decisiones por enamorarse de la persona incorrecta.

-No lo entiendes, ellas son mi familia, es lo único que me queda- le respondo mientras sin poder evitarlo se me quiebra la voz.

-Eso no es falso, me tienes a mí, a Adamaris, los chicos están preocupados por ti: Isaac, Fernando, Antonio, Carlos... Ángel, te quieren, Ali- me dice tratando de tomar mi mano mientras yo me levanto alejándome de ella.

Frialdad me sobraba. Cuando se trataba de hablar sobre January me era fácil aparentar que el tema no me dolía, que entre más pronto se fuera era mejor para mí, una carga menos.

Mentía, con mucho descaro pero estaba segura que en cuanto mi chica se fuera estaría destrozada, incapaz de encontrarle sentido al laberinto donde había quedo atrapada. Solía decirle a mi novia que por mí no se preocupara, que en cuanto se marchara yo me buscaría a alguien más y me llevaría a Rubí conmigo, que yo no me iba a dejar romper. Pero mentía, nunca podría amar a alguien más y claro que me dolería ya no tenerla conmigo. Pero mentía y todo mundo me creía. Mi Jany me creía.

-¡Rubí! Amor, vamos a casa.

-¡Te lo digo porque te quiero, Alicia! Tú vas a sufrir cuando ella ya no este y lo sabes... ¡Lo siento, perdóname! Fui muy dura contigo...

-Bien hecho, inútil- le dice molesta la otra chica para irse dejando sola a Dafne, se va a paso lento volteando de vez en cuando, observando como su pelinegra amiga se marchaba sabiendo exactamente como se sentía.

Tomo de la mano a la pequeña mientras me alejo del parque haciendo oídos sordos a los gritos de Dafne. A cada paso que daba mi ira disminuía. Sabía que Dafne tenía parte de la razón, tal vez ella se estaba rindiendo y yo solo la ataba a mi lado... puede ser que toda lucha era en vano, tal vez yo le hacía daño al no querer dejarla ir, tal vez solo tenía miedo de sentirme tan sola, como lo hacía cuando ella aún no llegaba a mi vida, tal vez January no era más mi chica y eso me dolía.

Ciento un apretones en mi mano y volteo, Rubí me ve con cariño.

- Todo va a salir bien, ¿no?

- Eso espero, princesa...

Llegando a casa observamos a January sentada en el columpio improvisado que nosotras hicimos en el patio.

-Hola, Rubí, ¿Quién es tu amiga?- le pregunta a su hermana viéndome coqueta.

-Un gusto, soy Alicia- le digo con dolor disimulado.

-January- me responde para seguir coqueteando conmigo, sin embargo, ya no logro oírla, algo me nubla la vista y me hace sentirme pesada.

Sentí una solitaria lagrima rodar por mi mejilla, la limpio con rapidez para ver a Rubí con una sonrisa tratando de consolarla, una vez que veo que lo he conseguido tomo a mi pequeña de la mano y entrando las tres juntas a la casa.

Era la segunda vez que me presentaba, una de las primeras veces que sentiría mi mundo caerse, una de las que menos dolería, porque al pasar del tiempo tendría que presentarme ante ella cientos de veces más, volverla a enamorar para que en una semana o menos me volviese a olvidar. Pero verla sonreír encantada cuando yo está cerca hacía que valiese cada segundo. Quizá era cierto, nada volvería a ser lo de antes pero me presentaría las veces que fueran necesarias, por mi princesa.

 Quizá era cierto, nada volvería a ser lo de antes pero me presentaría las veces que fueran necesarias, por mi princesa

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Presentate las veces que hagan falta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora