"No estamos solas"
"Uno de los pocos días de verano sin sol. Foto tomada por January que les puede jurar que no existía amistad más sincera que las de ellas."
Día 449.
Algún día de agosto del 2011.
January...
Mamá me dijo una vez que el amor no era algo sencillo, que tenía sus altas, que las bajas dolían, y mucho. Mamá decía que yo no era alguien enamoradiza, que yo era más bien una cruel realista, mamá dijo que eso estaba bien, que así no terminaría siempre con el corazón roto.
Mamá dijo que me cuidara, que había personas aparentemente buenas que solo buscaban hacer daño para después reírse en mi cara. Mamá dijo que no confiara en cualquiera, porque las personas eran expertas en ilusionarte y romperte. Mamá me enseño a no creer en hombres como papá, como aquel hombre que fue el primero en romperme el corazón.
Llega un punto en la vida en que te das cuenta que hay personas que con solo una mirada te dan de todo, yo lo entendí al conocerla a ella, mi Alicia, solo la vi una vez y me dio amnesia y lo supe al olvidar las advertencia de mamá, yo solo la quería a ella a mi lado. Y es que era mi chica preferida, la princesa verde de mis cuentos de hadas, de café, libros y música, la que me obligaba a ser valiente solo porque quería poder tocar su mano cuando había más personas alrededor, me obligo a ser mejor persona al no escuchar lo que se murmuraba a mi lado porque lo que deseaba era caminar de su brazo por las calles, ella me ayudo a superar todo los obstáculos que tendría el estar juntas. La plática con sus amigos fue la parte más difícil.
Me presento a Dafne y Adamaris meses después de que comenzáramos a salir, no podía haber estado más celosa de alguien en la vida.
Ellas lo tenían todo, recuerdos con Ali, su cariño, complicidad, su completa lealtad y confianza. Eran mi principal rival, mi más grande inseguridad. Mi pingüino era mi primer amor y si de algo estaba segura es que ellas eran las que tenían mayor probabilidad de arrebatarla de mi lado, y es que eran el todo de Alicia, eran su persona, sus mejores amigas, a las que les contaba todo, y a las que acudía cuando no sabía dónde ir, solo con chasquear los dedos podrían apartarla de mí, y sí, eso me aterraba.
Pero pronto descubrí que tan equivocada estaba, esas chicas tan risueñas y amigables terminarían por ganarse mi cariño, aún más al enterarme que tras el abandono de sus padres cuando Alicia les presento a su primera novia, ellas junto a sus amigos la habían acogido, y nunca la habían dejado sola. Desde ese día fueron las tres contra el mundo. Daf y Adi le daban esa seguridad a mi novia que la hacía saber que mientras ellas estuviesen a su lado no caería, y eso era lo que más importaba.
ESTÁS LEYENDO
Presentate las veces que hagan falta.
Teen FictionEl trastorno bipolar; la hizo morir viva, la hizo olvidar. Es una maldición en forma de persona, se hace llamar Viernes. No tocó la puerta, sólo entró, sin pedir permiso. La encontró dormida en aquel sofá y decidió no despertarla, jamás. Le robó ros...