"Días dulces"
"Foto tomada por January que luego de seis años aún no puede creer que esa pelinegra es su novia."
Día 2,274.
Un día de Agosto del 2016.
January...
Cuando desperté escuche risas en la sala por lo que me levante curiosa. Me coloque las pantuflas de Ali y baje las escaleras.
-Feliz cumpleaños- me dicen dos voces sosteniendo un pastel casero de chocolate.
Rubí me veía con una sonrisa soñadora, con los mismos dos moños de siempre y sus hermosas pecas, un poco más atrás de ella estaba Alicia tenía un vestido hermoso color negro con puntos blancos, sus pies descalzos, además de su cabello negro ahora corto decorando su rostro.
-¿Es mi cumpleaños?- pregunto confundida.
-Sí, tonta. Lo es- me responde Pingüino abrazándome por la espalda.
Pasamos la tarde viendo Harry Potter, las tres amábamos las películas, sin embargo, solo Ali había leído los libros.
-¿No tenías que haber ido a trabajar?- le pregunto a la pelinegra a mi lado.
-Hoy no, es mi día libre, quería pasarlo con ustedes- me dice abrazándome por los hombros y besando mi frente para después hacer lo mismo con Rubí que ya se encontraba taladrándome con la mirada.
Si hablábamos de celos ella era la reina, el tiempo había cambiado muchas cosas en nosotras, más para mal que para bien, pero si algo seguía intacto era el cariño que ambas teníamos por mi hermosa chica de pestañas largas. Mamá estaría orgullosa de ver la estupenda mujer en el que se ha convertido mi Alicia.
Se levanta del suelo para prender su radio, comenzó a sonar It's time de Imagine Dragons, se acercó a nosotras y nos extendió a cada una de sus manos invitándonos a bailar con ella. Giraba y brincaba de un lado a otro con Rubí siguiéndole el paso, era la vista más hermosa que alguna vez pude haber comparado. Había observado montañas, bosque, playas, cascadas y otros cientos de paisajes, pero ninguno se le comparaba a este, nada se le comparaba a ella. Ella es tan hermosa, tan sencilla, tan alegre. Ella es poesía, ella es amor, es paciencia, es esfuerzo. Ella es lo mejor que me ha pasado en la vida, por quién sigo despertando luego de que Viernes aparece, ella es lo más valioso que me queda.
¿Qué será de mi cuando la olvide para siempre? ¿Qué haré el día en que ya no recuerde nada y solo sea una chica vacía y sola sin nadie a quien recordar? Fácil, ese día sabré que mi lucha ha terminado, que ya no tengo nada por lo que pelear. Para cuando eso pase la memoria de la chica que se coló por mis pupilas habrá vivido lo suficiente como para buscarla en la vida siguiente o al menos esperar a que me haga compañía en el siguiente mundo.
-Baila conmigo, mujer- me dice tomando mis manos.
-La palabra "amor, cielo o princesa" suenan más románticas. ¿Sabes, bebé?
-Sigue soñando- me responde rodando los ojos.
Posa sus manos en mi cintura a lo que yo entrelazo mis manos en su cuello, escondo mi cara en hueco bajo su cabeza, mientras ella nos balancea de una lado a otro. Aspiro su aroma, café. No importa cuántos años pasen, no importa cuántos años nos duelan, ella siempre tiene el mismo olor, ella siempre sigue siendo la misma, tal vez más madura y más mujer, pero siempre es mi Ali.
Si alguna vez alguien me hubiera dicho lo mucho que dolería el tener a esa hermosa chica de pestañas largas, cabello negro y ropa holgada a mi lado, lo habría tachado de demente, ahora la loca soy yo por esperar que el final sea distinto al que todos ya sabemos que ocurrirá. Pero habré apreciando cada segundo con ella, eso nadie puede dudarlo.
-Venga, preparare chocolate caliente... y café- dice Alicia desapareciendo rumbo a la cocina.
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Presentate las veces que hagan falta.
Teen FictionEl trastorno bipolar; la hizo morir viva, la hizo olvidar. Es una maldición en forma de persona, se hace llamar Viernes. No tocó la puerta, sólo entró, sin pedir permiso. La encontró dormida en aquel sofá y decidió no despertarla, jamás. Le robó ros...