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"La quinta vez que me presente"

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"La quinta vez que me presente"

"Foto tomada por el dúo dinámico mientras Alicia y Jany les hacían travesuras a los demás. Ellos veían algo celosos el brillo en los ojos de su amiga al ver a January, porque claro, según ella no estaba enamorada."

Día 3,147.

2-01-2019.

Alicia...

Me subí por primera vez a una montaña rusa cuando tenía diez años, me encontraba muy asustada, y con toda la razón, ya que al bajar no era la misma, las piernas me fallaban, las manos aún me temblaban y yo me sentía más valiente.

Algo así me sentía ahora. January había tenido muchos descontroles últimamente, por lo que aproveche que Rubí se estaba quedando con Ariel para traerla al psiquiátrico.

-Señorita De la Rosa- me llama la doctora saliendo de la habitación junto a mi novia- pase por aquí.

Me siento delante de ella viéndola impaciente.

-¿Qué pasa con mi Jany?- digo rompiendo el silencio incómodo.

-Es difícil de explicar en realidad.

-Hágalo sencillo entonces- la interrumpo- es usted la psiquiatra ¿no?

-Ella no está aquí- la veo confundida- pasara muy seguido en los siguientes meses, como si se apagara. Hice un ejercicio con ella. Su pareja y yo hemos creado un espacio en su cabeza para que ella almacene las cosas que no quiere olvidar.

Lo dice feliz, tan feliz que pareciese que se ganó la lotería esta tarde. La doctora menea su cabello sintiéndose una celebridad.

-¿Como una caja de recuerdos?

-Exacto. Ella ha logrado recopilar ciertas fechas, momentos, incluso rostros.

-¿Podrá recordarme?- ella me ve con lastima, supongo que estoy a nada de un colapso sin siquiera darme cuenta.

-Lo dudo. Ella recuerda a la chica pelinegra que conoció hace ocho años, pero no a usted. Sabe su fecha de aniversario, me dijo que se conocieron un martes y sabe perfectamente cómo fue, me contó sobre algunas de sus citas, momentos. Pero eso dura unos tres años, luego de eso todo es muy confuso para ella, un vació en su cabeza.

-Pero... ¿ella regresara?

-Tal vez por leves momentos, con suerte y de vez en cuando; por un día entero- cierro los ojos con fuerza negándome a llorar- Ella creo su propio mundo, señorita. Es un lugar donde le crecen margaritas de las manos y los martes caen del cielo. Un lugar donde los viernes nunca llegan, el cielo llora todo el tiempo y los anocheceres le saben a usted.

Me dice muy sonriente, completamente indiferente al dolor en mí.

-¿De qué me sirve? ¿Cree que eso me consuela, que estoy más tranquila al saber que al menos nuestro tiempo juntas significa algo para ella?- le digo molesta- ¿Sabía que January tiene una hermana pequeña? Se llama Rubí y es la niña más maravillosa del mundo, ahora es toda una adolescente y hace años no recibe un abrazo de su hermana porque ella no sabe siquiera quién es, así que no venga con su sonrisa tonta como si fuera la noticia del siglo.

-Lo siento mucho, no lo sabía- me contesta apenada bajando la cabeza.

-Claro que no, a usted no le interesa, pero déjeme le digo algo; mientras usted se porta victoriosa porque su paciente está mal y eso requerirá muchas visitas aquí y el que pueda llenar su cartera, una niña sin nada de culpa llorara esta noche cuando le diga que Jany no volverá, mientras tanto usted estará celebrando con una copa de vino completamente dichosa sin que el dolor ajeno que sentimos los que queremos a January le afecte en lo más mínimo.

Salgo del despacho furioso, veo a mi novia sentada junto a la puerta.

-Mujer- ella voltea a verme- salgamos de aquí.

-¿Quién eres?- me dice confundida.

-Soy Adamaris- le miento sin ánimos para tratar de hacerla recordar quien soy- voy a llevarte con Alicia.

-De acuerdo- engancha su brazo con el mío empezando a caminar hacia la salida- ¿Por qué no está aquí?

-No se sentía bien- volteo hacia atrás y veo a la psiquiatra viéndonos con lágrimas en los ojos.

-En ese caso hay que ir rápido con ella, extraño a mi niña.

-Ella también te extraña a ti- siento otra vez un nudo en la garganta- te extraña mucho.

-Ali nunca será capaz de decirme algo como eso a la cara ¿sabes?

-Lo sé.

Seguimos caminado, al frente la apuesta del sol, el paisaje favorito de Jany. Me permito observarla mientras esta distraída, a la chica que amo, con la que solía compartir cigarros y bailes, con quien solía ver las estrellas y recitarle poemas cuando estaba dormida porque así no me escucharía. Pero ya no era mía, ahora le pertenecía a momentos que no iban a regresar, a un conjunto de acontecimientos que no serán porque ya fueron. Ella, mi definición de poesía, de tragedia, de nostalgia, desorden y dolor. Yo, el fantasma del pasado que ya murió. 

 

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⏰ Última actualización: Jul 13, 2021 ⏰

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