"Cuando Alicia eligió a su favorita"
"Foto tomada por mamá Mina, se había propuesto fotografiar a la pareja lo más que pudiera, la suya era una hermosa relación, jamás un novio de January le había agradado tanto como aquella pelinegra. Esas chicas sí que sabían aprovechar una linda tarde de verano."
Día 860.
Miércoles- 10-10-2012.
January...
Me remuevo en la cama buscando el cuerpo de mi Ali, al no sentirlo abro los ojos viendo el lado derecho del colchón completamente vació y frió, hacía tiempo que se había ido. Me pongo la pantuflas de pingüinos de mi novia, se las había regalado en su cumpleaños, pero intentar que esa chica llevara zapatos, sería como intentar que Voldemort oliera un pastel recién horneado. Escucho risas en la cocina así que allí me dirijo a paso perezoso.
-¡La bruja al fin ha despertado!- grita Rubí a media escalera.
-Te vas a arrepentir, pequeño monstruo- gritó persiguiendo a mi pequeña hermana.
La pequeña niña se esconde tras las piernas de Alicia a penas llegamos con ella y mamá a la cocina. Vestía una de sus camisetas gigantes, unos pantalones holgados, igual de grandes, y su cabello en un moño despeinado con mechones sobresaliendo de este, su cara al natural estaba adornada por una sonrisa angelical.
-¿Qué les paso?- pregunto divertida ocasionando que Rubí las vea y suelte carcajadas. Vemos a las mujeres delante de mi con sus caras y ropas llenas de harina, mientras preparan de desayuno.
-¡Ella empezó!- contestan ambas al unísono.
Desde que Ali, piso la casa rápidamente mi familia se encariño de ella, era su don, no había conocido a nadie que resistiera a su encanto y es que al solo verla te daba una tranquilidad sorprendente, no importa que pasara, ella podía hacerte sentir mejor con solo una sonrisa.
La abrazo por la espalda mientras ella aun prepara los panqueques y mamá los lleva a la mesa.
-No estabas cuando desperté- le digo al oído haciendo un puchero.
-Eso fue culpa tuya por despertar tan tarde- se gira para besar mi frente y yo la abrazo por la cintura- además intentar despertarte abría sido completamente en vano.
-Te amo, Ali- ella no me contesta solo me aprieta más fuerte, no me hacía falta que lo hiciera, yo sabía lo que sentía por mí y lo difícil que le era expresarlo, pero me lo demostraba, eso era más que suficiente para mí.
Antes de que pudiera contestar alguien me jala por la espalda para suelte a Alicia.
-¡Arriba las manos!-me grita divertida mamá fingiendo tener una pistola entre sus manos- yo la vi primero, la chica es mía- concluye abrazando a mi novia mientras me saca la lengua.
-Eso es falso, yo se las presente- digo forcejeando con mi madre mientras Ali solo se ríe de nosotras.
-Pero a mí me quiere más- salta mi hermana a los brazos de Alicia uniéndose así a la pelea.
-Tendrás que elegir a tu favorita, linda- le dice mamá- yo te hago reír- la intenta chantajear moviendo sus cejas de arriba a abajo.
Miro a mamá con falsa indignación.
-Yo te amo mucho- le digo siguiendo el juego.
-Yo te doy de mis dulces- Me mira retadora Rubí.
-Yo elijo a...- hace una pausa creando suspenso sonriendo con gracia- a Pay ¿Quién es mi consentida? tú, mi amor, tú- concluye tomando en brazos a el perro en el suelo que le lame la cara feliz.
-¡Traición!- continúa con el juego mamá.
No soy ningún genio, me queda más que claro. No sabía muchas cosas, pero si sabía algo, ella era alguien maravillosa. Podías verla cantar y bailar como loca, tocar música con tanta pasión, ver como adoraba el cielo nocturno y compararla con la Luna, su poesía, que fluía como el aire para respirar, su sencillez, su amor. Era tan perfecta que sabía que sí la dejaba sola cualquiera se enamoraría, y yo no estaba dispuesta a ver como eso pasaba, si, era egoísta, pero era la egoísta más afortunada que existiera con el simple hecho de tenerla a ella a mi lado, mi Alicia, mi pingüino.
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Presentate las veces que hagan falta.
Teen FictionEl trastorno bipolar; la hizo morir viva, la hizo olvidar. Es una maldición en forma de persona, se hace llamar Viernes. No tocó la puerta, sólo entró, sin pedir permiso. La encontró dormida en aquel sofá y decidió no despertarla, jamás. Le robó ros...