El trastorno bipolar; la hizo morir viva, la hizo olvidar. Es una maldición en forma de persona, se hace llamar Viernes. No tocó la puerta, sólo entró, sin pedir permiso. La encontró dormida en aquel sofá y decidió no despertarla, jamás. Le robó ros...
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"La décima vez que me presente"
"Foto tomada por el dúo dinámico a Alicia, su mejor amiga, mientras los demás chicos intentaban hacerle ver que su pantalón no era lo único roto."
Día 2,639.
03-08-2017.
Alicia...
-Gracias, chicos. Los amo tanto- dije saltando a los brazos de mis amigos para un abrazo grupal.
Se habían enterado por medio de Dafne que me había quedado sin trabajo por lo que habían hablado con el dueño del bar que me ofreció un puesto de camarera gustoso de tenerme devuelta en su local.
-Por ti lo que sea, enana- contesto Ángel por los cinco.
-Golpeare a ojos de moco en la cara cuando la vea- dije risueña- claro, después de abrazarla y agradecerle.
Adamaris, no había mucha información que dar sobre ella ya que ni yo la tenía. Como el Sol, viene y se va. Ella era una chica con malas decisiones y un profundo amor que la hacía hacer locuras de las que se arrepentía. Lloraba en mi hombro, él tenía el descaro de buscarla y podían pasar meses hasta que volviera a verla, con más moretones que antes, mas vacía que la vez anterior.
Caminamos juntos a mi casa entre risas. Isaac me baja de su espalda una vez que ya estamos en la puerta ya que hacia medio camino que me traía cargada.
-Iré a verlos tocar en la noche.
-Más te vale- amenaza Carlos quién parecía que cada día estaba más delgado.
-Y crece rápido- dice el dúo dinámico burlándose de mi baja estatura- ya te estás haciendo vieja y aun no creces.
Entre risas los chicos se van después de revolver mi cabello uno por uno. Entro a casa donde Rubí esta encima de January en el suelo con un peine en mano tratando que esta se deje peinar, apenas notan mi presencia estas se separan bruscamente para mirarme atentas.
-¡Tengo el trabajo!
Ambas comienzan a celebrar felices para después correr a abrazarme. Cualquiera nos hubiera visto cual dementes y pensarían "¿Tanto escándalo por un simple trabajo en un bar?" Pero para mí no era solo eso, este trabajo significaría mantener estable a mi amada January el mayor tiempo posible, significaría hacer una dulce niña se dedique a disfrutar su juventud tal y como cualquier niña de doce años debería hacer y no en tener que conseguir dinero para seguir adelante, este trabajo significaría no dejar que les haga falta nada.
Pasamos la tarde tumbadas en el césped del patio, Rubí se divertía corriendo por todos lados mientras yo estaba acostada en las piernas de January que acariciaba mi cabello con delicadeza. De pronto mi novia se detiene bruscamente, me paró para verla asustada esperando toparme con la visita de Viernes, para mi sorpresa Jany solo se encuentra viendo hacía enfrente con una sonrisa burlona mientras entrelaza su mano con la mía, volteo para encontrarme a Rubí haciéndole señas a su hermana para que me suelte mientras su cara se pone cada vez más roja de la furia.
-Corre, pingüino, corre- dice mi niña tomando mi mano mientras corre con January pisándonos los talones- aléjate de la bruja.
Las risas se oían por todos lados, Jany gritaba insultos con diversión. Pero la alegría no es eterna. Los colores y la diversión habían abandonado el rostro de January.
"Viernes" pensé. Fui lo suficientemente rápida como para interponerme en el momento que mi novia había tomado una gruesa rama de árbol lista para golpear a mi pingüino, está comienza a llorar desconsolada pidiéndole a su hermana que parara observando como descarga su furia en mí.
-Vete de aquí- le suplico entre gruñidos de dolor, sin embargo, me ignora tratando de arrebatar la rama a January.
Los golpes pararon de la nada, coloco a Rubí detrás de mí para ver a la chica delante de mí, está tiene un semblante confundido.
-¿Monstruo? ¿Quién es ella?
-Ella es Alicia, mi amiga- dice la niña de moños aun asustada por el reciente ataque viendo el chorro de sangre que escurría de las heridas en mi cara y brazos, en especial una que lograba empapar la mayor parte de mi camiseta de un líquido rojo espeso.
-Un gusto, soy January- dice con una sonrisa en el rostro y el mismo brillo en los ojos que tenía el mismo día que la conocí- ¿Te encuentras bien? Te vez muy herida.
-Es tímida- responde mi pingüino por mí al ver que estoy pensativa- Pero estará bien, ¿no?- pregunta alarmada por mi estado a lo que yo solo asiento.
Se lleva a su hermana hacía la casa al ver que necesito un tiempo a solas.
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