SALVAJE (COMPLETO)

Capítulo 1

Indagar.

Dax

La ciudad de Hell era un lugar lleno de monstruos, monstruos de verdad. Era una ciudad alejada de todo, con sus propias reglas que seguir y que romper también. Su gobierno corrupto y repleto de personas viles que eran capaces de cualquier cosa por obtener un pedazo del queso.

A las afueras de la ciudad en una de las colinas estaba La Fortaleza, un lugar misterioso, lleno de secretos y monstruos. Había existido desde que la ciudad tenía otro nombre, en ella estaban las peores personas y no había nada bueno dentro de este lugar: hasta ese día.

Mi madre me decía que entrar aquí era la muerte misma y que desde que se acordaba había muchos rumores de este lugar. Cuando las personas lograban salir no eran las mismas. Siempre creí que era solo una leyenda que algún sujeto había inventado para que la ciudad tuviera visitas y que estuviera en la boca de todos. Pero por desgracia me tocó llegar aquí y fue que descubrí que lo que mi madre decía no era del todo mentira.

Lo tuve que ver para poder confirmar que Hell sí estaba llena de monstruos y yo era uno de ellos.

—Van a traer a alguien —Bee se acercó a nosotros.

—¿Quien?

—Una chica, supe que había matado a un sujeto.

Ella me miró con los ojos llenos de ilusión.

—Te imaginas que...

La calle antes de que terminara de decir aquello.

—No lo digas —siseé —. Aquella posibilidad no existe.

Se encogió de hombros.

—Puede ser —dijo trémula.

Mi mirada se oscureció por un momento.

—¿Cuando llegan?

Olfatee y sentí un suave aroma invadir mis fosas nasales, de inmediato mi corazón latió errático contra mi caja torácica. La sensación me abrumó tanto que necesite tomarme unos segundos para que toda la bruma se disipara a mi alrededor y así regresar a mi posición inicial.

—Ya vienen —avisé.

—Déjenme hijos de puta, suéltenme.

Gruñía. Su corazón latía rápido y su respiración era agitada.

—¡Yo no hice nada! ¡Quiero irme de aquí!

La puerta de la entrada se abrió, en ese momento todas las miradas se dirigieron a las tres personas que iban entrando: la rubia esposada y los dos policías que la sostenían de ambos brazos mientras ella se retorcía para intentar liberarse.

La miraba desde arriba, seguía cada uno de sus movimientos.

«Quiero irme de aquí. Yo no debo estar aquí. Yo no quiero estar aquí»

Repetía una y otra vez. Como si aquella fuera una oración que la pudiera salvar de este maldito infierno.

—Pobre de ella —musitó Bee —. No sabe donde se metió.

Negó con la cabeza moviendo algunos de los mechones negros de su corto cabello.

El olor a pureza me golpeó el rostro como un fuerte puñetazo dado en mi estómago. Era dulce y delicado, como todo lo que ella representaba en ese momento.

La escuché gritar y llorar hasta que llegaron a la oficina de Axel. Quise no escuchar las tantas mentiras que le iba a decir en ese momento y decidí salir al patio para fumar un poco.

—Lo de hace rato...—los pasos de Bee se acercaban pisando las hojas que se habían de los árboles —...yo...no.

—No te disculpes, Bee —le entregué el cigarrillo —. No es tu culpa que aún haya un poco de esperanza dentro de ti, dentro de todos —corregí.

—Ha pasado mucho desde que vi el exterior —botó el humo por la boca —, ya ni siquiera sé si mis padres están aquí.

—Al menos tú tienes a alguien que te espera allá afuera, Bee, yo no tengo a nadie.

—Solo quiero...

—Y lo haremos, Bee —volteé a verla —, algún día vamos a salir de este maldito lugar.

Ella sonrió al mismo tiempo que me entregaba el cigarrillo y juntos miramos la noche y como la luna se escondía entre las pocas nubes que había aquella noche.

Eran tiempos difíciles para los ciudadanos de Hell y las personas recurrían a lo más bajo para poder sobrevivir. Se escuchaba el rumor que la ciudad iba a entrar en una especie de ajustamiento, lo que quería decir que iban a borrar todo lo que tuviera que ver con la podredumbre que aquí nacía. Borrar cada rastro de que esta ciudad existió algún día y que para las siguientes generaciones esta solo fuera una leyenda y nada más.

Cuando eso sucediera yo no quería estar aquí, quería irme lejos antes de que eso pasara y para ello primero debía salir de este lugar y buscar aliados para poder acabar con Axel y todo lo malo que era la Fortaleza.

Subí las escaleras de dos en dos y al llegar pude escuchar a lo lejos un sollozo. Era una especie de llanto, había mucho dolor y rabia contenida, más que nada. Caminé entre la negrura que era la noche y me detuve en la última puerta de aquel pasillo. Aquella puerta estaba abierta, sin seguro, así que me pude escabullir sin que la ocupante me pudiera escuchar.

Me quedé frente a la puerta, observando. Estaba hecha un ovillo, con las manos metidas entre sus piernas, sus mechones rubios se esparcen en la almohada y la pequeña cama donde dormitaba. Su respiración era lenta, pausada y de vez en cuando suspiraba con fuerza.

Cerré los ojos y busqué en su mente, en aquellas memorias que ella ya no recordaba y la vi: era pequeña con rizos de cabello rubio volando, una bonita sonrisa se dibujaba en sus labios y el vestido se movía con el viento que soplaba en aquella tarde de verano.

Un hombre la empujaba mientras ella se sostenía de las cuerdas de aquel columpio y pude ver la felicidad en su máximo esplendor.

Indague más allá y pude obtener todo de ella, desde el momento que nació hasta la noche en la que tuvo que matar al depravado que casi la viola en aquel callejón.

Las leyes en Hell estaban podridas así como todo su sistema y sus habitantes.

—Has tenido una vida bella, Devon —pasé mis manos por su cabello —. Lamento mucho que hayas tenido que caer en este horrible lugar.

Los gritos dentro de su mente me hicieron temblar, ella estaba temblando. Sus dientes chirriaban, su piel era fría.

—Calma, mi pequeño conejito, esta vez el lobo no te podrá coger, pero no siempre voy a estar para salvarte de sus garras.

Mi voz era un murmullo que se metía en su mente y volvía sus pesadillas sueños, bonitos recuerdos que por ahora no la harían gritar y la dejarían dormir en paz.

🌸🌸🌸🌸

Devon y Dax han regresado y vienen con todo. Les había dicho que la historia iba a estar ambientada en un futuro lejano, pero pensándolo bien será ambientada en un pasado que nunca ha existido, esta historia es ficción así que podemos jugar un poco con la realidad.

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