C A P Í T U L O I

305 38 19
                                    

D I C I E M B R E, 1 9 5 2.

La alarma rechina por todo el apartamento de Frank Iero, mientras él intenta desperezarse de su sueño, bajo las sábanas. La deja sonar un rato más, mientras se encuentra asimilando la idea de que es nuevo día. En un rápido movimiento, se levanta de su cama aun envuelto en sábanas simulando un capullo, y va en busca de la alarma. Al encontrarla, la apaga y se fija en la hora. Son las 7.00 A.M.

Frank comienza su ritual matutino, abriendo las cortinas, prendiendo la estufa para amenizar el frío, y dirigiéndose al fregadero de la cocina que estaba a una esquina de la habitación y que funcionaba parcialmente como un cuarto oscuro. Se apreciaban bandejas de revelador y fijador apiladas a un lado del fregadero, junto a una cámara Argus C3 colocada en un estante, cerca de una colección de bombillas rojas o ámbar y papel fotográfico.

El departamento estaba escasamente amueblado, y gran parte del espacio de las paredes estaba ocupado con fotos en blanco y negro que Frank había tomado, principalmente de las calles de Nueva York y de paisajes urbanos. Mientras se cepillaba sus dientes el timbre sonó. Una. Dos. Tres veces. Se deshizo de las sábanas alrededor de su cuerpo y se dirigió hacia la ventana, abriéndola y asomándose.

La novia de Frank, Jamia Nestor, lo miraba desde la calle, afirmando su bicicleta. Estaba bien envuelta en su bufanda y una linda boina.

– Me gustan tus garabatos – Le dijo Frank desde arriba. Jamia mira la calle que la rodea, estando cubierta de dibujos de niños, hechos con tiza.

– Sí- ¡He estado ocupada! – Le contesta sonriendo. – No sé cómo lo haces para estar tan atractivo por la mañana.

– Gracias. Estaré en un minuto allá abajo.


Frank conduce la bicicleta de Jamia para ir a su trabajo. Ella se sienta en la parte de atrás y coloca sus brazos en su cintura para tener un mejor agarre, mientras él sigue pedaleando.

– Recibí los horarios. Me llegaron al correo ¿Me estás escuchando? – Le pregunta Jamia.

– ¡Te escucho! Tienes los horarios.

– Y hay dos viajes disponibles para Francia en Junio, y otro en Julio.

– Wow – Frank exclama de forma desinteresada a los planes de su novia.

– ¿Entonces, qué piensas? – Le cuestiona.

– Pienso... pienso que hace demasiado frío para pensar bien – Le responde él, y mira un segundo hacia su dirección para dedicarle una sonrisa juguetona.

– ¿A sí? Entonces pedalea más rápido para que entres en calor – Ella le responde con una sonrisa. Frank acelera y Jamia se ríe, mientras aprieta más su agarre. Ella empieza a cantar "I love Paris in the... summer-time!" mientras se alejaban.


Afuera en la entrada de empleados, Jamia y Frank se encontraban en una larga fila de joven personal esperando a entrar a su trabajo. Todos los trabajadores lucían igual de deprimidos y fríos.

– De todas formas ella quiere hacerlo para ti, así que no vale negarse. Una vez que se le mete una idea en la cabeza... Sólo está emocionada de tener a otro chico en la familia además de Evan-

El dialogo de Jamia se ve interrumpido cuando el guardia de seguridad abre las puertas, y la línea de empleados empieza a moverse.

Una vez entrando, cada trabajador recogía un gorro de Santa, colocándoselo obedientemente. Jamia pasa por la puerta y toma un gorro, se lo coloca con un poco de esfuerzo, mientras sigue adelante.

– Regalos de temporada por parte de la gerencia – Dice el guardia mientras le pasa un gorro a Frank, mas, él no se lo coloca y sigue adelante atrás de su novia.


GERARD// frerardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora