F I N A L

172 25 25
                                    


A B R I L, 1 9 5 3

Frank aun se encontraba en el apartamento de Brian, estaba encerrado en el baño sentado en el borde de la bañera a un lado de la ventana, tomando aire fresco. Se escuchaba la fiesta desde afuera, pero seguía sin sentirse lo suficientemente listo para unírseles nuevamente. De repente siente unos cortos y rápidos golpeteos en la puerta.

– Disculpa. Sólo un segundo – Responde.

Frank suspira y se levanta de su lugar, abre la puerta. Era Thomas, quien vestía un abrigo y bufanda.

– Oh, te vas a ir – Exclama sin ánimos el castaño.

– Así es ¿Me vas a extrañar?

Frank no desvía la mirada de los ojos de Thomas esta vez. El rubio se acerca más a su cuerpo, lo suficiente como para susurrarle en su oreja.

– Escucha, Frank. Va a haber una reunión un poco más intima más tarde, algo exclusivo ¿Me entiendes? En mi departamento – Le comenta al más bajo, usando un tono más seductor – Rápido, muéstrame tu mano.

– ¿Ahora lees la suerte?

– Yo doy suerte, cariño.

Thomas toma la mano de Frank y escribe su dirección con una pluma sobre la palma de este.

– Así no se te olvida – Le guiña un ojo y se retira. El más bajo lo observa caminar hacia la puerta.



A B R I L, 1 9 5 3.

M I S M O  D Í A   E N   L A   M A Ñ A N A.

Entre los autos y edificios se puede ver a Frank pasar, vestido para el trabajo con un elegante traje negro. Apuraba el paso entre la muchedumbre a medida que divisaba el edificio del New York Times. Su nuevo corte de cabello y estilo de vestir lo hace ver de cierta manera más sofisticado y maduro, lo cual es imposible no relacionarlo con la influencia que Gerard tuvo en él.


Este mismo iba en un taxi directo a la oficina de Brendon, mirando de forma distante por la ventana en medio de un semáforo en rojo. Hasta que lo divisa a él cruzando la calle, sus ojos se abren de la impresión, la luz del semáforo cambia y el taxi se empieza a mover. Frank se pierde de vista mientras que Gerard aun lo mira por sobre su hombro a través de los autos y la gente.


Ya dentro del elevador, Gerard se empieza a preparar mentalmente para lo que le espera en el salón, sabe que será una reunión intensa. Las puertas se abren y él sale para entrar en el vestíbulo. Una vez adentro, Lindsey, Brendon, el abogado de Lindsey Dallon y la taquígrafa se voltean al notar su llegada. Momentos después ya todos estaban instalados en el salón reunidos en torno a una mesa.

– Bueno – Empieza Dallon, tosiendo un poco – Sentimos que, tomando en cuenta la seriedad de los cargos y la inconsistencia de la evidencia, mi cliente tiene varias razones para esperar un fallo a su favor.

– No tan rápido, Dallon. El psicoterapeuta de mi cliente está totalmente satisfecho con su recuperación desde... los sucesos ocurridos en invierno, aclarando que él es totalmente capaz de cuidar de un niño. Además, no ha tenido más contacto con Frank Iero – Contrataca Brendon – Y tenemos dos declaraciones de instituciones mentales diciendo que, en sus opiniones, una serie de eventos llevados a cabo por la esposa de mi cliente, lo llevaron a tener un quiebre emocional, lo que resultó en los acontecimientos dichos anteriormente.

GERARD// frerardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora