Hola mis amores bellos!
Ya estoy aquí con el nuevo capítulo ¡Yei! así es mis amores, está historia trataré de subirla antes del 1 que es la fecha limite para el concurso jejeje, así que no tendrán que esperar tanto.
Gracias por sus apoyo siempre, ustedes saben que amo escribir para ustedes. Y pues dedicarles este capítulo, que espero disfruten~
Capítulo 1.
"München mag dich"
El enorme letrero en la entrada del aeropuerto fue lo primero que Lyan leyó al llegar al gran Múnich, Alemania. "A Múnich le gustas" Ojalá fuera verdad y a esa ciudad y sus habitantes les gustara su presencia. Desde que tenía memoria -y de eso hacía casi cien años- su familia se la había pasado emigrando de un país a otro, haciendo que para Lyan fuera estresante.
A cualquier lugar que iba, no podía permanecer más que unos pocos años, o meses en todo caso. ¿Por qué? Por el simple hecho de que a pesar de los años él nunca envejecía. Lyan soltó un largo y cansado suspiro, se sentía como los Cullen en la película de Twiligth, huyendo cada cierto tiempo por no poder envejecer, y a pesar de que, para cualquier persona el saber que los años no pasarían por sus cuerpos pudiera ser la mejor de las noticias, para el pequeño Lyan Kim era completamente estresante.
Abriendo sus azulados ojos, el chico miró anonadado los campos completamente cubiertos de nieve, Múnich era hermoso cuando el invierno reinaba sobre sus hermosas tierras. Acomodándose mejor en el asiento afelpado, soltó un largo y cansado suspiro, podía escuchar a la perfección como su madre parloteaba completamente fastidiosa sobre alguna tienda de ropa que seguramente iría a visitar cuando ya se hubiera instalado completamente.
No es que no tuviera una buena relación con su familia, más bien era la enorme diferencia entre cada una de esas personas y él. Su madre, una mujer de envidiable belleza, pero de actitud déspota e interesada únicamente en gastar la fortuna de su padre, un hombre recto y que siempre actuaba de buena voluntad, y una odiosa hermana que lo único para lo que servía era para ir de compras y hacerle la vida imposible.
A pesar de ser el menor, Lyan no disfrutaba de las comodidades que traía el ser él hijo menor, al contrario; sobre sus hombros cargaba con la enorme tarea de seguir con el linaje de la familia Kim, y la de continuar con su raza. Eso le cansaba. Si él hubiera tenido la oportunidad de escoger al nacer, jamás hubiera deseado ser quien era. Una bella criatura con un par de brillantes alas, un hada para ser exactos.
Así era, el delgaducho Lyan Kim era un hada de casi un centenar de años, 99 para ser exactos. Si las personas supieran definitivamente lo tacharían de loco, o en el peor de los casos, tratarían de asesinarlo. Como lo contaba la historia de la familia.
No se sabía a ciencia cierta de donde habían venido, pero si algo contaban las crónicas escritas de su abuelo, era que los antepasados de los Kim habían comenzado la aventura de sus vidas en el continente asiático, en Bali Indonesia para ser exactos; terminando con el tiempo en diferentes lugares del mundo.
Soltando un largo suspiro, Lyan miró de nuevo hacia las montañas nevadas, estaba completamente cansado. Levaban 2 días completos de viaje en tren, razón de peso para sentirse de esa forma. Se acomodó el gorro de su chamarra de cuero, ignorando las instrucciones de su madre para cuando por fin llegaran a su nueva residencia.
La número 21 en los últimos tres años. Lyan ya estaba harto, quería una vida normal, una en donde pudiera asentarse sin el miedo a que cada cierto tiempo tuviera que salir huyendo. Y no solamente por eso, sino por lo que estaba a punto de pasar: su próximo cumpleaños.
Gimiendo internamente trató de no volver a pensar en eso, por el bien de su salud mental. Cerró los ojos durante unos segundos, y cuando por fin estaba por quedarse dormido el tren se detuvo, anunciando por los altavoces la llegada a la estación central y a su destino. Su madre lo zarandeó suavemente, consiguiendo de esa manera su atención. El pequeño rubio abrió los ojos, mirando como a su alrededor las personas comenzaban a ponerse de pie para poder bajar.
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In your dreams [Serie "Sobrenaturales" 1]/EN REVISIÓN
Fantasia"Criaturas sobrenaturales habitan la tierra" Un ser que ha vivido durante más de cien años. Lyan Kim es un dulce e inocente chico. Sus rasgos asiáticos son causa de muchas miradas; sin embargo, es considerado un chico raro, no solo por el hecho de s...