Capítulo 13.

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Hello amores de mi corazón! 

Ya vineeee! hahahaha ¿Cómo han estado? Cuéntenme.

Yo pues aquí, en casita siempre y escribiendo para ustedes. El capítulo de ahora tiene parte de la historia de algunos personajes, para que vayan entendiendo un poco más este relajo de círculo de relaciones jajajaja así que espero conteste algunas de sus dudas.

En fin, agradecerles siempre por leer y dejarme su amor. Eso me llena de mucha alegría. Pero bueno mis bellos amorcitos, los dejo que lean y disfruten.


Capítulo 13.


Año 1800, Londres, Inglaterra.

Corriendo como si no hubiera mañana, aquella chica vestida con un enorme vestido de gala miró hacia atrás, esperando que no la hubieran alcanzado, sin embargo, cuando llegó a la esquina de la vieja calle, el viejo farol parpadeó y se terminó por apagar, dejándola en aquella fría y lúgubre oscuridad. Se abrazó a si misma, y cuando pensó que todo se había terminado, aquella figura horripilante cayó frente a sus ojos, clavando su amarilla mirada.

Dio un espeluznante grito, estirando sus manos en busca de soltarse del agarre que aquel enorme cuerpo tenía sobre su cuerpo. Y cuando la luz volvió y miró el rostro de aquel hombre todos los colores desaparecieron de su rostro, y el gritó se ahogó junto al sonido de los grillos.

De piel extremadamente blanca, con las venas completamente resaltadas y de un tono oscuro, ojos dorados que se dilataban ante cada respiración, el hombre sonrió, mostrando aquel par de filosos y brillantes colmillos. El delgado cuerpo tembló, golpeando contra aquel fuerte pecho, sin obtener los resultados que quería. Aquel hombre sonrió, acercando la nariz al cuello de la chica, justo donde se asomaba la yugular, y se relamió los labios al imaginar el delicioso festín que estaba a punto de darse.

-Por favor...- la chica susurró, mostrando el enorme miedo que sentía en el tono de su voz. -Déjeme ir-

El hombre sonrió, deslizando una de sus manos por el cuello y hombros de la chica. Al llegar al escote, lo abrió con facilidad, revelando aquel par de perfectos y redondos pechos. Los lamió, sacando la lengua y dejado un camino de húmeda saliva por toda la delicada piel, y deteniéndose cerca del oscuro pezón. La chica soltó la primera lágrima, imaginando lo peor. Y cuando pensó que el hombre talvez se detendría, regresó la atención a su cuello.

Le dio un pequeño beso, y cuando la chica volvió a temblar, le encajó los colmillos y casi pudo sentir su orgasmo mientras le drenaba toda la sangre.

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Quitándose el sucio traje, Christian Müller se metió a la vieja tina, disfrutando de aquel baño de burbujas que le habían preparado. Dejó caer la camisa blanca ahora manchada de sangre sobre una de las sillas, y quedando completamente desnudo se acostó sobre la vieja pieza de mármol, sirviéndose un trago de bourbon para relajarse aún más.

Se quedó así durante unos 15 minutos, solamente escuchando el sonido de los grillos mezclándose con aquel continuo goteo de la llave de la ducha, abriendo los ojos cuando tocaron a la puerta, y el mayordomo entró por ella. El hombre de aspecto aún joven le dio una pequeña reverencia, disculpándose por la interrupción. Volviendo a cerrar los ojos, Christian esperó a que hablara.

-¿Qué sucede?-

-Ella, está aquí- Al escuchar esas palabras, sus ojos se abrieron de golpe, mirando al hombre con cierto con cierto asombro.

In your dreams [Serie "Sobrenaturales" 1]/EN REVISIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora