Capítulo 15.

50 4 8
                                    


Hola mis amores bellos!

Ya estoy aquí, un poco más temprano que de costumbre, pero más noche no podré conectarme por lo que aproveche y termine temprano el capítulo.

Me alegra tanto que esta historia este siendo tan querida como todas las demás, y el hacerlos viajar a mi mundo. Así que el capítulo de ahora esta lleno de momentos dulces que espero disfruten. Pues la guerra también se acerca, así que quiero darles amor antes del dolor jajajaja

Pero bueno babys, nos los interrumpo más, y disfruten su lectura.


Capítulo 15.

Desde pequeño Lyan Kim nunca se había sentido como en con algunos miembros de su familia, refugiándose solamente en la compañía de su abuelo. Aquel hombre que poseía sus mismas características física, y que de paso lo cuidaba extremadamente. Tampoco tenía amigos, por lo que siempre se mantenía solo y alejado de sus demás compañeritos en el jardín de infantes.

Siendo considerado un niño demasiado extraño. Empezando por el hecho de que nunca mencionaba ni una sola palabra, y todo el tiempo era perseguido por los pájaros y mariposas volando a su alrededor. Y cuando creció aquello no cambio, volviéndose aún más selectivo con las personas.

Cuando había descubierto que era un hada demasiado poderosa, y que en sus manos estaba el futuro de toda la especie había deseado ser una persona normal. Una en dónde no fuera bicho como un bicho raro.

Lyan recordaba todo perfectamente, cómo ese día su abuelo se había sentado a su lado para poder hablar con él. Eka sabía la enorme soledad que rodeaba a su nieto, y lo entendía perfectamente pues el mismo había pasado por una situación algo similar al momento de tener su primera metamorfosis. Sin embargo, sabía que el problema de Lyan iba más allá de ser una simple hada. Si problema radicaba en aquel vacío que sentía en su interior. Así tomando la pequeña mano del chico entre la suya, sopló suavemente, para después mostrar una linda mariposa. Lyan sonrió, tomando al pequeño insecto entre sus dedos.

-Sabes Lyan, cuando tu era muy pequeño, le hice una promesa a tu padre. Sin embargo, creo que no puedo cumplirla- él chiquillo le miró, con la curiosidad brillando en sus azules ojos.

-¿Qué secreto?- preguntó.

Poniéndose de pie, Eka caminó hasta una de las cajitas que tenía en la mesa de noche, la abrió y entonces sacó una delgada pulsera de plata, con una pequeña medalla colgando de ella. Regresó a su lado, y la colocó en sus manos. Lyan la admiró durante un par de segundos, sorprendiéndose cuando la medalla se abrió en dos, revelando la imagen de un bello hombre de cabellos platinados y ojos azules, como los suyos.

Eka sonrió, dibujando círculos sobre la fotografía. Y sin saber porque, Lyan sintió como se le estrujaba el corazón, y las ganas de llorar le invadían. ¿Quién era esa persona? ¿Y por qué le dolía tanto cada vez que la miraba? No entendía. Poniéndosela en la muñeca, Eka volvió a hablar.

-¿Sabes que nosotros las hadas, podemos concebir verdad?- Lyan asintió.

-Pero yo tengo una madre- soltando un largo suspiro, Eka no sabía cómo explicarle.

-Hay cosas que son demasiado difíciles de explicar, y no sabemos porque la vida decide que se den de esa manera. El punto está, en que cuando tu padre se casó con Indah, tu ya habías nacido- Eka volvió a mirar la imagen en la pulsera, y tras otro suspiro soltó aquello que le dejó helado -Él es Glan, tu otro padre. Y murió justo después de darte a luz-

In your dreams [Serie "Sobrenaturales" 1]/EN REVISIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora