Atrévete a creerlo (Rin x Lectora)

Capítulo 1

Narra TN __

– ¿Estás segura que vas a poder llegar sola en aquella escuela? – dijo mi padre con muchos nervios – Por favor, TN__. Si algo te pasa o si quieres que te vaya a visitar o...

– No te preocupes, papá – agarré mi maleta. El tren ya estaba a punto de llegar – Gracias por confiar en mí. Si tengo tiempo, trataré de enviarte cartas.

– Por supuesto – mi padre me besó en la cabeza y me dio un abrazo – Por favor, cuídate, TN__.

– No me va a pasar nada. Ya lo verás – corrí directo al tren que me llevaría a mi nueva escuela. Desde la ventanilla me despedí de papá, él me la correspondió – Hasta luego... Papá.

El tren se puso en marcha. Estaba muy nerviosa y emocionada, ya que nunca creí que me aceptara esa escuela por medio de una beca de una escuela desconocida.

Pero sería complicado, ya que la respuesta me la enviaron ayer en la mañana y las clases ya habían comenzado en aquella escuela.

* Tendré que estudiar para no atrasarme *

– Señorita ¿no le molesta si me siento aquí? – dijo un perro blanco. Se veía muy lindo... Un momento... ¿Cómo era posible que un perro hablara? – ¿TN__ TA__?

– ¿Cómo sabes mi nombre? – el perro se sentó en mi regazo y me miró con indiferencia – No entiendo...

– Estate atenta en la bajada, ya que no sería recomendable que se vaya a la siguiente estación – el perro me empezó a olfatear. Me dio escalofríos cuando me lamió la mejilla – ¡Ja! Como lo pensé.

– ¡Uhg! ¡Qué asco! – saqué un pañuelo y limpié su saliva de mi mejilla – ¿Cómo es que puedes hablar si eres un perro?

– ¡Las preguntas quedarán para después, prepárate! – el tren estaba a punto de llegar a su destino. Sin darme cuenta, el tren se llenó de gente – ¡Cárgame!

– ¿¡Por qué te tengo que cargar!?

– ¿Acaso de esa manera le hablas a tu superior? ¡Vamos! – sin opción, cargué al perro y mi maleta. Empecé a caminar en medio de las personas que estaban paradas en ese tren – Ya casi llegamos ~

– Con permiso, disculpe, ¡Auch! – una persona me había pisado el pie. Tuve que empujar a algunas personas para que me dejaran pasar – ¡¡Con permiso!!

– Se está cerrando ~

– ¡Cállate! – las personas me estaban aplastando. De un movimiento tuve que sacar mi maleta y me aventé a la salida. Por suerte, había salido a tiempo... Pero mi cara estaba sobre el suelo – Maldición...

– ¡Ja, ja! ¡Qué buen aterrizaje! – escuché al perro carcajearse de mí – ¡Pasaste la prueba de fuego!

– ¿Qué demonios estás ladrando? – en serio que me estaba irritando.

Cuando alcé la vista, ya no estaba el perro, sino que estaba un señor con un traje. Tenía el cabello morado y tenía una refinada barba.

– ¡Felicitaciones!

– ¿Ah? ¡No entiendo nada! – me levanté y me limpié el rostro, estaba demasiado sucia – ¡Explícate de una maldita vez, payaso!

– ¡Bua, ja, ja, ja, ja , no sabes cuánto me encanta tu actitud! – el hombre se acomodó el sombrero – Es hora de presentarme, me llamo Mephisto Pheles, y soy el que te aceptó para que entraras a mi academia.

– ¿Qué...? ¿¡QUÉ!? ¿¡Me estás diciendo que tú eres mi director!? – *¿¡Cómo era posible que esa personas sea director!? * – ¡Estás de broma!