Capítulo 2

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Narra Yukio

– Chicos, por el día de hoy tendremos que recorrer el examen, un maestro los vendrá a vigilar – guardé mi celular y empecé a anotar algunos problemas para que se entretuvieran en mi ausencia – Cuando regrese, quiero que todos tengan resuelto todo lo que está en el pizarrón.

– ¡Profesor Yukio! – mi hermano se interpuso en mi camino – ¡Permítame acompañarlo!

– Absolutamente, no.

– ¿¡Por qué no!?

– Rin, por favor. Es urgente – lo empujé levemente y salí de aquella aula – ¡Ni se te ocurra hacer una estupidez!

– ¡¡Pero-!!

* No hagas nada malo cuando esté afuera, hermano. *

Con una llave pude llegar a tiempo al cubículo del señor Mephisto. Él estaba encendiendo unas velas.

– ¡Justo a tiempo! – Mephisto me ofreció asiento – Hora de ayudar a la criatura nueva.

– ¿Qué tipo de ritual vamos a hacer?

– No recuerdo el nombre pero sé que va a ser efectivo. Es como jugar con la ouija pero esto es inofensivo – al frente mío había una mesa con dos sillas. Me senté y esperé las indicaciones – Escuche con atención. Necesito que piense en la chica nueva.

– Entiendo.

– Procure no pensar en ninguna persona – Mephisto agarró mis manos – Cuando diga "zhen" trate de pensar en el aula a detalle.

– ¿Sucederá algo si pienso en una persona?

– No sucede nada malo. Sólo que va a enviarla directamente a esa persona que pensó, ¡comenzamos!

Mephisto cerró los ojos. Nos quedamos en un silencio total. Después de unos segundos, Mephisto empezó a hablar.

– TN___, ¿me escuchas? – me di cuenta que Mephisto enseñaba una sonrisa – Vaya, sí que estás en un maratón, querida.

Desafortunadamente no podía escuchar a TN__ pero sí la podía ver. Al parecer ella estaba en un bosque y trataba de escaparse de unos jabalíes demoníacos, bueno, al menos seguía viva.

– No me culpes, señorita TN__ – al parecer Mephisto se estaba burlando de la situación de la pobre chica – ¿Acaso no escuchó el dicho de "La curiosidad mató al gato"? Además, una de mis llaves tenía mi nombre. ¿No se le ocurrió buscarla?

Narra TN __

– ¿¡Y yo qué iba a saber que existía una llave con su nombre entre el montón de llaves que contiene esa cosa!?

Ni siquiera sabía cuánto tiempo había corrido junto con mi maleta, pero por la adrenalina en mi cuerpo no podía parar de correr hasta estar en un lugar seguro.

– Escucha con atención, criatura – dijo Mephisto en mi cabeza, no lo podía ver pero al menos podía sentir que se divertía por la situación – Más adelante hay un árbol con ramas resistentes. Trata de escalarla hasta donde puedas.

– ¡Sí, claro, como yo sé identificar un árbol resistente entre los miles de árboles que hay aquí! – mi garganta se estaba resecando y me ardía demasiado – ¡Al menos dígame la descripción!

– De hecho ya te pasaste, ja, ja, ja.

– ¡¡Maldita sea!! – sin parar de correr, voltee mi cabeza para distinguir si había reducido la cantidad de esos jabalíes. Ahora toda la manada me perseguía – ¡¡¡Ayuda!!!

Atrévete a creerlo (Rin x Lectora)  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora