Invierno 7

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— El chico no mintió, Anne Donnovan esta usando el collar en sus redes sociales — Comento XiaoJun desde el sofá revisando cosas en su laptop — Un regalo de su aniversario numero 18.

— Ese es mi regalo de aniversario numero 5 — se quejo la omega mientras estaba sentada al lado de su novio.

— Tranquilo cariño, iremos por el después de Tokio — comento el chico ahora rubio con una sonrisa.

— Oh, mierda — murmuro Renjun, era una lastima. Los Donnovan parecían buenas personas.

— Tu los entregaste, precioso — le dijo el alfa mientras lo abrazaba, si estaba sentado en las piernas del alfa, habían pasado 5 días y solo le dolía su brazo y su tobillo.

— Gracias — le contesto el omega con una pequeña risa, vio la cara de confusión de los chicos sentado al frente de el y sabia que el alfa estaba igual — es que me dijo precioso. Se que lo soy, pero siempre es lindo escucharlo y saber que piensas eso.

Solo vio como la omega se reía mientras el beta trataba de ocultar sus risas y la cara del alfa estaba pegada en su espalda, quería pensar que estaba sonrojado. Eso era bueno, tenía que seguir con su plan, eso era lo único importante. Estaba concentrado en todos los movimientos del beta, era bueno con las computadoras y hablaban de un cargamento de drogas que se iban a repartir con los japoneses, si fuera policía eso seria tan importante, estaba concentrado hasta que la puerta del cuarto sonó.

— Servicio al cuarto — Sonó aguada del otro lado de la puerta, el desayuno que habían pedido.

— Unos segundos — dijo la omega, mientras ella y el beta guardaban las armas y los papeles. Renjun se iba a parar para ir a la mesa pero el alfa lo cargo y lo sentó al lado de el. No lo mantenía lejos, un problema para escapar.

— Voy — Dijo el beta abriendo la puerta con una sonrisa y una mucama paso con su carrito, cabello negro con canas, con una sonrisa amable y de ojos dormilones con una nariz ancha y algo encorbada. Renjun casi se ahoga.

— Buenos días, disculpen la tardanza. El hotel esta full y estamos cortos de personal, me disculpo por la negligencia del servicio — dijo con amabilidad, Renjun reconocía a la señorita Lee donde sea, ese era el disfraz de Donghyuck de la misión de Buenos Aires.

— No tranquila, nos han tratado de maravilla — dijo el beta con una sonrisa encantadora como si no ocultara un arma debajo de su camisa salmón.

— Es grato saberlo — solo dijo eso para servir los platos con una sonrisa en la mesa.

Renjun solo llevo su mano derecha a la mesa y dio golpes en ella como si estuviera impaciente, como el sonido de las pisadas de caballos. Era un claro mensaje entre ellos de "todavía no", sus tres captores estaban fuertemente armados y tenia el brazo alrededor de sus hombros fingiendo que eran una feliz pareja. Sintió como Donghyuck se detuvo unos segundos después de escuchar su mensaje, para luego seguir.

— Amor que te parece si vamos mas tarde a una tienda de ropa, quiero comprar algo — dijo la omega tratando de no dejar un silencio incomodo con la mucama, como si no lo tuvieran retenido ni hablaban de cargamentos de drogas antes.

— Esta bien cariño, quiero comprar algo para mi madre. Sabes como — el beta seguía a la mucama, Renjun lo seguía con la mirada temiendo de algún movimiento.

— ¿Tú quieres salir, cariño? Sabes que no me importaría cargarte para que no uses esas molestas muletas — El alfa le pregunto con una sonrisa de lo mas falsa que hizo sonreír leve al omega en sus brazos.

— No ves que es una cita romántica, amor. Seguro quieren su espacio, nos hemos pasado estas vacaciones juntos, es momento de ChengCheng y Jun solos. Además todavía me duelen los huesos y solo seria una carga por los momentos — le respondió de igual manera cariñosa eligiendo sus palabras sabiamente para que su amigo se diera cuenta que los otros tres estaban armados y el no podía ser de ayuda, ese era su código. Cuando alguno se refería como amor, es que no era seguro seguir, cuando era cariño, era seguro.

— Nunca serás una carga para mi, cariño — le dijo el alfa besando su mejilla.

— Siempre tan dulce, amor — le respondió y vio como Donghyuck se preparaba para salir. — Será una lastima dejar Corea hoy, pero siempre podemos volver.

El omega salio y Renjun pudo respirar con calma, al menos le había dado el mensaje cuando se irían y que tan herido estaba. Eso estaría bien y evito una pelea donde sus amigos podrían salir muy heridos, sabia que el beta estaba vigilando a la mucama para que no notara que el era un rehén o algo fuera de lo común. Estaba muy vigilado y no era el momento, no cuando las tres miradas estaban encima de el y ni siquiera podía correr bien.

— Buen actor — le dijo el alfa con una sonrisa viendo el desayuno.

— Igualmente, ustedes también son buenos — suspiro mas relajado, todavía no era el momento para su libertad.

— Trajeron galletas, genial — menciono el rubio sentándose al otro lado de la mesa con su novia.

— Yo las pedí — solo dijo eso el alfa para comer

— Gracias — murmuro Renjun con una dulce sonrisa para comer.

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Las fracturas tardan en curarse, eso lo sabía bien el omega. No podía hacer nada más que esperar lentamente su pronta curación, meditar lo más que podía para evitar pensar en el dolor de sus huesos y algunos morados que aun quedaban. Claro que estaba agradecido de los cuidados de la omega, la información que se le escapaba al beta sobre sus operaciones que seria muy útil si el fuera de los buenos también y por supuesto el cuidado que tenia el alfa con el.

— Lo se soy precioso, me lo han dicho y en mi ciudad tuve pretendientes sabes — dijo el omega sentado en el carro camino al aeropuerto y solo vio como el alfa agarro el volante con fuerza — Pero tampoco tan bonito como la modelo que secuaz que tienes, no me considero de ese nivel de belleza.

— Gracias — menciono Chengxiao con una sonrisa y vio como el beta sonreía orgulloso.

— Tampoco soy listo como el rubio mano derecha que tienes — esta vez consiguió una risa del beta — Si soy bueno peleando, no lo niego se dar buenas patadas. Pero con tobillo roto, no soy muy útil y estoy seguro que tienes en tus líneas varios como yo. Ya te dije lo que se y tampoco es que tenga un secreto importante mas — analizaba la situación el omega — ¿Por qué voy a Japón contigo? Me siento agradecido, nunca había ido a Japón. Pero no lo comprendo del todo, no soy tan listo. — Era mejor fingir ignorancia.

— Todavía no se que hacer contigo, no me tientes a parar encima del río Han y tirarte al río con los pies y manos atadas — dijo el alfa con la mirada fija en la carretera.

— Tienes los nombres de tus amigos, no lo olvides — le dijo la chica, ella no era tan tonta.

— Bueno creo que es momento de atarme para tirarme al Han, en serio no se los voy a decir. Además ya saben donde esta su collar — dijo viendo por la ventana, jamás pensó dejar Corea así.

— Tu lealtad es impresionante, cualquiera se hubiera rendido hace rato — le dijo el alfa con una sonrisa en su rostro— ellos te abandonaron, ni siquiera han intentado buscarte.

— Es que no saben que me fui — mintió forzando salir la amargura que no tenia, tenia que fingir estar molesto por las palabras del alfa.

— Si claro — menciono con sarcasmo — mira precioso, así es la vida. No todos te pagan con la misma moneda.

— Me dijiste precioso de nuevo — dijo el omega con una sonrisa — Si te gusto, ahí esta. Me siento alagado, pero temo decir que es muy pronto apenas sabemos nuestros nombres y de lo poco que se de ti es que tu fantasia sexual es amarrarme y tirarme a un río, pervertido pero creo que puedo trabajar con ello. Primero vamos por un café y lo pensare — el omega fingió sentirse conmovido y solo escucho la risa sin control del beta.

El alfa lo veía por el retrovisor con la mirada molesta y le lanzo un beso, si no estaba siguiendo el plan de todo. Su imprudencia siempre hacia aparición, seria un largo tiempo junto al alfa. 

Maestros de la estafa (Omegaverse)》》》NCTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora