Verano 5

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Japón seguía como lo recordaba, ten lleno de personas, tan sofocante, tan abrumador y molesto como el día que se fue. Se sentía sin aire cada segundo, inquieto al escuchar tanto japonés por todos lados como no lo había hecho en años y se asustaba al ver a los policías. Se recordaba que de todos los policías de Japón, no se encontraría con su esposo; porque si Yuta volvió a ser policía gracias a la ayuda de la madre de Sicheng y que el nunca lo culpo o se divorcio, todos lo tomaron como un pequeño accidente familiar.

— Joder llegamos tarde — menciono Donghyuck mientras veía como al cuarto día el alfa con sus sequitos sacaban a Renjun del hotel desde lejos.

— ¿Lo sacaran del país? — pregunto Chenle intrigado.

— No, por lo que escuche hablar a unos betas de Yukhei en el hotel.

— Así que si lo harán — comento de mala gana el mayor, es como si aquel alfa conociera todas sus debilidades, solo faltaba que colocara de guardaespaldas a su esposo y listo.

— No sacaran a Renjun del país, seria una molestia estar sacando a alguien como papeles falsos tanto tiempo y regresar por los viajes — le explico el coreano al menor — Compraron un casa a las afueras de Tokio, para el manejo de sus operaciones desde aquí. Saben que los primeros cargamentos de drogas llegan a los puertos Japoneses traídos desde Sudamérica, luego son llevados a los puertos de Shanghai.

— Una medida para asegurarse ni un gramo falte — comprendió el menor rápidamente.

— ¿Cuántos hombres crees que traiga? — pregunto el mayor mientras veía a la puerta del hotel desde el café donde estaban.

— Unos 20 o 10, tal vez no tantos para no tener problemas con la yakuza, solo será para resguardar la casa — informo Donghyuck con toda la información que había recolectado.

— Una casa tradicional, lo bueno de eso es nada de cámaras. Lo malo es que no tienen nada, no puedo hacer nada si no hay tecnología adentro para saber como se mueven — Sicheng cada vez se sentía mas frustrado. — No dejaran entrar a alguien que no sea invitado si es que hacen una reunión, pero tomara tiempo. Que no tenemos porque no conocemos nada de la mafia Japonesa o algo.

— Podemos robar los planos de esa casa y estudiar como se mueven los guardias. Seguro encontraremos una apertura — les hablo el menor con algo de entusiasmo.

Así lo hicieron, les tomo una semana tomar una foto de los planos de la casa, en la oficina del arquitecto. Se mantuvieron lo suficientemente alejados mientras solo lograban ver las grandes puertas rojas de madera que tenían dos grandes hombres a su lado con armas bien ocultas. No se movían de su puesto, solo a la hora del cambio de turno. Después de un mes de nada, los tres se sentían tan frustrados como al principio. Tal vez habían averiguado todo las personas que estaban adentro del condominio, cada cambio de horario, el nombre de cada policía que estaba tratando de entrar a esa casa como ellos, cada proveedor de comida a la mansión, como se revisaba cada caja y vehiculo. No podían entrar con sus encantos nada mas, necesitaban la fuerza bruta de Renjun al menos para hacerlo mas fácil.

Sicheng no quería ir al plan B, pero el suyo no estaba funcionando. Si querían a Renjun vivo, era mejor moverse rápido.

Así que ahí estaba, en frente a la casa que juro no volver. Tragando saliva aquella vista que le parecía una ilusión. Seguía igual después de 10 años. Lo que una vez fue un sueño hogareño, lo que una vez vio con amor y felicidad, ahora solo eran recuerdos que querría enterrar.

— No, no — dijo retrocediendo. No podía, sabia lo que pasaba cada vez que estaba al rededor de ese hombre.

— Si, si — le empujaban los dos menores con fuerza aunque el mayor afincaba con mas fuerza sus talones.

Maestros de la estafa (Omegaverse)》》》NCTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora