Capitulo 45: ¿Le ha pasado algo?

835 45 9
                                    

María salió corriendo de la cocina y se chocó con Alba... o con quien ella creía que era Alba.

-María, cuidado loca, cualquier día te estampas.

-Perdona, creía que eras Alba...

-¿No ha vuelto aún verdad?- María negó con la cabeza y Joan la abrazó- Venga, ponte una chaqueta de esas enormes tuyas y vamos a buscarla.

María sonrió yendo a por su chaqueta, volvió con Joan que la esperaba en la puerta sujetando su riñonera con las llaves de casa, el móvil y el tabaco. Salieron los dos de casa y fueron directamente al mirador a buscar a Alba.

Natalia intentó comunicarse ahora con María, y ésta tampoco contestaba las llamadas.

-Igual Alba ya está en casa y están hablando.

-Igual sí...- A pesar de los intentos de Marta por calmarla, Natalia seguía preocupada.

-No está aquí- Joan echó un vistazo alrededor de aquel lugar que estaba vacío a excepción de ellos dos- ¿No está aquí?- Tenían tan claro que Alba estaría allí que ahora no sabían por dónde seguir.- ¿Dónde podría estar?

Se sentaron bajo el mismo árbol de la otra vez y los dos trataron de averiguar dónde buscar. Estuvieron diciendo sitios al azar pero ninguno creía que Alba pudiera estar en ninguno de ellos. Entonces María tuvo una idea- Oye... ¿y si ha ido con Sabela? Quiero decir, Sabela fue a hablar con Alba primero cuando lo dejó con Nico, puede que ahora Alba haya recurrido a ella ¿no?

-No lo sé... ¿pero de verdad crees que Alba preferiría hablar con Sabela antes que con nosotros?

-Nosotros no estábamos Joan, tal vez Sabela no tenía clase por la tarde... en cualquier caso me da igual, solo quiero saber dónde está y si está bien, si está con Sabela probablemente ahora esté bien y cuando tenga tiempo lo hablará con nosotros.

-Pues ¿a qué esperas? Llámala o algo.

María asintió e ignorando todas sus notificaciones llamó a Sabela que no se lo cogió- Pero ¿qué pasa hoy? Nadie coge el puto teléfono.

-¿Dónde vive?

-¿Vamos a ir?

-No veo otra salida...

María y Joan se fueron al piso de Sabela y cuando llegaron Sabela les abrió la puerta totalmente confundida- Hola, ¿qué estáis haciendo aquí?

-¿Está Alba contigo?

-No- Sabela frunció el ceño sin entender nada.

-Y ¿no ha venido por aquí en toda la tarde? ¿Ni te ha llamado ni nada?- Joan realmente esperaba que Sabela respondiera sus preguntas afirmativamente.

-No, no ha pasado por aquí ni me ha llamado ni nada. Pero ¿qué pasa? ¿Le ha pasado algo?- Sabela empezó a preocuparse al ver a María y a Joan tan nerviosos. Además de que, que ellos no hubieran sabido nada de Alba en todo el día era bastante raro.

-No lo sabemos, sólo que no fue a la última hora, dejó la mochila en casa y se fue y no ha vuelto a aparecer por allí, tampoco responde las llamadas ni los mensajes.- Joan se apoyó en la pared.

-Lo único que sabemos es que habló con Natalia antes de largarse...-María hizo una pausa, pensando- de casa. Creo que ya sé dónde está.

Y se fue corriendo escaleras abajo- Eh ¡espérame!- Joan salió corriendo detrás.

-¡Avisarme si la encontráis!

-¡Si, gracias Sab!- Joan no podía pararse, cuando quería María parecía Flash.

Cuando llegaron delante de las grandes puertas de reja se pararon los dos.

-¿Estás segura que ha venido aquí? Creo que hace mucho que no viene.

-Por eso mismo, es el único lugar que se me ocurre.

-Vamos pues.

-Espera...- Joan se dio la vuelta encarando a María y le hizo un gesto para que hablara- vamos a hacer una cosa, vamos a entrar sin hacer ruido, y la buscamos de lejos, si está aquí no quiero interrumpir, dejémosle tiempo y la esperamos en casa y allí ya hablamos tranquilamente ¿vale?

-Vale... ¿y si no esta?

- Pues ni modo, nos tendremos que ir a casa a esperarla también, solo que estaremos mas nerviosos. Pero si está aquí por lo menos estaremos más tranquilos sabiendo dónde está.

Joan asintió y entraron juntos. María no pudo evitar agarrarse al brazo de Joan, odiaba esos sitios. Caminaron con cuidado de no hacer ruido por el camino central, y cuando creyeron que no estaría ahí, la vieron allí, sentada en el suelo, abrazándose las rodillas delante de aquellas dos grandes losas de mármol y dos ramos de flores recién comprados. Ramos con las flores favoritas de cada una. Joan y María se miraron y asintieron entendiéndose sin necesidad de hablar. Y volvieron a casa donde se dejaron caer en los sofás, agotados. Sin querer se quedaron dormidos esperando a Alba, la cual llegó para la cena y se los encontró allí dormidos, sonrió sabiendo que la habían estado buscando y que seguramente la habrían encontrado pero, sin embargo habían decidido volver a casa a esperarla y no habían podido. Sabía la que le venía así que por lo menos iba a hacer el interrogatorio un poco más ameno, pidió unas pizzas y mientras llegaban fue al supermercado que le quedaba a cinco minutos a por cervezas. Cuando las cervezas llevaban ya un rato en el congelador para enfriarse más rápido, sonó el timbre, despertando a María y a Joan, que se levantaron confundidos cuando oyeron la puerta volver a cerrarse.

-Hola- Alba saludó entrando con las pizzas en la mano y, por primera vez en toda la tarde, sonriendo.

-Hey- María se acercó a abrazarla cuando Alba apoyó las pizzas en la mesa de centro del salón- ya estás aquí.

-Si, lo siento por haber desaparecido así- Joan se unió al abrazo y le dio un beso en la coronilla a Alba dándole a entender que no pasaba nada- Y gracias, por darme mi tiempo.

-No es nada- María se separó un poco y le sonrió- pero... puedes explicarnos ¿por qué has desaparecido?

-¿Os lo cuento cenando? He comprado pizza y cerveza- Alba alzó las cejas en un gesto que decía que sabía que los convencería con eso.

Se sentaron a cenar y por un momento se olvidaron del motivo por el que estaban allí.





——————————————
2/2 Espero que lo entendais o sospecheis algo al menos... no tengo nada que decir jeje.

"La regla es mermelada mañana y ayer, pero nunca hoy."

Let Me Be Your Favorite AngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora