La mañana sencillamente no estaba a favor de Tul en lo absoluto, su alarma no había sonado y por ende tuvo que salir corriendo de su departamento hacía la estación de autobuses.
Pero las cosas no acaban ahí, no se había percatado de que durante la madrugada había llovido y varios carros terminaron por manchar sus pantalones de lodo.
Y ya mejor ni hablamos de su estado de animo, creo que se entiende el porque.
Maldiciendo a medio mundo mientras se dirigía a la facultad, los ojos de Tul pudieron captar una figura masculina quien estaba recargado en el costado de un lujoso auto en color plata.
Era Max.
Y a diferencia de él, su uniforme lucía pulcro y en orden, al igual que cada fibra de cabello, luciendo fresco y radiante para tan solo ser las 8 de la mañana.
¿Como es que puede lucir tan sensual vestido así?
De todas maneras, el castaño pudo percibir que el inmortal buscaba algo con su mirada y por si las dudas, decidió entrar por la facultad de medicina, no sentía animos de verlo hoy.
Ni nunca de preferencia.
No obstante, los ojos astutos del pura sangre lograron captar el dulce olor que su chico desprendía, ese que se había guardado muy bien en la memoria y que no estaba dispuesto a olvidar.
─ Hola precioso, ¿no piensas saludarme?
Tul se congeló en su lugar al oír esa familiar voz, esa que no dejaba de resonar una y otra vez en su mente, cada vez que cerraba sus ojos, él recordaba lo sucedido aquella noche.
Y su cuerpo se calentaba sin que pudiera evitarlo.
Tul ignoró la pregunta hecha por el mas alto y siguió su camino, apretando las correas de su mochila aun mas fuerte, en un intento desesperado por frenar los latidos de su corazón.
Sin embargo, Max no pensaba lo mismo que él y dejando notar una cierta molestia, tomó al castaño del ante brazo y jaló hasta él, haciendo que golpeara su pecho.
─ ¿Que quieres Max? ─escupió molesto Tul tratando de zafarse del agarre del inmortal, mas se estremeció al notar la frialdad de su piel
Era como un tempano de hielo, frío y su cuerpo tan firme como una roca, sus facciones también parecían esculpidas en marmol, casi como si hubieran sido diseñadas para ser inexpresivos.
Eso le causaba incertidumbre pero atracción a la vez.
─ Necesito hablar contigo ─soltó sin ninguna expresión en su rostro
─ No tengo tiempo para ti, mi clase empieza en 30... ¡Ey! ¡¿Que demonios haces imbécil?!
Max ni siquiera se había molestado en esperar respuesta de Tul, por lo cual, el castaño se encontraba siendo arrastrado hasta el lujoso auto del vampiro.
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Esencia Vital ☦ SarawatTine
Fiksi Penggemar─ "Pensé que no tenía nada que ofrecer, no era especial, entonces, ¿que podría querer de mi? Y le creí ciegamente cuando me dijo que era flor mas blanca del jardín, tan puro... Hasta que me contaminó con su sangre..." -Tine Metawin - "Su sangre tan...