─ "Pensé que no tenía nada que ofrecer, no era especial, entonces, ¿que podría querer de mi? Y le creí ciegamente cuando me dijo que era flor mas blanca del jardín, tan puro... Hasta que me contaminó con su sangre..." -Tine Metawin
- "Su sangre tan...
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La cordura volvió a él de golpe, el castaño lo miró fijamente, comenzando a sentarse en el borde de la cama, la adrenalina y lujuria aun muy presentes en su sistema.
Max por otra parte había disipado el deseo y sus ojos solo reflejaban asombro puro, Tul sabía que exigía una explicación pero no sabía que decirle, las palabras simplemente no se formulaban en su mente.
Una ruleta rusa de emociones, así describiría lo que sentía ahora, tenía miedo, si, mas no sabía la razón de ello, Tul lo miró finalmente, apretando las sabanas entre sus manos y tomando valor para decir lo que ya había sido confirmado por el mayor.
─ S-si ─susurró apenas, desviando su vista rápidamente
─ Pero, ¿Por que no me lo dijiste? ¿No soy importante? ─Max trataba de procesar todo sin tener mucho éxito
La felicidad de ser padre con lo dolido de no haber sido avisado de ello le dejaban un sabor agridulce en el paladar, la tristeza fue inevitable al igual que la ilusión por formar una familia propia con su esencia.
─ Yo, entenderé si no lo quieres, de igual forma, no pensaba tenerlo ─Tul lo dijo, con cierta molestia, aunque en realidad solo fuera porque tenía miedo de no ser suficiente para un bebé
No estaba listo y se sentía mal, nada de esto era lo que él quería, sin embargo, tenía que aguantarlo, vivir algo que no era parte de su sueño, renunciar a todo solo por el capricho de una persona que aun le provocaba miles de cosas.
Y a pesar de eso, había un pequeño deseo de formar una familia juntos.
Apenas aquellas palabras fueron dichas, Max no lo soportó, tomó a Tul de los hombros y lo sacudió suave, el miedo destilando por cada poro de su piel, las lágrimas aglomerándose en sus ojos, el pánico hablando por él.
─ ¡No, por favor no lo hagas! Te lo suplico ─el vampiro se puso de rodillas ante la atonita mirada de Tul ─ Te amo Tul y aunque tu no sientas lo mismo, por favor, no lo abortes
─ Pero esto, no es lo que yo quería ─murmuró Tul con lejanía
Ver a Max ahí, ya no estaba tan seguro de sus palabras.
─ ¡Lo se! Se que fue mi culpa, lamento haber sido un egoísta, pero cuando supe lo que eras para mi, me ilusione, jamás tuve a alguien a mi lado, aguardé el momento en el que el destino me enviara a mi esencia y cuando lo hizo, no supe controlarme ─Max levantó la vista, el corazón del castaño se hundió ─ Haré lo que tu me pidas que haga, pero por favor, dame el honor de poder formar una familia contigo, quiero estar a tu lado
Tul jadeo sorprendido ante aquella confesión, los ojos ligeramente rojos del vampiro lo miraban con tanta intensidad que resultaba ahogarse en la profundidad de esos hermosos orbes rubí, trago grueso sintiendo su corazón acelerarse, el cachorro se removió un poco, casi como insitando a que aceptará la propuesta.
