─ "Pensé que no tenía nada que ofrecer, no era especial, entonces, ¿que podría querer de mi? Y le creí ciegamente cuando me dijo que era flor mas blanca del jardín, tan puro... Hasta que me contaminó con su sangre..." -Tine Metawin
- "Su sangre tan...
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Fong se encontraba enredado en un lío mental, hace algunos días que Ohm no ha estado evitando o eso es lo que él cree, después de haber hecho eso en el baño, no ha visto ni su sombra.
Y su corazón se sentía inquieto y triste, sin que Fong pudiera entender la razón de ello.
El timbre sonó, indicando que la clase de literatura había terminado, por lo tanto, eso también significaba el dejar de escuchar la patética voz de su profesor.
Recogió las cosas en tiempo record y salió del aula, ahora que lo pensaba, ni tul ni Tine se habían aparecido por algunos días, algo extraño en especial en Tine, pero él ya tenía otras cosas en las cuales pensar.
Con cansancio y flojera, se metió a la biblioteca, disfrutando del delicioso y relajante aroma de los libros y del silencio que ahí abundaba.
Saludó con una leve reverencia y una sonrisa a la recepcionista, antes de partir con rumbo a los altos estantes, en busca de un libro que captara su atención.
Así duro algunos minutos, recolectando uno que otro libro que le gustase antes de que comenzara su siguiente clases dentro de dos horas, parecía tan perdido, con esas enormes ojeras bajo sus ojos.
Y es que no se le podía culpar, no después de haber estado sufriendo de pesadillas que lo mantenían despierto todas las noches hasta ahora, el sueño era ahora su verdugo.
Cuando estaba por volver a las mesas, alguien lo empujó hacía la pared al final del pasillo, haciendo que gimiera de dolor y soltara los libros que llevaba consigo.
─ Pero, ¿que te pasa maldito...?
─ Uy, que boca mas sucia bonito ─sonrió Ohm aprisionando su cuerpo contra la fría pared y el suyo ─ Parece que tendré que ocuparla en otras cosas mas placenteras para educarte
El vampiro se mordió el labio inferior y las mejillas del estudiante se pintaron de un rojo carmesí, haciendo que el moreno gruñiera suavemente al oler la dulce sangre de su esencia de cerca.
El estar tantos días apartado le ha cobrado factura y necesita estar dentro de ese precioso chico, necesita alimentarse.
─ ¿Quien dijo que te extrañaba? ─evadió Fong, apoyando sus manos en el firme torso del contrario ─ ¿Podrías soltarme? Necesito terminar de llenar unos informes
─ ¿Cuando es tu siguiente clase? ─preguntó, ignorando el pedido que había hecho el menor, apretando mas su cintura
─ Dentro de dos horas, ¿por...?
─ Es mas que suficiente tiempo ─interrumpió Ohm
Antes de que Fong pudiera preguntar algo, fue alzado de los muslos, obligando a rodear con sus piernas las caderas del inmortal y sostenerse aferrándose al cuello del mas alto.
