Incluso los monstruos tienen emociones

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La cama se sentía tan bien bajo su cuerpo, Tine se aferró sin saberlo aun mas a la almohada, oliendo esta, un delicioso aroma provenía de ella, algo que hizo burbujear el interior del cazador, un olor raramente familiar

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La cama se sentía tan bien bajo su cuerpo, Tine se aferró sin saberlo aun mas a la almohada, oliendo esta, un delicioso aroma provenía de ella, algo que hizo burbujear el interior del cazador, un olor raramente familiar.

Olía como... A Sarawat.

De pronto, el de cabello negro abrió los ojos de golpe una vez que los recuerdos de la noche anterior se dispararon en su mente tras mencionar ese nombre, miró a su alrededor, con el corazón latiendo de prisa, tragando duro al confirmar que no se encontraba en su casa.

El olor de madera y a tierra húmeda inundó su nariz, giró su vista hacía la ventana del balcón encontrandose con la espesura de los árboles, la luz de la luna apenas y se filtraba por las copas.

Tine supo en donde se encontraban y tembló de miedo al saber con quien estaba.

Bajo su vista a su cuerpo, encontrando chupetones en su abdomen, la sabana cubría sus caderas, pero por sobre estas habían manchas oscuras que el menor no pudo distinguir bien.

Hasta que destapo su cuerpo y ahogó un grito de horror.

Eran hematomas, que se extendían desde su cintura, hasta los huesos de las caderas, no tenían forma exacta, pero Tine pudo adivinar que se trataban de las marcas de dedos que Sarawat dejó en su piel por la fuerza que uso.

─ Hijo de puta ─susurró con la voz casi quebrada ─ Su Ji, lo siento

El cazador recordó como todo ocurrió y se dio cuenta de que se desmayó en algún punto de su encuentro con Wat, no tenía ni la menor idea de como fue que lo sacó en el estado en el que recordaba estar sin que fuera visto por nadie.

Tenía que avisarle a su prometida, debía de salir de ahí, sin embargo, sus planes de escapar llegaron a su fin incluso antes de que los intentara.

La puerta se abrió y los pasos se escucharon rechinar sobre la madera, cautelosos y seguros, Tine se quedo quieto en su lugar, apretando la sabana contra su pecho, su corazón no dejaba de latir de manera errática, casi saliendo de su pecho.

─ Aun tienes las agallas de mencionar el nombre de esa tipa cuando estás conmigo ─el veneno en esas palabras denotaban la rabia que el vampiro sentía ─ Y para colmo te atreves a pedirle perdón por algo que no es culpa tuya

─ En eso tienes razón ─Tine apretó mas fuerte las sabanas y levantó su mirada ─ Todo esto es tu culpa

─ Mientras te tenga a mi lado, no importa mucho quien es culpable o inocente, de todas formas, ya eres mío oficialmente

Tine llevó casi por instinto sus dedos a su cuello, su sangre se heló al sentir los bordes de la mordedura en su piel antes lisa y suave, una lágrima resbaló por su mejilla y tembló con mas fuerza que antes.

Pero, a pesar del miedo, algo dentro de él se sentía tan tranquilo y completo, como si eso era lo que hubiera estado esperando desde hace mucho tiempo, como si el ser marcado por el castaño fuera lo que siempre quiso.

Esencia Vital ☦ SarawatTineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora