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Sedosas telas blancas estaban cubriendo su desnudez, mirándose en el espejo con una corona de flores que su abuela había hecho toda la noche hasta eso de las once treinta. Pasando su lengua por sus rosados labios hasta posar ambas manos en su abultado vientre de ocho meses, sonriendo. Hoy era un día especial, estaba emocionado. Sus ojos brillantes relucían con aquel lindo trajecito que su abuela también había modificado para él, una camiseta holgada de TaeHyung se volvió un pequeño vestido de novia. O Más bien, de novios. Sonriente por celebrar esto al lado de su amado, una de sus uniones juguetonas, no era nada, pero Ggukie se imaginaba que así podría ser su boda con aquel muchacho en unos años. Y Es que, ambos, el día anterior habían estado jugando todo el día en el campo lleno de flores y mariposas que revoloteaban entre sus cabelleras y se enlazaban entre sí, como resultado de esas bromas, Alfa le pidió matrimonio a su omega, extendiéndole una mariposa azul posada en su dedo índice. Y aquel pequeño, entre risueñas carcajadas que solo destellaban ese precioso brillo en sus ojos dueño de un completo adonis, asintió, besando los labios del chico.

Hoy iban a casarse de a mentiritas.

— Estrellita, ¿cómo vas con eso?

Pregunto su abuela, entrando con, entre sus manos, un velo hecho a mano con retazos de su viejo vestido de bodas. Siendo así un juramento para aquellos dos habitantes en la cabaña, que cuando JungKook fuese a casarse legalmente, iba a usar esas mismas prendas sólo para tener a su abuela presente consigo ese día.

— Uhm~, estoy nervioso y no sé por qué.

Dijo entre risitas omega, tapando su rostro con ambas manos, carita roja, corazón latiendo con fuerza y un hormigueo en su vientre que no era por hambre por aquella conejita allí.

Su abuela, quién había aceptado con gusto realizar ese juguetón evento con sus niños preferidos, se acercó al pequeño para peinar sus ondulados cabellos negros y arreglar esa corona de flores la cual estaba algo torcida. Riendo por los nervios a flor de piel del más pequeño. Sabia como era JungKook y aunque solamente fuese un juego, él era tan sensible y sentimental que claro iba a tomárselo como si fuese real, como si en realidad estuviesen casándose. Y Púes, si, ¿no?, no era un sueño, iban a casarse jugando, ¡pero iban a casarse!

— No debes estar nervioso, estrellita, debes estar nervioso en que escuches una dulce melodía, en el que estés caminando al altar con un ramo de flores en tus manos, en ese momento en el que lo veas parado frente a ti alrededor de muchos hombres más y miles de personas viendo a esas dos estrellas unirse y sean una misma luz, allí es dónde tu corazón latera con fuerza y querrás hacerte bolita, pero, a pesar de eso, no vas a apagarte, mi dulce conejito.

No sabía cómo, pero su abuela era un chocolate caliente, de esos que tomas cuando hace frío y te relajan por completo. Además de que su aroma de cacao le gustaba mucho, siempre le levantaba el ánimo cuando estaba triste o en ese caso, nervioso.

❝ Sweet bunny .❞ ┊ᵗᵃᵉᵏᵒᵒᵏ.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora