❝ Sweet bunny .❞ ┊ᵗᵃᵉᵏᵒᵒᵏ.

¡♡!

040322. | fecha de creación. <3

extra dos.

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Sus labios no dejaban de enlazarse, atados bajo las sabanas mientras las manos del muchacho mayor se deslizaban por las piernas del más joven; encantado con su sabor, con la esencia de esa boquita a la que era completamente adicto, TaeHyung había extrañado sin duda enloquecer con el aroma de aquel conejo que justo ahora se encontraba emitiendo dulces y suaves jadeos contra su cuello conforme unos largos dedos se deslizaban por encima de sus pálidas y tan blanditas nalgas. Exactamente no sabían que eran lo que estaban haciendo, sólo aprovechaban el momento en que su hija mayor estaba en una escuela inicial a su edad y los mellizos dormían plácidamente en sus habitaciones. Teniendo así, por fin de meses tan largos, un momento a solas dónde podían compartir caricias, pequeños sonidos obscenos y susurros dónde se decían de la forma más honesta lo mucho que se amaban. Alfa era alguien que sabía apreciar lo que tenía, recordando la renuncia a su trabajo, ahora podía pasar más tiempo dónde quería estar siempre; en casa, sumergido de esta forma en las sabanas dónde a veces podían compartir con sus tres hijos, conejos revoltosos que se colaban y escondían en todos lados mientras gateaban, esos pequeñitos incluso se metían entre las botas o zapatos que encontrasen.

Te preguntarás, quizá, ¿Cómo sobreviven si TaeHyung no está trabajando?, pero quédate tranquilo. Estaba claro que no podían simplemente vivir del aire y el dinero es esencial para mucho en especial cuando tienes tres hijos que no pasan de los diez años.

El Alfa encontró un trabajo cerca, no era en base a lo que se había graduado de la universidad pero tal vez era mejor por los momentos. Trabajaba desde las siete de la mañana y salía a las siete de la noche, volvía con panes, dulces, galletas y libraba los fines de semana incluyendo los viernes. No quería tener más problemas con el omega púes sabía que el trabajo anterior causó muchos de ellos además de algunas tontas decisiones que podía elegir, ahora, luego de años juntos, sabía que entre ellos no habría ningún problema. Ese pequeño Tigre Alfa, se encargaría de proteger a esos conejitos dueños de su vida y su corazón.

- ¿Quieres salir ahora?. - cuestiona el castaño mayor sobre los dulces y tiernos labios de su esposo.

Aquel que se encuentra sumergido en un aura tan tibia y agradable, adicto al tacto que las manos contrarias daban sobre su piel e inclusive riendo por las cosquillas que causaban esos dedos en su pancita.

- ¿a dónde?. - pregunta el conejo, con sus orejas aplastadas en el colchón y sus grandes ojos bien abiertos.

- Hnm, aprovechando que es Viernes, luego de que Chaeryoung salga podemos ir al parque... quedarnos comiendo helado y regresar al anochecer...

Musita con suavidad el Alfa quién toma la mano de su omega para enlazarla con la suya y mirarle con una pequeña sonrisa.

Si se trata de JungKook, aquel omega había estado tan feliz estos últimos meses. Acostumbrado a la nueva rutina que tenían en la pequeña casa Kim, TaeHyung entraba a trabajar algo tarde comparado con su antiguo trabajo, se quedaban en la cama un largo rato besándose y acariciándose hasta que la alarmaba sonaba y era el momento de levantarse ambos para ayudar al otro púes ese conejo de largas orejas le hizo saber a su Alfa que esos tres hijos eran de ambos, no sólo de él. Así, mientras el conejito hacía el desayuno para que su esposo pudiese llevar al trabajo, aquel Tigrecito -sabiéndose ahora esto- jugaban con sus hijos recién despiertos conforme llevaba a cada uno al baño para cambiarles el pañal. Las cosas habían cambiado mucho para bien, se sentían felices así, no faltaba absolutamente nada en la vida de esta familia y podían decir que estaban completamente contentos con lo que ahora eran.