Cliché.

Hielo, conversaciones y cine.

En el capítulo anterior.

-No, solo es precaución. Nos vemos el lunes, descansa enano.

-Nos vemos el lunes, no vuelvas a caerte cuatro ojos.

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Un mes después.

-¿Trajiste el scooter?- pregunto antes de siquiera decir hola.

-Hola cuatro ojos, he estado bien por cierto- dijo para luego ignorarla pasando por el lado de ella hacia el patio de la escuela.

-Pero que sensible estas hoy – lo siguió picando su mejilla con el dedo índice - No seas amargado, te lo estoy preguntando porque te va a beneficiar a ti.

-Claro que traer el scooter me beneficia, así no tengo que tomar el apestoso metro- continuo molesto- Bueno ¿Qué quieres?

-¿Porque estas tan de malas?

-Nada, bueno ¿Vas a decirme que tiene que ver mi scooter en todo esto?

-Te iba a decir que hoy iría contigo a tu entrenamiento, pero viendo lo malas pulgas que estas ya no me convence tanto.

-¿Iras solo si puedo acercarte al metro en el scooter?

-No es una condición pero sería bueno- comento encogiéndose de hombros- Ahora si no quieres que vaya solo debes decirme.

-Esa basura está en el mecánico, por eso estoy cabreado- confeso al fin- El tipo prácticamente va a cobrarme el costo original del scooter por arreglarlo.

-Yo te tengo la solución para eso –dijo contenta picándole con el dedo el hombro –Un colega de mi mama tiene un taller mecánico, hace arreglos por donaciones.

-¿Porque un médico haría algo así?

-Pues por eso- dijo pensando que era obvio pero el semblante de Levi no cambio –Enano, él ya es médico especialista y lo del taller lo hace como un hobby, con el fin de ayudar a personas de escasos recursos o en tu caso un estudiante encabronado porque su scooter esta averiado.

-Bien, confiare en tus contactos- la cara del azabache seguía siendo seria, aunque ese era su semblante normal, al menos había desaparecido su cara de querer destruir el mundo- Entonces... ¿Iras al entrenamiento de todos modos?

-Si me lo pides de una manera amistosa entonces iré- movió sus pestañas exageradamente molestándolo.

-No seas molesta ¿Vas a ir o no?

-Sí, pero lo haré de muy mala gana- se cruzó de brazos haciendo un mohín y pasándolo de largo.

-Si vas a ir con malas actitudes entonces no vayas- le semi grito molestándola- ¡Te estoy hablando cuatro ojos!

-Sí, sí, sí, ya te escuche enano- dijo dándole la espalda mientras le levantaba el dedo de en medio- Solo no te vayas sin mí.

-¿Y ustedes que se traen?- pregunto el rubio presidente del centro de alumnos.

-¡Mierda! no aparezcas como un fantasma- el azabache se puso una mano en el pecho y luego le dio un zape a pesar de ser más bajo- ¿A qué te refieres con esa pregunta?

-Pues que viven pelean como dos niños pequeños, prácticamente vives en la piscina los días miércoles y ahora al parecer se irán juntos a tu entrenamiento.