Cuidado, Frágil.

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En el capítulo anterior...

-¿No son esas Hange y Nanaba? –apunto al escenario mientras Levi acomodaba al titán para mirar al lugar que apuntaba el rubio.

-Sí, son ellas- dijo primero con desinterés cuando dos segundos después reacciono- ¿¡QUE DEMONIOS HACEN ALLA!?


  Levi podía lidiar con la personalidad extrovertida de Hange y todo eso, podía lidiar con su fanatismo de un sinfín de cosas, pero estaba bailando junto a la rubia con toda su alma en pleno centro de Akihabara; A la vez se le notaba tan contenta y empeñada a no ser vencida por nadie, pues vio a muchas chicas y chicos a su lado siguiendo las mismas coreografías pero cada cierta cantidad de canciones iban quedando eliminados.

Podía ver en los ojos de la castaña que su desafío ahora era vencer a todo mundo allí, se venía decidida como cuando competía pero mucho más animada, sonreía y saltaba de un lado a otro.

-¡Última ronda!- dijo el tipo que estaba animando el concurso.

Solo quedaban Hange, Nanaba y otras dos chicas, las primeras cinco canciones estuvieron muy parejas, en la sexta se fue eliminada una de las chicas, en la octava la otra y ahora solo quedaban la castaña y la rubia, en la quinceava canción Nanaba quedo en blanco por unos segundos tratando de recordar la canción mientras Hange domino una vez más la pista y el concurso de dio por finalizado.

El animador del concurso las felicito, pregunto de donde eran y ellas respondieron que de Corea, más bien la castaña que era la que más o menos entendía y se manejaba con el idioma, les entregaron sus respectivos premios a la castaña las entradas dobles para universal, más los 100 dólares para que ella los gastara en lo que gustara y Nanaba pidió la colección completa de Kimetsu No Yaiba en su idioma natal lógicamente. Luego de las respectivas fotos con las ganadoras fue que Hange se fijó en el titán colosal de peluche que sostenía Levi entre los brazos.

-¡Pero que hermosura!- dijo mientras se abalanzaba a los brazos de su novio casi haciéndolos caer –Es muy muy muuuuuuuuuuuy lindo y grande.

-Supuse que te gustaría, quería regalártelo hace mucho pero cuando iba a comprarlo paso el accidente en el ascensor y ya no pude, así que... aquí esta –se lo entrego finalmente siendo besado con energía después, tan así que ambos rubios amigos se sintieron incomodos presenciando eso.

-Iré por mi premio, Erwin me acompañara- menciono la rubia indicando una tienda detrás de ellos dejando a los tortolos ser.

-Eres perfecto ¿Lo sabias?- declaro la castaña mirando con adoración al azabache.

-¿Solo por un peluche?

-No, por todo, por todas las cosas que haces por mí y porque eres un apoyo incondicional, te amo Levi.

-Yo también te amo a ti.

Luego de otras abrazos y besos y admiración de la castaña por sus premios, el peluche y diciéndole a Levi lo entretenido que había sido el concurso fueron por Nanaba y Erwin para ir por algo de comer, quizás algo de comida rápida no les vendría mal, aunque también quería comer comida típica callejera de Japón, así que optaron por la segunda opción, no muy lejos de donde se encontraban había un carrito vendiendo Takoyaki y otro al lado que vendía helado de Matcha.

-¿Te ha gustado el paseo por Akihabara?- pregunto el azabache mientras limpiaba un poco del helado con el que la castaña se había manchado la mejilla.

-¿Bromeas? Siento que ha sido el mejor día de mi vida, siento que en este preciso momento no puedo ser más feliz.

-Así me gusta verte- la mira con dedicación, como si Hange fuera lo único para ver en ese bello lugar –Quería aprovechar estos días, porque cuando empiecen los entrenamientos es poco lo que podremos vernos.

Cliché.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora