Teoría y Practica.

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En el capítulo anterior.

La noche se estaba pasando entre conversaciones, anécdotas, recetas y miradas cómplices entre la castaña y el azabache...


 La hora de irse había llegado, todo mundo se despidió y las dos invitadas iban cómodamente a casa en el automóvil luego de un día que había empezado temprano, entonces Hange pensó que necesitaba de la ayuda y oído femenino de Nanaba.

-Mamá ¿Puedo invitar a Nanaba a quedarse a dormir mañana?

-Claro, si su madre no tiene problema yo tampoco.

-Bien –saco su teléfono comenzando a teclear un mensaje para su mejor amiga "¿Quieres venir a quedarte a mi casa mañana? Necesito un día de relajo y conversación"

-Mañana a la hora de almuerzo estaré allí- respondió de inmediato –Seguro me quieres conversar de las cosas sucias que pretendes hacerle al enano gruñón.

-Algo así... bueno mañana hablamos- y guardo su teléfono mientras este vibraba y sabía perfectamente que la rubia había contestado algo que la haría carcajearse cuando lo leyera en la privacidad de su cuarto.

-¿Estas cansada?- pregunto de pronto su madre.

-Un poco, creo que llegare acostarme, apropósito Nanaba dijo que estaría mañana a la hora del almuerzo en casa.

-Me parece bien, Hange referente al viaje a Japón quiero que tengas mucho cuidado ¿Si? es otro país y no debes separarte de tu grupo ¿Esta bien?

-Si mamá –la tranquilizo –Además cuento con el beneficio de entender y hablar el idioma.

-Si no fuera porque tu padre insistió tanto ese verano que aprendieras otros idiomas no contarías con ese beneficio- le recordó.

-Pero afortunadamente si lo hizo.

Se fueron escuchando música y cantando camino a casa, cuando llegaron Hange se despidió de su madre dándole las buenas noches y yéndose a dar una ducha para acostarse. Reviso sus mensajes riéndose por las tonterías que la rubia le escribía y viendo el mensaje de buenas noches de Levi diciéndole que le avisara cuando llegara a casa y así lo hizo apenas cruzo la puerta. A las diez en punto sonó su alarma para tomarse la primera pastilla.

Al día siguiente se levantó tarde, colocándose un chándal negro y una polera de Shingeki No Kyojin que era su anime favorito en donde salía un titán como si fuera Totoro bajo un mini paraguas y su cabello suelto.

-Buenos días mamá- dijo cuando termino de bajar las escaleras y su madre preparaba tostadas con queso y huevo.

-Buenos días, cariño- entonces se quedó mirándola- Vas a recibir a tu amiga ¿En esas fachas?

-La conozco desde los seis años y además es domingo –refunfuño –Déjame ser salvaje por un día.

Tomaron desayuno y el resto de la mañana Hange se echó en el sofá para mirar capítulos repetidos de The big bang theory en Warner Bros. Hasta que tipo 13:30 de la tarde el timbre sonó y grito a su madre hacia el segundo piso que ella abría, dejando ver a su rubia amiga en unas fachas parecidas a la de ella pero con zapatillas, ella solo vestía unos calcetines de colores diferentes.

-Vaya ¿Olvidaste que venía?

-Porque venias es que me quede en fachas, bueno ya pasa- se hizo a un lado siendo abrazada por la rubia cuando entro junto a su mochila gigante- Solo vienes a quedarte un día, no te vienes a vivir aquí.

Cliché.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora