Lo que tu quieras.

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En el capítulo anterior.

Hange volvió al lado de Levi besándolo mientras escuchaban el teléfono sonar cuando sacaron la foto, luego lo abrazo apoyando su cabeza en el hombro del azabache sintiendo que habían sido fotografiados nuevamente.

-Te amo- dijo el azabache mientras el rostro de Hange yacía en su hombro mirando al mar –Te amo mucho, Hange.



Hange solo sintió una especie de pitido en sus oídos, como si esto solo fuera un buen sueño y a lo lejos la alarma con la molesta canción de pudin estuviera sonando, podía asimilar tener novio, haber tenido relaciones sexuales por primera vez la noche anterior pero definitivamente no estaba preparada para recibir palabras de amor, eso solo había pasado en sus sueños millones de veces pero jamás las había escuchado de otras personas que no fueran sus padres.

-Yo entiendo que puede ser muy rápido para ti- escucho nuevamente la voz del azabache –No tienes que corresponder a mis palabras si aún no lo sientes.

-Yo... no sé qué decir –entonces comenzó a llorar, la pareja de ancianos le devolvió el teléfono a Levi y desaparecieron pues sabían que todo eso era muy privado.

-No debes decir que me amas, eso es lo que yo siento.

-No me refiero a eso- comenzó a secarse las lágrimas mientras el azabache le cedía un pañuelo sacado de su bolso –Yo estoy emocionada por saber que al fin alguien me ama, me ama porque soy yo, no porque seas mi familiar y tenga que ser tu deber, yo también te amo y mucho –tomo el rostro de Levi entre sus manos- Es solo que no sé cómo sentirme al saber que esto es mutuo.

-Yo vengo sintiendo esto hace un tiempo pero no creí que fuera prudente decirlo antes, no quería que pensaras que debías devolverme algo a cambio de mis palabras de amor, no quería que nuestra primera vez se viera opacada por palabras comprometedoras, quería que naciera de ti cuando tú lo quisieras.

-Eres tan perfecto que me da miedo, tengo terror que todo esto vaya a terminar, somos muy jóvenes y eventualmente el terminar algún día es una probabilidad.

-No suelo sentirme muy cómodo con la gente en general y tú has logrado que no quiero separarme de ti, soy una persona de sentimientos duraderos y es cierto, podría ser que un día dejemos de ser tan melosos o incluso apasionados pero no creo que esas sean cosas que me hagan dejar de amarte, después de todo deberíamos dejarle todo esto al tiempo.

-Lo siento, a veces la ansiedad me come viva –se abrazó del azabache- Hagamos de esta relación la mejor posible sin importar cuanto dure.

-Hagamos eso- entonces la beso- Ahora deja esas lágrimas y muéstrame la isla que para eso hemos venido.

-Vinimos a tener sexo, pero también a turistear –aclaro la castaña haciendo sonrojar a Levi- No pongas esa cara que bien que te gusto a ti también.

-Jamás dije que no.

Pasearon unas horas más junto a los demás turistas, pasando por paisajes hermosos, la playa y una cascada de aguas blancas que se perdía en el mar, sacan miles de fotos tantas así que sus pobres teléfonos ya no daban más, sus estómagos empezaron a rugir de hambre y pasaron a aun restaurante a orillas del mar.

-¿Te gustaría venir nuevamente en vacaciones?- pregunto de pronto el azabache mientras esperaban su pollo frito semi picante.

-¿Piensas traerme en el verano?- lo miro picarona- ¿Con que intenciones?

-Bueno con esas intenciones –señalo lo obvio – Y también me gustaría que viniéramos de vacaciones con nuestras madres y Mikasa, podemos arrendar una cabaña entre todos.

Cliché.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora