Hange.

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En el capítulo anterior...

La castaña lo soltó para ir por los test, tomo los tres en su mano y se los cedió al azabache, el resultado estaba allí y Levi estaba sinceramente sin palabras.



No entendía nada de lo que los test reflejaban, había pensado en todo lo que podría pasar si Hange estaba embarazada pero no sabía si quiera ver un maldito test.

-Que significa... -entonces la castaña sonrió.

-Negativo, los tres son negativos –explico- Creo que puedo respirar un poco más tranquila, no quiero ofenderte pero francamente es un peso menos con el cual lidiar, no digo que no hubiera sido lindo pero quizás en diez años más... que se yo.

-Quizás esta sea la única vez que pasemos por un susto de este calibre, ya no puedo seguir rogándote quedarme a tu lado cuando no me quieres aquí.

-Si el tomarlo como si fueras una víctima de mi crueldad te hace seguir con tus actividades como lo hacías antes de que yo apareciera en tu vida pues entonces hazlo.

-Todo el mundo dice que yo soy cruel o desinteresado pero si tu estuvieras en mi posición...

-El problema Levi es que no quiero estar ni siquiera en mi posición, no puedes pedirme ponerme en la tuya, estoy cansada de anteponer los sentimientos de los demás, cansada de sentirme culpable de existir- el azabache se sorprendió- Olvídalo, creo que ya no hay nada que tengamos que hablar por el momento.

-Bien, creo que es tiempo de dejar de pensar que vas a cambiar de opinión y dejarte ser, si es lo que quieras volveremos a como era al principio como si no nos conociéramos.

-Si algún día llego a estar mejor o logro lo que realmente quiero que no es depender de nadie para estar bien quizás nuestra historia si puede pasar.

-Quizás si ese día llega yo no quiera que nuestra historia vuelva a pasar- era duro para la castaña escuchar eso pero sabía que no había más culpable de ella y no iba a echarse para atrás con su decisión.

El azabache se marcho pues su tema de interés que eran las pruebas de embarazo habían salido negativas, no podía negarlo se sentía aliviado, era algo para lo que no estaba preparado de todos modos ya que a duras penas podía con las decisiones de nueva soledad que Hange le estaba imponiendo, el lidiar con un embarazo a la distancia no hacia el panorama muy grato.

Un par de semanas después.

Las cosas entre ambos estaban como al principio de todo como si nada hubiera pasado, como si solo pudieran esconder su historia bajo una alfombra. La castaña no estaba bien, se sentía decaída y últimamente no había día en que no pensara en las palabras que le había dicho aquella chica en Japón y se miraba al espejo buscando algún valor en ella, algo que gritara desde adentro que era merecedora de cariño, quería amarse a sí misma, trataba de no ser autodestructiva pero estaba mentalmente cansada y conmocionada, no quería hacerse la victima pero se sentía atacada por los recuerdos que venía asecharla cada noche.

-Cariño, ¿Puedo pasar?- escucho a su madre en la puerta de su habitación mientras ella se lavaba los dientes.

-Si- dijo con la boca llena de pasta de dientes viendo como la pelirroja mujer llegaba ahora a la puerta del baño- Un...seahshjsdo –hablo con la boca llena para luego enjugarse- Perdón, te decía que me esperaras un segundo.

-Cariño estuve pensando y este sábado es tu cumpleaños y me gustaría saber que quieres hacer, ¿Cómo te gustaría celebrarlo?

-Podríamos pedir algo de comida china y ver una maratón de alguna serie- dijo encogiéndose de hombros –Solo eso.

Cliché.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora