Rosa Pastel [ItaSasu]

I

  
   Ese recuerdo aún lo conservo en mi memoria. Está tan vivo en mí que eriza mi piel, me provoca jadear y aún, con solo pensarlo, puedo sudar como aquella vez. Poder disfrutar de los recuerdos de la vida es como vivir dos veces, entonces yo lo hago todas las veces que puedo, saboreándolo como si se tratara de la última vez. Poseo muchos recuerdos que quiero borrar a toda costa pero, este es uno de los que anhelaría poder recrear todas las veces que quisiera. Pero resulta imposible.

   Pasaron nueve años de aquel suceso. Al año siguiente le hice caso a mis padres( más bien decidieron por mi como de costumbre) y me mudé a otra ciudad con la idea de estudiar Finanzas. No, no me llamaba la atención, me daba igual. Siempre fui bueno para todas las áreas pero, de nuevo, querían que siga los pasos de papá.

   Siempre fue complejo para mí. Me frustraba rápido por no aprender, quería complacer a todos porque todos estaban observándome. Escuchar sus halagos, sobresalir y sentirme inteligente era medicinal. Todo aquello me motivaba a interesarme por todo y estudiar todo. Complacerlos a todos, que mis decisiones se basaran en eso. Oh Dios, que grande error.

   Finalmente estudié durante aproximadamente cinco o seis años una carrera que ni siquiera me causaba algo pero, al menos mi familia estaba feliz con eso. Durante ese trayecto, conocí a una chica y me casé. En pocas palabras, cumplí con todos los factores de la fórmula de la felicidad sin embargo, quedé esperando un resultado. Hacer todo eso no me generaba nada más que monotonía y tristeza. De hecho, me sentía aún más miserable. ¿Dónde se supone que está la felicidad? A veces me dicen que debería tener hijos.

    En lo que respecta a mi hermano. Hace diez años no lo veo. Cuando me recibí, no estuvo y mucho menos cuando me casé. Mamá excusaba y justificaba sus acciones porque era adolescente. No sé porque se preocupaba, realmente yo tampoco hubiera asistido. Tal vez aún está enojado. Tal vez se dio cuenta de que su hermano no es lo que realmente parece. Y aunque lo extraño, es mejor para mi que no aparezca. Soy un raro de mierda.

   Pero mentes retorcidas como la mía no cambian por muchos intentos voluntarios que haga. Así que a menudo me encontraba encerrado en mi auto, cuatro y media a.m, completamente borracho, hundiéndome en recuerdos o repasando mi vida como ahora.

   Mi vista estaba completamente desdibujada, no le hallaba forma a nada. Giraba mi cabeza hacia un costado intentando leer la etiqueta de las latas de la sustancia que había ingerido, fallando en el intento porque todo era borroso. La nitidez ahora mismo no existía.

   Siendo sincero, me encontraba muy cómodo aquí. No había gritos, ni preguntas. El trabajo no existía, nadie existía, solo yo y esa cosa que bebí. Podría seguir apoyando mis piernas en el volante y dormiría como un bebé pero hay riesgos de despertar colgado desde el farol de al lado si no aparezco lo más pronto posible. Además, aunque no lo crean, es lindo dormir con Izumi.

   Quité las piernas de donde estaban, llevándome unos buenos golpes. Luego, abrí la puerta cuidadosamente y al intentar salir, no medí la distancia y mi cabeza chocó contra el marco de la puerta. Finalmente salí con un par de chichones y moretones. Como buen borracho responsable, cerré bien el auto con todas sus trabas y me dispuse a entrar a mi hermoso nido del amor, mi hogar, mi casa, en fin.

   Se trataba de toda una travesía. Abrir despacio la puerta sin que haga algún chirrido y mucho menos que las llaves logren tintinear. Quitarme los zapatos lentamente mientras doy tropiezos que pueden delatarme. Deshacerme de esa espantosa corbata que lucía como la cuerda de la horca. Y caminar mientras apoyas tus manos por todas las paredes porque obviamente no quieres despertar a alguien. Que... no sirvió de nada.

   Las luces se encendieron como por arte de magia. Casi me dejan ciego. Volteé para ver donde me encontraba y la vi a ella, sentada en unos sillones de chenille gris, esos que son de dos cuerpos. Estaba tomando café al parecer, en la mesa ratona había una taza y emanaba un olor muy fuerte.

   ¿Estaba furiosa? No, creo que lo siguiente. Su ceño estaba más fruncido que de costumbre. Había ira y fuego ardiente en esos ojos castaños. Se acomodó el flequillo detrás de su oreja y tomó la taza de café.

— ¿Te parece la hora correcta de llegar? — comenzó con esa sutil frase para luego darle un sorbo a su bebida. Su voz congelaba todos mis sentidos, a veces realmente me hacía sentir mal.

— Te dije que no me esperes, era viernes por la noche...— Di vuelta mi cuerpo, anteriormente estaba pegado a la pared. Resultó ser bastante estrepitoso, me caí pero volví a levantarme enseguida. Definitivamente no puedo disimular lo alcoholizado que estaba.

— No tienes remedio... Veintiocho años y actúas como un adolescente, qué vergüenza. Mírate, ni siquiera puedes caminar. Dios sabrá que hiciste también — Izumi se llevó la mano a la frente.

— No es tú problema, te dije que no me esperes. Sólo bebí de más. No empieces a especular.

— Oh Dios, no entiendes. Me preocupas, ni siquiera puedes controlarte. Aún no entiendo como estoy manteniendo una conversación coherente contigo
— De inmediato abandonó su postura y se paró, acercándose hasta mí y comenzando a tomarme de los brazos.

   Me dejé, pero por miedo a sus ataques de ira. A veces pelear con ella es un verdadero infierno, uno de mis tantos infiernos. Me apoyé completamente en su cuerpo cuando pasó uno de mis brazos detrás de su nuca. Y así caminamos hasta nuestro hermoso lecho.

   Caí en la cama con ropa y todo. No quería desvestirme pero me vi obligado, a Izumi le molestaban esas cosas. Así que con mi torpeza me deshice de todas mis prendas y finalmente, me acosté como se debe. Izumi no tardó e inmediatamente se pegó a mi cuerpo. Cuando estaba por dormir, escuché su voz.

— Llamó tu madre, dijo que Sasuke vendría para quedarse y estudiar. Quería que le demos estadía.

   ¿Por qué? ¿En este momento tenía que ser?

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Bueno hasta que no tenga otra cantidad grande de capitulos no actualizo aldkdklsdkdlkf o tal vez la semana que viene

Perdón si hay errores soy una🤡 pa escribir

Espero que disfruten esta porquería 😎💖 las tkm