Abrí mis ojos. Había despertado pero no precisamente por el motivo que más quería. Pude pestañear varias veces, había una luz que molestaba. Sonidos, había bullicio en la cocina y el dolor de cabeza tan punzante era todo un martirio.
Dios, ¿Qué demonios sucedió ayer?
Me levanté y me senté en la orilla de la cama. Me sobe la cabeza y además, la rasqué. Me di cuenta de que estaba hecho un desastre y que también, estaba desnudo, ni siquiera dormí con boxers. Eso era extraño, muy extraño. Mi pelo ni siquiera se sentía suave así que no me quedó más remedio que ir a ducharme.
Tomé una de las toallas que guardaba Izumi en algún mueble y caminé hasta el baño. Sí, completamente desnudo. Parecía que no había nadie cerca así que no había problemas. Al llegar, me metí y cerré la puerta. Todo iba de maravilla hasta que empecé a cepillar mis dientes y a verme detenidamente y con atención en el espejo.
Tenía varios chupones en la zona de clavícula y tenía marca de dientes. Me di cuenta de que también las tenía en el cuello. Pasé la yema de mis dedos por encima de eso... ¿Cómo? No lo entendía, en serio. No recuerdo nada y al contrario, el dolor de cabeza se hace aún más insoportable. Pero no era ningún problema. El tema era Izumi.
¿Qué explicación le voy a dar a ella si ni siquiera sé que es lo sucedió?
Creo que debería controlarme más seguido.
Giré las manijas de la ducha buscando el punto perfecto de temperatura y luego de unos minutos, me metí a bañar. Dejé que el agua me empapara completamente y cuando ya estaba hecho, hice lo de siempre: lavar mi cabello con shampoo, lavar mi cuerpo, mi rostro, enjuagar el cabello con acondicionador y finalmente, volver a cerrarlas y salir de la ducha. Me envolví de la cintura para abajo con una toalla e hice lo mismo con mi cabello. Finalmente, salí del baño y me fui a mi habitación.
Fue una tortura medieval encontrar una remera larga y lo suficientemente buena para que cubra todas las marcas que pude hallar en mi cuerpo mientras me duchaba. En realidad, mi armario solo consistía en el uniforme de trabajo triplicado. ¡Es que era lo único que usaba! No era necesario nada más o eso creí hasta ahora. Lo bueno es que al final, si la hallé. Era gris y muy bonita. La acompañé con un pantalón negro de buso que lo conservo desde los dieciocho.
Y al terminar de vestirme, me dirigí a la cocina porque el estómago vacío me estaba matando. Mientras iba dando pasos por el pasillo, escuchaba como Izumi hablaba con mi hermano. O eso creía, no parecía estar sola.
Que extraño, por un momento creí que no se llevaban tan bien como pensaba.
Llegué y al final tenía razón, no se llevan tan bien como pienso. El panorama era el siguiente: Sasuke sentado en el sitio de Izumi mientras comía un tazón de leche y... ¿Avena? E Izumi estaba hablando con alguien por teléfono apoyada cerca de la ventana. Ambos mantenían cierta distancia y se ignoraban mutuamente.
Que lástima, me gustaría que se llevaran bien.
De inmediato fui a preparar café. Puse a andar la cafetera y para formar la trilogía de los distanciados, me apoyé en la pared cerca de la entrada. Tenía a Sasuke y a Izumi a varios metros. Ella al escuchar mis pasos y la máquina, vio de reojo mi figura y al detectar quien era, comenzó a darme varios besitos en el aire. No pude evitarlo, me sonroje demasiado ante su acción. La saludé de forma tímida con una mano y luego, inconsciente, voltee a ver a mi hermano, quien había presenciado ese momento. Él me vio a mí primero, cruzamos miradas, y luego vio a Izumi. Puso una cara de desagrado y de inmediato se metió una cucharada de comida en la boca.
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Rosa Pastel [ItaSasu]
Fanfiction• No es sencillo ver como tu vida y tu matrimonio se derrumban frente a tus ojos, pero tampoco es fácil abandonar lo único que deseaste toda tu vida. Lo único que le dio a tu vida grisácea un poco de rosa pastel. •Los personajes no me pertenecen. So...