¿Vidas De Oro?

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Previamente, tras enfrentarse a las distintas manifestaciones bizarras, en cada uno de los rincones de la cabaña. Todos y cada uno de ellos ocasionados por las fuerzas paranormales de los distíntos entes fantasmagóricos que residen ahí.

María, salva al grupo de una manera rara. El objeto en el que tanto se había empeñado en buscar entre el desastre de libros que se hallaba en la sala. Era una carta.

Tras comentar lo que expresaba esta, en voz alta. Todo de pronto se detuvo.

Hasta el punto de la desaparición de las fuerzas que amenazaban y azotaban fuertemente a los jóvenes...

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-¿Muchachos? ¿Hola?.

Los llamaba Kaytie, mientras salía de la habitación lentamente y se dirigía a la sala..

Cuando se fija mejor, logra ver todo la sangre que adornaba el lugar.

Acompañado también, de Josué sentado contra la pared, dándole la espalda. Y a Darwin tirado en el suelo observando el techo salpicado también de sangre; suspirando lenta y arduamente, y también desangrándose.

Totalmente estática Kaytie tratando de analizar todo, es sorprendida por una voz fémina.

-Maldición... ¡Kaytie! ¡Ven y ayúdanos!.

Kaytie sale rápido hacía donde estaban ellas.

Mientras atendían a Darwin, ya con un Josué que poco a poco recuperaba la razón. Hablan lo sucedido.

-¿Qué pasó? Que de pronto... Todo se 
detuvo.

-Yo... Eh... Por esto Kaytie... Míra lo que expresa la carta.

-¿Era esto lo que buscabas María? A ver...
*La lee mentalmente*.
(Oh mierda...)

Al colocar Kaytie su rostro, aún más serio, y tras guardar la carta en su bolsillo. Darwin le preguntaba:

-Hey... Y... ¿Ana donde está? ¿No se fué contigo o sí...?

-Pues...Se la llevaron.

-¡Maldición!. Maldecía así Julieta.

-¡¿Pero, no te dijo nada aunque sea?! ¡Ella tenía cosas ocultas! ¡Lo sé muy bien!. Exclamaba Julieta.

Con un tono bajo y revelando lo que le confesó Ana, suelta la sopa Kaytie:

-Me dijo que aquí, hubo una invocación hace 60 años... Pero cuando me estaba por comentar quién lo hizo, ¡Se... la llevó!.

El asombro y la seriedad invadía de nuevo a los jóvenes.

Ya se sospechaba, algún contacto con lo paranormal hace 60 años.

Pero ¿Quién podría haber llevado a cabo el proceso de invocación?.

Sabiendo bien, que no era uno, si no, varios espíritus los que los acosaban.

Así que, aquí recaemos en otra cuestión.
¿En cuál confiar?...

-Entonces... Esta carta podría confirmar algo... ¿No?.
Yo no creo que esto lo haya escrito uno de los niños. Pues esta-estaban... Amarrados y bueno... tú sabes lo demás Kaytie.

Razonaba de esta manera Darwin, que pasa luego a acostarse en el mueble de la sala.

-Pues... Los narcos creo que fueron... ¿Armar un golpe tan bien planeado y luego desconocer el nombre de sus rehenes?...

Era lógico lo que agregaba Kaytie. Así que...

-Oye, supongamos que sea así... Entonces, ¿Había una persona más detrás de todo esto? Que si siendo esto cierto del todo. Del grupo de narcos no puede ser, cada quién sabe quién es el otro perteneciente a esa organización...

-Tienes razón Julieta... Yo he visto varias películas de terror. La ficción era otra onda, pero como siempre; "La realidad supera la ficción". Por lo que... Que después de todo por lo que pasamos, no nos sorprendamos por que sea...

-¿Qué quieres decir Josué? (Oh mierda, ¡Eso es verdad!).

Kaytie armaba las piezas de este complejo rompecabezas en su mente. Y agrega lo siguiente:

-Ana me habló de algo llamado: "Almas Ajenas". Es decir, si tú Josué, procesas la invocación, tú ofreces tu cuerpo a cualquier alma cercana, el cuál accederá a tu cuerpo...
Por lo que... Por fuera puedes parecer Josué... Pero por dentro... No eres el mismo. Ya que... ¡Hay un alma ajena! ... (¡Coño! Ahora todo concuerda).

Era muy lógico lo que charlaba el grupo... Y al parecer, llegaron a una conclusión. Pese a esto, todavía recaían unas pocas dudas. Y aún con mucha inseguridad; comenta María:

-Kaytie... No creo que debamos seguir confiando en ese espíritu que tú dices... Por más que nos haya conducido hasta-¡!

En ese preciso segundo, tomaba la palabra Kaytie. Respondiéndole así a María:

-Mira, ya no dependeremos más de él ¿Ok?... ¡Tenemos que hacer algo al respecto! Y más sabiendo lo que sabemos ahora. Por qué o si no, moriremos y seremos borrados de la faz de la tierra y la realidad... Igual que Ana, Guillermo y los demás.

Pese a esto, había una realidad mucho más abrumadora que esta, y es la débil voluntad que habitaba en cada uno de los chicos, en cuanto a querer evitar a la poderosa y temible muerte.

Darwin estaba ya en recuperación pero todavía muy dolorido, pese a los remedios usados por los muchachos para poder aliviarlo. Andaba acostado en el único mueble que posee la sala.

Josué está golpeado fuertemente en varias zonas y algo bobo, tras los golpes que le propició la armadura.

María y Julieta andan totalmente asustadas.

Todos, preferirían morir de una... Al fín y al cabo... ¿Vale tanto pelear esta guerra jodidamente difícil, para seguir gozando de una vida horrible? Y mucho más conociendo el mundo en el que ahora vivimos.

Teniendo este tema surgiendo en cada una de las cabezas de los chicos y subiendo considerablemente la temperatura. Kaytie toma otra vez la palabra:

-Escuchen... No soy muy buena siendo lo más sentimental con ustedes. Pero, seríamos muy groseros si morimos aquí, justo ahora. ¿Qué le dirán a nuestros familiares? Y mucho menos, sin conocer bien las causas, como con los niños de hace 60 años.
Yo odio mi vida, y créanme que de haberme querido suicidar, lo hubiera hecho en mis intentos anteriores. ¿Qué me costaba apretar más de la puta soga que acariciaba mi cuello?. Exacto... Mi mamá...

Llorando, finaliza con lo siguiente:

-Yo... Tengo que cumplir una misión... ¡Yo no moriré hoy!.

Conmovidos por lo dicho, se miran entre sí unos a otros, recapacitando todo...

¡Cuando de pronto!

*BUUM*

Era el fuego que cada segundo más, incrementaba su intensidad. A tal punto que fue debilitando la estructura de la cabaña. ¡Originando que esta se fuera desmoronando!.

-¡Kaytie! ¡Dinos que hacer! ¡Nosotros te ayudaremos! (¡Tampoco moriré hoy carajo!). Le exclamaba Josué.

-Sí Kaytie. ¡Explícanos que hacer!. Esta era María, apoyando la idea de Josué en acatar el plan que armaría Kaytie a continuación.

Y en ese momento por si fuera poco... Se escucha unos duros golpes en la puerta de la entrada de la cabaña.

*PUM PUM PUM*

-Bueno... ¡Hay que actuar de una vez!...










Almas AjenasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora