The Narrow Street «Mystic Messenger» [Jumin Han]

4. Un avión por una sonrisa

Ambos jóvenes se encontraban en el departamento de la chica, ella intentaba enseñarle a hacer origami, empezando desde lo más básico.

—¡Lo logré! —exclamó el chico orgulloso de su primer avión de papel.

—Te dije que era fácil, no había necesidad de que sea uno tan grande, ¿sabes? —contestó MC—podríamos haber usado las hojas que tenía, no tenías que comprar unas de ese tamaño—rió al ver al pelinegro junto a un avión hecho con hojas más grandes de lo habitual.

—No fue tan fácil para mí. —Miró el departamento de la chica lleno de hojas de papel tiradas por todos lados—. Nunca había hecho estas cosas —confesó avergonzado.

MC lo miraba con ternura, nunca imaginó tener a Jumin en su departamento tan concentrado en aprender a hacer algo tan simple como eso.

—¿Y por qué se supone que esto es más valioso que el regalo que te dí hace un momento? ¿Qué tiene de especial? —dijo examinando el avión cuidadosamente.

—Porque lo hiciste tú mismo, he visto toda la dedicación que le has puesto, eso lo hace realmente especial.

—¿Me estás diciendo que prefieres que te dé esto a un avión de verdad?

—Sí —la joven lo miró y sacó el pequeño avión de papel que ella había hecho—. No puedo regalarte un avión de verdad, pero sí este de papel que hice para ti —dijo sonriendo y entregándole aquel avión de color morado.

Jumin la miró completamente sorprendido, una sensación que jamás había sentido antes invadió su cuerpo. Nadie había sido así con él, esa chica lo hacía sentir completamente diferente, extrañamente diferente. Tomó el avión de papel con sumo cuidado y lo acarició por unos segundos, MC lo miró con cara de preocupación.

—¿No te gustó? —preguntó ella.

—Es lo más valioso que me han dado hasta ahora —dijo contemplando a la chica.

Él rápidamente cogió un plumón del escritorio de MC y escribió algo en el gran avión que había hecho él. Ella lo miraba curiosa, no entendía el porqué de su cambio de actitud tan repentino.

—Este avión es para ti —Jumin le entregó su avión —, podría regalarte un avión de verdad; pero sé que valorarás más este... y le puse tu nombre.

La joven recibió el avión que había hecho él, y vio que en el ala izquierda estaba escrito su nombre, "MC".

—Esto es... precioso, Jumin. —Miró sus ojos grises y pudo notar un brillo particular, algo que no había visto antes en él—. Muchas gracias.

Los siguientes días, hablaron más seguido por el chat, intentaban no perder mucho el contacto llamando a veces para contarse como había sido su día. Los chicos de la RFA empezaron a hacer planes para el fin de semana, ellos solían organizar reuniones seguido para continuar en contacto hasta que se planeara la siguiente fiesta.