The Narrow Street «Mystic Messenger» [Jumin Han]

22. Pensamientos retorcidos

—¿Ella es tu novia? —preguntó el CEO viendo a Jumin, quien parecía estar nervioso.

—N-No, señor —respondió ella al ver que el pelinegro no decía nada.

—¿Entonces qué haces dentro de su casa estas horas? —alzó una ceja, Jumin trataba de pensar en algo rápido— ¿Es una amiga tuya o algo así?

—De hecho yo soy... —MC intentó hablar.

—Oh ya veo —interrumpió el CEO—, si eres amiga de mi hijo debes ser una buena chica. Él no suele tener un círculo social muy abierto. —Caminó hacia MC dándole un pequeño beso en la mano de forma educada.

Miles de pensamientos pasaron por la cabeza del pelinegro en ese momento, no le agradaba que su padre se esté comportando de manera tan amable. Sus inseguridades volvieron al ver la escena, ¿acaso estaba intentando coquetear con ella?

No, se negaba a esa posibilidad, pero no podía dejar de ver cómo ambos conversaban entre ellos. ¿A MC le agradaba su padre? Jumin se sentía un completo estúpido por estar parado sin poder decir ni una palabra, pensando cosas absurdas. 

—¿Por qué no dices nada? —le preguntó el CEO a la chica, quien estaba más nerviosa de lo normal— ¿No eres su amiga? ¿Trabajas en su compañía? —La miró confundido.

—No —negó—, yo...

—Si eres amiga de mi hijo, significa que eres de confianza. Sabes que soy el dueño de C&R, ¿verdad? —dijo mientras sacaba su teléfono— ¿Te importaría darme tu número? Por si tenemos un trabajo disponible para ti.

—Ella es la encargada de cuidar a Elizabeth III, padre —Jumin interrumpió—. No creo que sea necesario.

—Oh —contestó aún con su teléfono en la mano—, tengo entendido que sólo dejas a tu gata con personas de confianza. Eso hace que tengas más posibilidades de trabajar en C&R —miró a MC.

—Padre, ella era la encargada de cuidar a Elizabeth III, era —recalcó la última palabra—. Esta señorita no es de confianza —dijo mientras se acercaba a su gata para cargarla.

—¿Qué? —MC no podía creer lo que acababa de escuchar— ¿Jumin?

—Sr. Han —corrigió él—, así debes llamarme.

—Jumin —dijo su padre sin entender—, a mí esta señorita me parece bastante confiable. Creo que deberías considerar que trabaje con nosotros.

—No quiero que trabaje con nosotros —contestó molesto—, yo no confío en ella para darle un puesto en la compañía.

—Entonces, si no quieres que trabaje contigo, puedo contratarla como asistente. Me parece que la estás avergonzando. —El CEO vio a MC con la cara completamente roja.

—¿Como tu asistente personal? —preguntó Jumin, ya sabía a lo que se refería— ¿En serio, padre? —él asintió.

—No veo cuál es el problema —MC no decía absolutamente nada, estaba intentando procesar las palabras del pelinegro.

—No puedes —dijo Jumin.

—¿Por qué? —preguntó el CEO cruzándose de brazos— ¿Ocurre algo? 

—Porque esta persona es una estafadora. —Soltó de golpe, tenía que impedir a toda costa que su padre pensara en ella como un reemplazo para su anterior novia.

Jumin suspiró aliviado al ver como él guardaba su teléfono, lo había conseguido. Fue un impulso, lo admitía, pero su padre intentaría conseguir su número de todas formas si no hacía algo. Y ahora, ¿cómo se lo explicaría a MC? Supuso que ella entendería los motivos, después de todo, no es como si ella quisiera ese puesto, ¿no?