The Narrow Street «Mystic Messenger» [Jumin Han]

27. Es mi familia

—No lo entiendes, mi carrera se fue a la mierda. —Zen se frotó la cara bruscamente—. ¡Dios! ¡¿Cómo pude ser tan idiota?! ¡No me di cuenta que ella fue la que planeó todo!

—Quejarse no va a solucionar nada —dijo Jumin fríamente—, deja de hacerlo.

—No lo entiendes —el albino rió amargamente—, la reputación es sumamente importante para un actor. Ahora soy alguien que se aprovecha de las compañeras con las que trabaja, sólo por ser principiantes —dijo con ironía.

—Zen —miró al chico a los ojos intentando tranquilizarlo—, todo el esfuerzo que has puesto en estos años, no se irá al tacho por lo que diga una persona malintencionada.

—¡Tú no lo entiendes! —gritó el albino— Después de esto no tendré trabajo, no seré nadie en el teatro.

—Puedes aceptar un trabajo en mi compañía —propuso Jumin.

—Deja de fingir que te importo, ¿quieres? —Zen puso los ojos en blanco, ofuscado.

—¿Por qué rechazas mi ayuda?

—No lo entenderías —contestó cruzándose de brazos.

—No lo entenderé si no me lo explicas.

—Tú y yo somos diferentes —él apartó la mirada—, desde que nacimos.

—¿Por qué? ¿Porque yo tengo dinero y tú no? —Zen asintió— Estás equivocado.

—No sólo hablo de eso, tu actitud, tu forma de ver las cosas, eres raro —Jumin sonrió de lado.

—Tal vez... Oye —dijo—, ¿a dónde fue MC? —El pelinegro miró todo el lugar, pero no la encontraba.

—Se fue por allá —señaló el pasillo hacia los camerinos—. Oh, dios. —Zen se dio cuenta de la situación.

Ambos caminaron rápidamente hacia los camerinos, el albino sabía lo impulsiva que podía llegar a ser MC. Al llegar, encontraron a la chica gritándole a la pelirroja, mientras a ella parecía no importarle mucho. 

—Genial, ya llegaron todos —dijo sarcástica Dae.

—¿Por qué hiciste eso? —reprochó Zen, quien parecía estar al borde de desesperarse— ¿Alguna vez me porté mal contigo? ¿Te hice algo?

—No —ella bajó la mirada—. Lo siento, me precipité, lo admito. Pero te pedí que no dijeras nada, ¿tanto te costaba quedarte callado? 

—Cínica —le dijo MC intentando contenerse—, eres una...

—MC —interrumpió Jumin—, creo que la señorita ya sabe que es lo que tiene que hacer, ¿verdad? 

—¿A qué te refieres? —Dae alzó una ceja.

—Aclarar toda esta situación.

—Escucha, Zen —la pelirroja miró al albino, ignorando a Jumin—. Lo siento, de verdad. No quería que esto pasara, pero todo se salió de control. Además, ahora los medios estarán más pendientes de nosotros, ¿eso no es bueno?

—¡Bueno para ti! —gritó Zen— ¿Sabes lo que deben estar diciendo de mí en estos momentos?

—Más te vale arreglar esto —se metió el pelinegro. No iba a permitir que la chica se salga con la suya.

—Las amenazas de un hijito de papá —se burló—, sólo eres un niño mimado.

—Puedes pensar eso si te hace sentir mejor —contestó Jumin dando un paso al frente—, pero yo soy una persona con poder. ¿Tú que tienes? —Ella no respondió nada—. Tengo los suficientes medios para proteger a los que me importan, puedo hacer que tu nombre desaparezca del mundo de la actuación si te vuelves a meter con alguien de mi familia. —Zen abrió los ojos sorprendido.