Capítulo 35

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Sakura.

En cuanto abro la puerta de nuestro departamento, el aroma de la cena inunda mi nariz. Me sonrío de pensar en que Sasuke ha cocinado para mí. Esta es una de las tantas cosas que en todo este tiempo que llevamos juntos he descubierto de él, y lo mejor es que esto lo hace de maravilla. Bueno, no puedo decir que solo esto. Cierro la puerta con suavidad, no quiero que se dé cuenta que he llegado. Me saco los tacones, dejo mi cartera sobre el sofá y tomo camino rumbo hasta la cocina.

Está de espaldas a mí y maldita sea, no lleva camisa. En cuanto me fijo en ese detalle me sonrío y mis ojos se van a ese tatuaje que tiene entre sus omoplatos. Me doy cuenta en cómo adquiere una preciosa forma cada vez que él mueve los músculos, como ahora que está elevando sus brazos para alcanzar una fuente de vidrio en la que, supongo yo, echará las verduras que acaba de cortar.

Su tatuaje hace aquel efecto en donde las alas cobran vida, haciendo parecer que el Halcón fuese a volar. Dibujo cada línea de él con mis ojos, aún no puedo creer que se lo haya hecho por mí. He aprendido que Sasuke es un hombre muy pasional y no solo entre las cuatro paredes de nuestra habitación, sino que también en su vida entera.

Es un fotógrafo que ama lo que hace. Es un amigo de esos que están contigo en las buenas y en las malas. Es un compañero de trabajo comprensivo. Es un hombre honesto e íntegro, que si algo no le gusta lo dice y ya. Es un hombre comprometido que entrega muchas veces todo, sin recibir nada a cambio. Es mi compañero, mi amigo, mi amante. Al que amo como nunca jamás imaginé.

Sin embargo, no puedo negar que hay ocasiones en las que me pregunto, ¿qué será de Sasori? ¿Qué estará haciendo en este preciso momento? ¿Si nunca hubiésemos ido al club, aún estaríamos juntos? Todavía recuerdo cuando aquel anuncio apareció en medio de la pantalla de mi portátil. Todavía recuerdo cuando esa misma noche le planteé la idea de ir a conocer, de practicar el swinger. Si nunca hubiésemos ido, todo estaría como estaba hasta ese momento.

No hubiese conocido nunca a Sasuke, o tal vez sí, puesto que él fue el fotógrafo que trabajó conmigo y es ahora que una nueva duda me asalta, ¿me hubiese enamorado de Sasuke, sin la necesidad de haberme acostado con él? Porque claro, haber follado con Sasuke le agregó un plus muy distinto cuando nos encontramos en la agencia. El destino nos cruzó en varias ocasiones, dos de ellas sin ser yo consciente, tal vez nos teníamos que tropezar en algún momento de nuestras vidas.

Pero aquí estamos, juntos desde hace varios meses y cada día que pasa me enamoro más de él. Y tal vez estoy siendo ser una perra, pero no puedo dejar de comparar el amor que creí tenerle a Sasori, al que le tengo a Sasuke. Porque sí, con Sasori duramos tres años los cuales fueron maravillosos hasta que su padre comenzó a asignarle casos cada vez más complejos, había veces que no nos veíamos por más de un mes y cuando llegaba siempre estaba cansado. Lo comprendía porque lo quería, pero tampoco me puedo hacer tonta, después de tanto tiempo ahora comprendo que ese fue el motivo que provocó el desgaste de nuestra relación.

Cuando yo tenía alguna comida de trabajo en la que debía ir con pareja, se lo proponía a Sasori, pero solo fue una vez. Yo sabía que no éramos compatibles en ese aspecto, pero siempre le preguntaba con la esperanza de que aceptara asistir conmigo. No lo hacía. Una pena.

En cambio, con Sasuke todo está en sintonía, nuestros gustos son idénticos, trabajamos prácticamente en lo mismo. Nos reímos de las mismas estupideces, no le molesta que yo sea grosera, que sea tan jodidamente directa, tampoco le molesta que cuando me enojo mi rostro se transforma. Él con sus besos apacigua mi mal genio, con sus caricias me hace sonreír, cuando envuelve sus brazos alrededor de mi cuerpo puedo decir que me siento en paz y que todo lo demás se va al infierno.

SwingerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora