Capítulo 25

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El peso sobre su pecho lo hizo despertar, al enfocar su vista miró hacia abajo dándose cuenta que un cabello rosado estaba esparcido por su pecho, y que una tranquila respiración rozaba su torso desnudo. Acarició la piel expuesta de la espalda de Sakura, tan solo estaban tapados con la sábana blanca de la cintura hacia abajo. Levantó la vista hacia el techo con una sonrisa a la vez que pasaba la yema de sus dedos por toda la columna de la pelirrosa. La madrugada recién pasada, había sido malditamente genial. Hacía mucho tiempo que no dormía tan tranquilamente. Giró la cabeza para observar la mesita y se percató de que eran las diez de la mañana, tan solo había dormido cuatro jodidas horas, pero no le importaba porque junto a él estaba la mujer de su vida.

Tomó la mano de Sakura y le depositó un beso en el interior de la muñeca, antes de salir de la cama. Se deslizó con cuidado para no despertarla y antes de meterse al baño, volteó su cabeza, justo en ese momento, ella se había girado sobre su costado dejándole una maravillosa vista de sus piernas desnudas, se sonrió. Lo mejor sería dejarla descansar un rato más, porque después... Cerró los ojos y se mordió el jodido labio.

Se miró en el espejo y se pasó la mano donde tenía una marca que Sakura le había hecho. Recorrió su pecho, tenía varios rasguños y delineó cada uno de ellos. Hundió los dedos en su cabello al tiempo que soltaba un suspiro. Entró a la ducha y dejó que el agua se deslizara por todo su cuerpo. Agachó la cabeza poniendo ambas palmas sobre los azulejos y suspiró varias veces.

Sakura, le había contado todos los detalles de su término con Sasori, no se había guardado nada. Le dijo también de las llamadas posteriores a su visita al club, de cómo el maldito ese le había llamado: "Zorra". Y no fue porque ella se lo quisiera contar, fue por la insistencia y la presión que ejerció Sasuke para que ella soltara todo el encuentro con ese maldito pelirrojo. Se mordió el labio molesto. Ojalá que ese tipo no tuviese la mala suerte de toparse con él, porque si era así... La sonrisa que se surcó en sus labios, rayaba casi en lo siniestro.

¿Cómo podía ser que una persona con la que viviste tanto tiempo, te tratara de esa forma? Bueno, a él también le pasó con Karin, no obstante, la situación era muy distinta puesto que él no la amaba y no vivían junto. En cambio, Sakura sí lo quiso, tanto así que duraron tres malditos años. Todavía no podía entender esa rabia cegada que Sasori sentía para con Sakura.

Ya estaba bien, la chica disfrutó a su antojo estando con él, de allí podían venir esos celos enfermizos de Sasori. Sin embargo, no era motivo para haberla tratado de esa forma tan inverosímil después de que tuvo el descaro de joderla con otra. Menos, si se suponía que se tenían confianza, a raíz de eso, se habían aventurado a experimentar el intercambio. Sasuke empuñó su mano. Solo le quedaba una cosa. Hacerla feliz y hacerla olvidar que alguna vez tuvo que ver con ese tipo.

Apretó los ojos cuando la espuma bañó su rostro. Sakura le había dicho mil veces: "Te amo", en una sola noche, carajo y todas las que les quedaban todavía. Una idea se le vino a la mente y cuando se rio ante ella le entró champú a la boca, ¡Maldita sea! La llenó de agua, pero el desagradable sabor todavía persistía en sus papilas gustativas.

Tan malditamente pervertido, se dijo. Sí, él como buen fotógrafo, quería una sesión de su ex swinger, de, su futura novia. Deseaba sacar a flote esa sensualidad que todavía sentía escondida en algún lugar y para eso usaría la lente de su cámara. De solo pensar en las poses que le pediría su miembro vibró.

Al salir, se puso una toalla en las caderas y tan solo se pasó los dedos por su cabello mojado. Abrió la puerta, Sakura aún dormía, se quedó mirándola un par de minutos mientras se ponía su pantalón de pijama, la escena se le hacía surrealista. Si alguna vez le hubiesen dicho que estaría tan jodidamente enamorado, como ahora, no habría dudado en burlare de esa persona, pero no era así, y él, estaba admirando la belleza de su rostro relajado con una sonrisa boba en los labios.

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