☀44. Vas a pagar por habérmelo quitado.

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No comprendo por qué existen personas malas en este mundo.

Pero tampoco quisiera que no existieran.

¿Algo nos enseñan, no es así?

Aunque sea doloroso.

—¿Estás bien?—Me pregunta Alessia.—He visto a Alex.—Comenta y yo vuelvo a leer el teléfono.—No me ha visto pero no uedo evitarlo... ¡quiero ir a hablar con él!—pega un pequeño grito haciendo berrinche.

—Sí, si. —No soy capaz de concentrarme en lo que me está diciendo.

—¿Segura que todo está bien?—Vuelve a preguntar y yo relamo mis labios.

—¿Sabes qué? —Intento con todas mis fuerzas sonreír.—Me voy a quedar este día aquí.

—¿No quieres bajar?—Se cruza de brazos, yo solo ruego que me crea.

Negando la convenzo de marcharse.—He quedado con Dylan para pasar el día aquí. Si me animo saldré con él en la tarde, tú ve a hablar con Alex, ya es hora.

Alessia lo duda por unos minutos pero al final acepta, me da un gran abrazo y va muy feliz a buscar a Alex. El amor... el amor. Suelto un suspiro y me regreso a la habitación. Una vez adentro me desplomo en el piso, sin comprender por qué esto me tiene que estar sucediendo a mí.

Sé que Alessia se hubiera quedado conmigo de haber sabido lo que sucedió y por eso mismo le he mentido. Estas son sus vacaciones, no quiero arruinarlas, practicamente es lo que he hecho. El teléfono de la habitación suena y me veo en la obligación de pararme del piso y tomarlo.—¿Aló?

—¡Alisson!—La voz de mi padre me da dolor de cabeza.—¿Qué ha pasado con la galería de artes? —Tomo una fuerte bocanada de aire y suelto el teléfono.

Se iba a enterar. Todos se enterarán. El proyecto por el cual luché tanto puedo perderlo... ser demandana, obligar a cerrar mi galería... más nadie creerá en la seguridad de ArtWalk.—Ven a mi habitación por favor.—Cuelgo entre lágrimas y me tiro en la cama, haciéndome un ovillo.

Hasta cuando pasaré por sitaciones como esta... ¿alguna vez tendré un poco de paz? Cuando todo me está yendo bien el destino busca la manera de burlarse de mi. ¿Qué condena estoy pagando? Mamá... como quisiera que estuvieras conmigo, como quisiera que me ayudaras a entender por qué yo.

Un sonido en la puerta me hace levantar y abrir la puerta. —No sé que haré pá.—Lloro fuertemente abrazándole.

—Cariño...—Cierra la puerta tras de sí y se sienta conmigo en la cama.

—No sé como pudo pasar. ¡Te lo juro!—Explico mientras lloro y él sostiene mi cabeza en sus manos, intenta calmarme pero nada de eso ayuda. —Mis... mis pastillas.—Señalo mi cartera mientras intento secar mi rostro y mi padre lo comprende.

Amarte en pedazos. [Completa ✔️][Sin editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora