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P.O.V. Jimin

— ¡Mierda, Minie! ¡No encuentro mis brochas para difuminar!

Ante aquello, choco mi mano con mi frente manteniendo mis ojos cerrados sin poder creer lo que escuchaba, mientras que Jin se halaba sus cabellos rubios.

— No me digas que las dejaste en tu casa. ¡Solo falta media hora para comenzar la feria! — digo exaltado colocando ambas manos en mi cintura.— ¡Ah no, espera! Creo tener unas brochas nuevas en mi kit. Puedes revisar a ver si las encuentras.— recuerdo rápido soltando un suspiro de alivio, mientras terminaba de acomodar nuestra estación.

—¡Ay Gracias! Me salvaste la vida.— me dice abrazándome por la espalda, dándome cuenta que las había encontrado.— Es que estoy tan nervioso.  Quiero que todo me salga perfecto y nada ha dejado de ser un desastre desde que me levanté en la mañana.— confiesa, seguido de un triste puchero.

Y no podía culparlo. Menos cuando precisamente ayer en la mañana, la directora de la universidad había realizado una asamblea para todos los estudiantes de último año, para darnos una importante y muy sorpresiva noticia. La misma consistía en que la primera parte de la exhibición (las presentaciones y los portafolios) serían examinados y evaluados por importantes representantes o dueños de diferentes compañías de las diversas industrias que existían dentro del mercado del arte.  Y a finales del semestre, éstos profesionales seleccionarían aquellos 3 estudiantes destacados de cada facultad que podrán firmar un contrato por 5 años con una compañia, ya sea la carrera que los estudiantes estudiaran y sus concentraciones.

Desde ese momento, los nervios y la ansiedad han estado a flor de piel para todos. Si ya de por sí estábamos tratando de que todo se viera bien para la imagen y reputación de la universidad, ahora todos buscábamos la manera de que también saliera impecable. Cometer algún error no era una opción en éstas circunstancias. A pesar de que el contrato era por solo 5 años, muchos lo veían como una gran oportunidad de obtener un trabajo que fuera estable al menos un tiempo.

Y no había nada mejor que trabajar en lo que a uno le apasionaba y más que nada, si era precisamente lo que uno estudió y se especializó. Ese era un privilegio que no todo el mundo podía llegar a tener de forma tan rápida una vez te graduaras.

— Tranquilo, ¿sí?— le digo abrazándolo de vuelta para calmar un poco el ambiente y también a mí mismo.— Lo haremos bien. Solo haremos lo que sabemos hacer, teniendo en mente que aunque nos den o no ese contrato, dimos lo mejor de nosotros.— me alejo para sonreírle sutilmente.

— Cierto. Voy a calmarme un poco.— dice acomodando sus cabellos rubios, para luego agarrar mis manos.

》 Okay, Chim. Inhalamos...

— Exhalamos.— termino de decir a la par con él mientras soltamos el aire, sientiendo nuestros cuerpos un poco más relajados.

En ese momento, escucho un sonido proveniente de mi celular. Lo busco y veo que era un mensaje de Jeon. No pude evitar sonreir y soltar un suspiro emocionado para luego responderle.

 No pude evitar sonreir y soltar un suspiro emocionado para luego responderle

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