*ACTUALIZACIONES (RE-SUBIDAS) REGRESARÁN PRONTO❗*
(...)
"En Seúl, dos almas creativas se entrelazan, sus talentos brillando prodigiosamente.
Un amor que florecerá en un lienzo de silencio social, donde el arte se convierte en el motor crucial de su...
¿Cómo había soltado aquellas palabras de forma que sonaran tan seguras como lograron escucharse?
Solo no me pregunten, porque ni yo mismo lo sabía.
No cuando literalmente fue durante todo el largo y jodido camino a pie hasta aquí que estuve ensayando y analizando en mi mente cuáles serían esas primeras palabras que le diría al pelirosa una vez que por fín lo tuviera de frente.
Pero al parecer, haber optado por decirle lo primero que se me ocurrió, no me hizo quedar como un tonto después de todo.
Ya que aprecié cómo al instante Jimin detuvo toda intención de subirse a su auto, para entonces voltearse en mi dirección, su rostro mostrando un deje entre sorpresa y alto nivel de curiosidad.
¿Se sentirá a gusto de verme otra vez? No, pérate, ¿qué tienen que ver esos pensamientos ahora, Jeon?
Y cuando por fín nuestras miradas se conectaron, me fue imposible no dedicarle de igual forma una sonrisa.
Y por supuesto, no pude no fijarme en su aspecto, ya que era completamente cautivador, a pesar de lo sensillo que podía ser su conjunto de ropa. La que solía ser mi chaqueta, iba perfectamente combinada con su pantalón de cuero, su camisa de rayas anaranjadas, negras y blancas, junto a sus botas negras.
Parecía un verdadero modelo de camino a una jodida pasarela.
— JK...— canturrea con un tono levemente coqueto, cruzándose de brazos y manteniendo una ceja arqueda.— ¿Acaso... por fín viniste para aceptar un dinero a cambio por tu chaqueta?
— Oh No, no. Para nada. Ya te lo dije, la chaqueta ahora es toda tuya.— aclaro, sintiéndome unos instantes algo tímido, rascando mi cuello.— Realmente solo estoy aquí, ya que quería conversar algo contigo.
— ¿Puedo saber sobre qué?— en su voz se podía notar la confusión y curiosidad.
— Pues.... sé que lo que te diré se escuchará un poco-demasiado directo, ya que a penas nos hemos visto dos veces contando ésta, pero... Me gustaría que si así tú también lo quisieras, que pudieramos conocernos más.
De manera inmediata, vi como hizo una expresión de sorpresa, colocando sus manos en su cintura y sonriendo sin mostrar sus dientes.
— No me desagrada la idea, de hecho ¿sabes? aunque...¿puedo saber de dónde surge ese interés?— dice recostando su espalda en la puerta de su auto.
— Se podría decir que desde el viernes que vi tus tácticas de pelea, captaste toda mi atención. Eres un chico con agallas. Y además, con lo poco que conversamos esa noche, admito que me caíste muy bien.
Veo como muerde su labio inferior antes de esbozar una pequeña sonrisa. Y cómo desvió su mirada algunos segundos y colocó sus manos dentro de los bolsillos de la chaqueta; de su rostro se apoderaba un rubor muy sutil.
Pero que para nada pasé desapercibido.
— Y si supieras que eso que viste no es ni la mitad de lo que realmente puedo llegar a hacer.— asegura peinando su rosado cabello hacia atrás.
Demonios. Amo su confianza.
— Y eso me da más motivos para querer conocerte.— digo con picardía.— Te encuentro interesante.
— Bueno.. para ponernos a la par...— comienza a decir antes de cruzarce de brazos.— Tu baile tampoco estuvo nada mal.
Yo solo pude soltar una carcajada debido a su tono sacástico y modesto.
— Okay... finjamos que con eso lo que realmente quisiste decir es que te impresioné más de lo que esperabas. Así que te lo agradezco. Algunos me la han dicho antes, pero viniendo de tu parte, me halagas un poco más.
Al instante veo como me mira sutilmente de arriba a abajo, antes de soltar una risa divertida, sin dejar de sonreir ladinamente.
— Con que al final si tienes tus aires de presumido. — canturrea negando con su cabeza.
— Pero no niegas lo que dije.
El solo suelta un suspiro de fingido fastidio.
— Entonces... ¿Cuál es el plan? Aunque creo que es importante que conozcamos primero cómo corre el horario de nuestro programa de clases, por si no es muy flexible para nosotros si queremos encontrarnos en nuestros recesos aquí mismo. Porque si es el caso, podemos entonces hablar por texto, llamada, FaceTime, y esas cosas en los momentos que tengamos nuestro tiempo libre.
— Me parece súper.— noto como me dedicó una expresión suave y complacida.— Aún así, me gustaría que una que otra vez podamos encontrarnos dentro de nuestras facultades. Aunque bueno, ya de eso me encargaré yo de que al menos suceda una vez.
Al instante, Jimin entrecierra sus ojos, negando con la cabeza y mordiendo su labio como si quisiera dejar de sonreir más de lo que ya lo había hecho.
Pero antes de que él pudiera responderme, escuchamos como un tipo de notificación llega a su celular, de forma que Jimin la revisó al instante.
— Oh mierda, es cierto...— dice buscando nuevamente sus llaves.—Discúlpame, pero ya me debo ir yendo. Iba de camino al supermercado a hacer la compra, y olvidaba que cierra en hora y media.
— Tranquilo. Ya no te quito más tiempo.
— Pero ¡espera!, déjame darte antes de irme mi número de teléfono, para que podamos hablarnos desde ya.
Felizmente, obedezco de inmediato a su pedido, mientras le pido lo mismo, para terminar imitando su acción.
— Hey, ¡Espera!— digo antes de que se volteara para irse, haciendo que me mirara expectante.— Antes, quiero que nos presentemos formalmente. Algo rápido. Realmente voy enserio con lo que te dije.— digo antes de extender mi mano hacia él, dedicándole una sonrisa sin mostrar mis dientes.
Pude ver como no pudo evitar sonreir ante mis palabras y tambien extender su pequeña pero fuerte mano decorada con diversos anillos.
— Jeon Jeongguk, 23 años; estudiante de último año de la facultad de Diseño, en este caso del área de Artes Gráficas y que es un gran apasionado por el arte callejero. Extremadamente atractivo y muy interesado en adentrarme en tu vida y que tú te adentres en la mía.
Veo como suelta una carcajada melodiosa ante mis palabras.
— Park Jimin, 23 años; también estudiante de último año de la facultad de Cosmetología, que ama su carrera y al arte en general. Es irrealmente bello y difícil para obtener su confianza, pero que por alguna razón, comparte el mismo sentimiento que tú.
Esas últimas palabras solo provocaron un jodido tornado de emociones en mi cuerpo, que hicieron que al final le sonriera encantado.
—Será un placer conocernos entonces, Park Jimin.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.